31.7.06

ERA DC (44): FLASH COMICS Nº 86

"The Black Canary" (6 páginas).
Fecha de portada: Agosto de 1947.
Editor: Sheldon Mayer.
Portada: Lee Elias (dibujo), Joe Kubert (entintado).
Créditos: Robert Kanigher (guión), Carmine Infantino (dibujo), Joe Giella (entintado).
Recopilado en: Black Canary Archives Vol. 1 HC.
Edición española: Inédito.

Robert Kanigher, el que sería responsable del relanzamiento de Wonder Woman en 1959, escribió esta historia del serial de Johnny Thunder en Flash Comics. En ella debutó el último superhéroe de la edad de oro, o mejor dicho, la última superheroína. La misteriosa Canario Negro se dedicaba a robar a los criminales para repartirlo entre los más necesitados. Este concepto tan propio de Robin Hood ocultaba a una hija de policía (y policía frustrada ella misma) que carecía de superpoderes pero que era una gran luchadora. Canario Negro apareció en las siguientes entregas de Flash Comics dentro del serial de Johnny Thunder hasta que ocupó su puesto en el número noventa y dos. También formó parte de la Sociedad de la Justicia de América durante los últimos tiempos de All-Star Comics.

ERA DC (43): ADVENTURE COMICS Nº 118

"The Quiz Biz Broadcast" (10 páginas).
Fecha de portada: Julio de 1947.
Editor: Whitney Ellsworth.
Portada: Jack Burnley (dibujo) y George Roussos (entintado).
Créditos: Don Cameron (guión), John Sikela (dibujo), George Roussos (entintado).
Recopilado en: No recopilado.
Edición española: Inédito.

Esta historia protagonizada por Superboy no habría tenido mayor importancia de no haber sido la última en que aparecía aquello de "Por Jerry Siegel y Joe Shuster". Ninguno de los dos se había ocupado de ella, pero figuraban como creadores. En cuanto ambos autores demandaron a Detective Comics (la editorial, claro) por los derechos de Superman y Superboy, Jack Schiff se encargó de echarlos a la calle. La disputa por Superman estaba más que perdida porque habían vendido los derechos a la editorial. Sin embargo, como vimos no hace mucho en esta misma sección, DC publicó la primera historia de Superboy mientras Siegel estaba en el ejército. No le pidieron permiso ni nada, con lo que sí existía la posibilidad de resarcirse. En mayo de 1948, el Tribunal Supremo de Nueva York admitió que Superboy y Superman no eran la misma persona y DC tuvo que pagar aparte por los derechos del Chico de Acero. Al final, la editorial saldría ganando, porque lo que conseguían eran los derechos sobre los cómics y también sobre cualquier obra derivada (películas, muñecos, fiambreras, etc.). La guerra continuaría en el futuro pero, de momento, estaba resuelta.

28.7.06

ERA DC (42): STAR-SPANGLED COMICS Nº 65

"The Teen-Age Terrors" (10 páginas).
Fecha de portada: Febrero de 1947.
Portada: Win Mortimer (dibujo y entintado).
Editor: Jack Schiff.
Créditos: Win Mortimer (dibujo) y Charles Paris (entintado).
Recopilado en: Robin Archives Vol. 1 HC.
Edición española: Inédito.

Décadas antes de que por fin apareciese un título dedicado a Robin en solitario, el miembro joven del Dúo Dinámico protagonizó su propio serial en Star-Spangled Comics. El Chico Maravilla expulsó a los Boy Commandos de la revista en un intento de la editorial por subir las ventas. No deja de ser curioso que, en pleno declive de los superhéroes, personajes como Batman, Robin o Superman nunca perdiesen su popularidad debido a la promoción mediática en adaptaciones varias. Por supuesto, Batman hizo sus apariciones en este serial, e incluso protagonizaron historias que perfectamente podrían haberse editado en Detective Comics. En aquella primera entrega, Robin se infiltraba en un reformatorio para comprobar por qué sus reclusos seguían cometiendo delitos cuando salían. Al final, resultó que en lugar de reinsertarlos, lo que hacían en el centro era enseñarlos a delinquir mejor. Aunque aún quedaban unos años para la aparición del Comics Code, Robin los acababa convenciendo de que del crimen nunca se obtiene recompensas.

JSA: LA EDAD DE ORO

Guión de James Robinson.
Dibujo de Paul Smith.
Contiene JSA: The Golden Age TPB (The Golden Age nº 1 a 4).
Planeta DeAgostini Comics, 192 páginas, 13,00€.

Originalmente publicado en 1993, este "Otros Mundos" de cuatro entregas supuso todo un hito para unos personajes que no pasaban por su mejor momento. Hoy en día, estamos acostumbrados a que DC mime a sus personajes de la edad de oro, pero recordemos por qué momento pasaban entonces. La SJA había ido a parar al Limbo después de Crisis para que no estorbase en el proceso de limpieza general. De allí volvieron en la horrenda Armageddon: Inferno en 1991 para protagonizar dos series regulares de muy breve duración; se debió esto en buena parte a los poco inspirados autores que se encargaron de ellas y a las circusntancias del medio.

Así pues, aunque fuera una historia no oficial, La edad de oro se convirtió en una forma de usar bien a los personajes clásicos. James Robinson, gran conocedor de todos ellos, se ubicó bastante en la continuidad pero, en un momento concreto, dio rienda suelta a su historia y a los cambios históricos que se produjeron en este "Otros Mundos". Más que una historia de superhéroes, se trata de un análisis de cómo sería un mundo que está en guerra y que cuenta con seres tan poderosos como Green Lantern. La intriga política urdida por falsos héroes, a quienes la opinión pública convierte más en dioses con pies de barro que otra cosa, protagoniza esta historia. Incluso en los momentos más superheroicos, Robinson utiliza la historia como telón de fondo. Y no sólo la del mundo, sino también la del propio género cuando emplea como puente entre generaciones a cierto personaje de los años cincuenta.

Tan sabiamente como teje el entramado político, Robinson utiliza como personajes principales a algunos de los menos conocidos. Probablemente, poner en primer plano a Flash o Green Lantern habría sido incómodo, así que opta por los más "manejables" por ser menos famosos, como Johnny Quick, Manhunter o Dynamite. Esto no significa que no aparezcan los grandes, que también tienen sus momentos.

Paul Smith, por su parte, sorprende por la oscuridad que es capaz de transmitir en momentos ciertamente truculentos. Ya sabíamos que era un gran dibujante, pero no que podía manejar tan bien escenas como la paranoia pastillera de Hourman o el estrés post traumático de Manhunter. Es cierto que el excelente color ayuda en esos momentos, pero no se le puede quitar ninguno de sus muchos méritos. Un dibujo tan bueno estaba a la altura de una historia ciertamente atractiva. 1993 no fue un año propicio para que confluyeran en un mismo título un buen dibujante y un buen escritor, pero las excepciones fueron más que dignas y ésta fue una de ellas.
JSA THE GOLDEN AGE AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

27.7.06

BLUE Y KID DEVIL

Blue Devil fue originalmente concebido para una historia corta de la revista Tales of the Unexpected. Sus creadores, los escritores Gary Cohn y Dan Mishkin, mostraron al editor Dave Manak el concepto que estaba buscando, que era una historia de tipo sobrenatural con mucha acción marca de la casa. Manak pasó a encargarse de otros proyectos, como los especiales New Teen Titans Drug Awareness, y Len Wein lo sustituyó como editor de Tales of the Unexpected. Al nuevo responsable le gustó mucho la idea de Blue Devil y de su origen, y pensó que el tratamiento que le daba el dibujante Paris Cullins podía utilizarse para añadir un toque humorístico al cóctel. Así pues, propuso a Cohn y Mishkin crear no sólo una historia completa con Blue Devil, sino una serie regular.

Cohn, Mishkin y Cullins presentaron al nuevo héroe en el complemento de Fury of the Firestorm nº 24 (junio de 1984). Por aquella época, DC tenía la sana costumbre de publicar avances de las nuevas colecciones en otros títulos. En su primera aparición, Blue Devil tenía que enfrentarse a Trickster, villano habitual de The Flash. La historia de dieciséis páginas dejaba entrever algunos elementos habituales de la serie, como que el protagonista se moviera en círculos cinematográficos; también presentaba a buena parte de los secundarios.

Sin embargo, habría que esperar a que, el mismo mes, apareciera Blue Devil nº 1 para conocer el origen del personaje. Dan Cassidy era uno de los mejores especialistas de cine en Hollywood, y su último trabajo era la película Blue Devil. Para ella, confeccionó un traje que emulaba superpoderes y ahorraba trabajo al equipo de efectos especiales. El rodaje, que tenía lugar en una isla del Caribe, acabó de forma algo accidentada. Mientras Cassidy rodaba algunas escenas de peligro, los protagonistas. Wayne Tarant y Sharon Scott, exploraban unas ruinas y despertaron al demonio Nebiros. Como toda criatura del averno que se precie, no tenía buenas intenciones y la directora de la película, Marla Bloom, ordenó a Cassidy que usara los poderes del traje para detenelo. No le hizo ninguna gracia pero no tuvo más remedio, y Nebiros, que un lumbrera no era precisamente, lo confundió con un demonio de verdad y le lanzó una descarga mística. Ésta no pareció tener mayores consecuencias al principio y Cassidy consiguió encerrar a Nebiros. Sin embargo, en cuanto intentó quitarse el traje descubrió que no podía. Se había convertido él mismo en Blue Devil.

Obviamente, un tipo que tenía superfuerza, agilidad sobrehumana y un tridente que le permitía propulsarse por el aire, no tenía otra salida que hacerse superhéroe. En los números siguientes, que estaban cargados de aventura y buen humor, hizo frente a Shockwave y a villanos tan ilustres como Metallo, en un número que contaba con el mismísimo Superman como invitado especial. Cohn y Mishkin realizaron un gran trabajo convirtiendo a Blue Devil en “héroe a su pesar” y, poco a poco, fueron añadiendo elementos como el interés romántico del personaje (Sharon Scott) y otros que veremos en breve.

Teniendo en cuenta la fecha de creación del personaje, no era de extrañar que estuviese implicado en Crisis en tierras infinitas. Concretamente, tuvo dos números que fueron cross-over con la saga. El primero, el número diecisiete, sólo se relacionaba con Crisis al final. Blue Devil estaba tan a gusto tomando el Sol cuando aparecía John Stewart para reclutarlo. La historia continuaba en Crisis nº 8, y Blue Devil acababa perdido en el espacio tras la explosión de Tornado Rojo y el Satélite de la Liga de la Justicia de América. Blue Devil nº 18 contaba cómo Cassidy se encontraba con su versión (y las de sus amigos) de una tierra alternativa que había sido destruida por el Antimonitor. En su mundo, la Primera Guerra Mundial había durado trece años y había propiciado un desarrollo tecnológico inconcebible en Tierra-1. Cassidy acabó volviendo a casa, claro.

Un sidekick y una casita bien situada

Antes de cruzarse con Crisis en tierras infinitas, la serie había visto nacer al ayudante juvenil de Blue Devil. Su nombre era Kid Devil y debutó en el número catorce de julio de 1985, que contó con una portada que emulaba la del mítico Detective Comics nº 38. Lo cierto es que el jovenzuelo debutó como superhéroe en aquel número, pero llevaba en la serie desde el principio como Edward Gopher Bloomberg, el sobrino de Marla Bloom. El joven Eddie admiraba tanto a Blue Devil que se metió en su taller y, utilizando sus amplios conocimientos técnicos, se confeccionó su propio traje. El diseño era ciertamente inenarrable, pero funcionaba muy bien con el tono de la serie y sus protagonistas. Al contrario que otros héroes, Blue Devil no sintió ninguna emoción al tener un niño pegado a los talones todo el día, y lo rechazó como compañero. No obstante, Kid Devil le ayudó a detener un secuestro aéreo y a un supervillano de poca monta llamado Vanquisher. A pesar del rechazo, aquélla no fue la última peripecia de Kid Devil. En Blue Devil nº 19, supimos que mantenía correspondencia con Jason Todd (el Robin de la época) y que juntos atraparon a un criminal llamado Ojo Rojo.

Si el sidekick de Blue Devil era poco usual, menos lo era su cuartel general. Cuando Sharon le consiguió una casita en Malibú, Cassidy descubrió que una de sus puertas estaba conectada con la Casa de las Rarezas, una especie de enclave místico que servía como puente a distintas realidades. El héroe supo de su existencia en Blue Devil nº 20, y la comenzó a utilizar para viajar en el número siguiente. La casa generó muchos problemas y dio pie a situaciones de lo más variopintas, como el episodio en que cogía alergia a Cassidy y empezaba a crear bichos para que lo matasen. Fue una pena que no se profundizase mucho en las posibilidades del edificio, porque la colección se canceló a finales de 1986 con el número treinta y uno.

Un verdadero demonio

Los años siguientes a la cancelación de su colección dejaron a Blue Devil en un olvido del que resurgía para actuar como invitado especial en alguna ocasión aislada. Apareció en Booster Gold, en Invasion! e incluso tuvo un serial en Showcase’93. A pesar de todo, el tono jocoso pero equilibrado de la serie de los ochenta se había perdido y el personaje se fue oscureciendo hasta que, en Underworld Unleashed nº 3 (diciembre de 1995), se convirtió en un demonio de verdad gracias a Mark Waid y Howard Porter. Nerón, villano absoluto del evento, se apoderó del Infierno y empezó a reclutar almas que conseguía a cambio de algo. A Blue Devil lo engañó diciéndole que lo convertiría en una estrella del cine de verdad, pero “olvidó” mencionar que, a cambio, uno de sus amigos moriría. La elegida fue Marla Bloom y, al descubrir lo que había ocurrido, Blue Devil se las arregló para romper el pacto y vengarse. Esta trama se relató en parte en Justice League America, grupo al que se unió a pesar del rechazo inicial de Artemis, que había tomado el mando tras sustituir a la princesa Diana como Wonder Woman.

Cassidy no estuvo mucho tiempo en el grupo, pero en 1998 lo volvimos a ver en Starman nº 38. Se había unido a la Fraternité de Justice et Liberté, una versión no oficial de la Liga de la Justicia Europa financiada por el gobierno galo. Formado por Ice Maiden, Firestorm, Crimson Fox, Amazing Man y él mismo, el equipo sólo llevó a cabo una misión. Y es que Mist se cepilló a casi todos en una misión en que pretendían proteger una exposición de diamantes de Markovia. Dado que Cassidy era un demonio de verdad por aquel entonces, Mist derritió su carne con agua bendita, pero para su suerte sus huesos fueron recogidos por Sebastian Faust.

El año siguiente, en Day of Judgment nº 4, Geoff Johns recuperó a Blue Devil. Un grupo de héroes formado por, entre otros, Superman, Faust, Firestorm y Zatanna, viajó al infierno a luchar contra Nebiros para quitarle su tridente. Faust esperó a aquel momento para echarle encima los huesos de Blue Devil, que resucitó de este modo con más fuerza que nunca y venció a su viejo enemigo. Tras la miniserie, Cassidy se unió durante un tiempo a los Centinelas de la Magia, un grupo de héroes sobrenaturales sin mayor trascendencia futura.

El Pacto de las Sombras y los Jóvenes Titanes

SPOILERS A CONTINUACIÓN




Blue Devil ha sido uno de los elegidos por Bill Willingham para formar el grupo conocido como Pacto de las Sombras, protagonistas de Day of Vengeance y, actualmente, de su propia serie, Shadowpact.

Para detener la furia implacable del Espectro manipulado por Eclipso, el Pacto se reunió como reacción a la derrota de hechiceros más poderosos que ellos. Tras un triunfo agridulce, el grupo participó de en los eventos de Crisis infinita e, inmediatamente después, se quedó atrapado en una cúpula sangrienta que un grupo llamado El Pentáculo ha erigido alrededor de un pueblecito de Wyoming. Allí, Blue Devil ha conocido a Jack de Fuego, un demonio piroquinético que afirma ser su hermano y que lo acusa de ser el responsable de una maldición que ha caído sobre su familia.

Y ¿qué hay de Kid Devil? Pues Eddie apareció en Young Justice un par de números y volvió a caer en el olvido hasta que Geoff Johns lo rescató para las aventuras en “Un Año Después” de Jóvenes Titanes. Así como Blue Devil posee poderes propios hoy en día, Eddie también es capaz de proyectar fuego sin necesidad de su uniforme. Kid Devil parece encontrarse a gusto con su nuevo grupo, pero al parecer les ha estado mintiendo con respecto a su relación con Blue Devil. Tras un percance con Plasmus, se encuentra retenido por la (nueva, otra vez) Patrulla Condenada.

BLUE DEVIL, KID DEVIL, AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

26.7.06

DCU BRAVE NEW WORLD

Historia central por Tony Bedard y Ariel Olivetti.
Martian Manhunter por A.J. Lieberman y Al Barrionuevo.
OMAC por Bruce Jones y Renato Guedes.
Uncle Sam and the Freedom Fighters, por Justin Gray, Jimmy Palmiotti y Daniel Acuña.
The Creeper, por Steve Niles y Justiniano.
The All-New Atom, por Gail Simone y John Byrne.
The Trials of Shazam! por Judd Winick y Howard Porter.
Portada de Daniel Acuña.
DC Comics, 80 páginas, 1,00$.
Reseña sin spoilers

En la línea del DC Countdown to Infinite Crisis del pasado año, DC ha publicado un especial de ochenta páginas por un dólar en el que incluye primicias de los inminentes lanzamientos de la casa. Lo cierto es que, después de Infinite Crisis, hay tantas series nuevas que una promoción de este tipo se me antoja una gran idea. Salimos a casi número uno por semana desde hace tres meses, y la mayor parte de los títulos avanzados en este Brave New World no resultarían muy atractivos a simple vista. En todo caso, para cubrirse las espaldas, DC sólo lanza como serie regular All-New Atom, mientras que el resto serán maxiseries (de ocho entregas, excepto la de Shazam, que tendrá doce) con posible ampliación si las ventas acompañan.

De estos nuevos cómics, el que más me llama la atención es The Trials of Shazam! Tenía cierta disposición porque me gustan los personajes y me gusta Winick cuando se pone. Ahora, los dibujos de Howard Porter suponen un salto enorme con respecto a todo lo anterior. Con respecto a las demás primicias, algunas me dejan medio frío y otras, frío del todo.

OMAC y The All-New Atom podrían estar bien pero tengo muchas reticencias. Visto el desastre que Bruce Jones está escribiendo en Nightwing, no puedo evitar sospechar del futuro de OMAC y de un personaje que no me dice mucho en principio. En cuanto a Atom, preferiría que hubiera tratado de las consecuencias de ciertos hechos. Simone y Byrne pueden hacerlo muy bien juntos, pero también muy mal. Ya lo vimos en Action Comics. De momento, me reservo el pronóstico sobre estas dos hasta haber leído algo más. Por su parte, The Creeper podría estar muy bien, pero hay algo que no me acaba de convencer. Tal vez me haya parecido muy formal.

Y ahora vamos con los dos chascos del año. Uno no lo es tanto, porque a los nuevos Freedom Fighters ya los hemos sufrido en Battle for Bludhaven. Como personajes, son espantosos y no tienen el menor carisma. Martian Manhunter tiene, simplemente, una pinta horrible. Y no me refiero al nuevo diseño del personaje, que ya les vale, sino al cambio de carácter, de personalidad y de leches. ¿Por qué demonios tendrán que cambiar tanto a un personaje que ya estaba bien? ¿Se creen que esto venderá más? La premisa de la serie tampoco es que ayude, porque me da que habrá soliloquios y dramas para aburrir con un tema ya algo cansino. ¿No puede este personaje evolucionar y seguir adelante sin que le acosen siempre, siempre y siempre los fantasmas del pasado?

Y hablando de fantasmas, agarrémonos los machos ante el final del especial. Resulta que estas seis historias cuentan con un hilo conductor en este especial que concluye con una de las sorpresas menos sorpresas de los últimos tiempos. A ver, observad la portada. ¿Será él, que vuelve? Pues sí. Bueno, no del todo. En fin, que amenaza con un enemigo muy poderoso que vendrá; con ésta, ya van dos pistas de que tendremos mega pifostio el año que viene.
DCU BRAVE NEW WORLD AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

25.7.06

GREEN LANTERN CORPS: RECHARGE

La premisa

«Siempre me han gustado las odiseas espaciales, esas historias que abarcan galaxias enteras y que dan la impresión de ser enormes lienzos sobre los que se pintan las tramas. Por otra parte, en ellos la Tierra no es sino una mancha por muchos personajes poderosos del Universo DC que vivan en ella. La gran mayoría de los seres del universo nunca han oído hablar de ella.»

Con estas declaraciones concedidas en 2005 a Newsarama, Dave Gibbons establecía buena parte de su premisa para Green Lantern Corps: Recharge. La miniserie de cinco números, y la eventual serie regular en que se suponía iba a derivar (y así ha sido), se basa en historias que abarcan cualquier rincón del universo. Es cierto que hubo y hay terrícolas implicados en la trama, pero eran tan protagonistas como los alienígenas y sus diferentes mundos. DC acababa de relanzar por todo lo alto la franquicia Green Lantern con el regreso de Hal Jordan a cargo de Geoff Johns y Ethan Van Sciver. La revisión de los Green Lantern Corps pasaba por profundizar en su nuevo estatus interno y de cara al exterior, y todo ello por medio de una de esas aventuras imposibles en el espacio.

Geoff Johns centró Green Lantern en Hal Jordan y relegó a John Stewart al papel de secundario, ya que aparecía en JLA. Así pues, para Green Lantern Corps quedaban dos Linternas terrícolas. Uno era Guy Gardner, que acababa de recuperar el anillo verde que nunca debió perder; el otro, Kyle Rayner, que ya andaba implicado en The Rann / Thanagar War. Siendo Gibbons el escritor de esta última, no era de extrañar que también quisiera contar con Kyle en Recharge. El problema era que su presencia en ambas series resultaba algo forzada e incluso inverosímil debido a los acontecimientos de Infinite Crisis. Al final, Recharge se ubicó en algún punto indefinido entre The Rann / Thanagar War y el especial del mismo nombre; y eso que Kyle no abandonaba el conflicto en cuestión en ningún momento visible.

Con Gibbons y Johns escribiendo al alimón Green Lantern Corps: Recharge, hacía falta un dibujante a la altura de las circunstancias. Patrick Gleason acababa de salir de Aquaman para ocuparse de esta miniserie, y su estilo demostró ser de lo más adecuado en algunas ocasiones e inapropiado en otras. Su uso de las sombras resultó idóneo en las escenas oscuras que los villanos de la trama requerían, pero con frecuencia chocó con el deslumbrante color verde con que DC se empeña en dotar a las series de la franquicia actualmente. Donde sí supo desenvolverse bien fue en las batallas cósmicas, con excepción de la del último número, donde acusó cierta premura. Por otra parte, el diseño de Oa era precioso, aunque ya haya tenido que redefinirlo para la serie regular con resultados de lo más espectaculares y novedosos.

Los protagonistas

Se podría decir que Green Lantern Corps: Recharge cuenta con seis personajes principales alrededor de los cuales se va tejiendo la historia. Tres de ellos son viejos conocidos. Kilowog, uno de los Linternas alienígenas más populares entre los lectores gracias a Steve Englehart, es el jefe de instructores y reclutamientos de los Green Lantern Corps. A sus órdenes trabajarán algunos miembros veteranos de la organización como los terrícolas Kyle Rayner y Guy Gardner. Suponiendo que tanto Gibbons como Johns tenían claro que no contarían con Kyle para la serie regular porque su estatus iba a cambiar, no es de extrañar que hicieran especial énfasis en Gardner. No sólo podrían sacarle mayor partido en el futuro, sino que además, si está en buenas manos, puede ser más interesante como personaje que Rayner.

Los recién llegados son tres alienígenas de lugares más que conocidos. Soranik Natu es una doctora de Korugar, el planeta natal de Sinestro y Katma Tui. La tiranía que el primero impuso en su mundo mientras portaba el anillo hizo que sus sucesores fueran considerados parias por la sociedad. Así, para Natu ser elegida como Green Lantern en prácticas será un lastre y una desgracia más que un honor. El valor o las ganas de hacer el Bien tampoco se encuentran a priori en los otros dos novatos. Vath Sarn es ranniano e Isamot Kol, thanagariano. Teniendo en cuenta que ambos mundos estaban en guerra, sabremos para qué querrán sus poderes al principio. De forma ciertamente previsible, los tres acaban haciendo honor a su puesto y acatando la confianza que los Guardianes y los anillos han puesto en ellos.

Otros personajes que circulan por la serie son Salakk, el sarcástico Green Lantern que ahora ejerce como administrador y único enlace de los Guardianes con el exterior. De sus contadas apariciones en la miniserie, podemos inferir que algo no marcha del todo bien, y cierta escena de Green Lantern Corps nº 1 confirmará esas sospechas. Otros Green Lanterns destacables a los que veremos son el Hombre Verde y Mogo. Este último fue una creación (o ida de pinza, según se mire) de Alan Moore y, si bien no es del todo original, su condición de planeta viviente es única en la mitología de los Linternas. Hal Jordan y John Stewart también harán sus apariciones al principio y al final de la historia, pero nunca tomarán el control de la situación ni eclipsarán a los protagonistas.

La historia

SPOILERS A CONTINUACIÓN



Cuando Tarkus Whin, Linterna Verde destinado al sector 1.417 muere atrapado por un agujero negro formado al borde del sector, su anillo elige como sustituta a la korugariana Soranik Natu. La joven doctora no se encuentra en absoluto contenta con la elección, pero viaja a Oa para reunirse con los demás recién llegados a los Green Lantern Corps. Otros de los presentes son Isamot Kol, un saurio de Thanagar, y el ranniano Vath Sarn. Ambos se entrenarán para ser los defensores de su sector, el 2.682, que actualmente se encuentra inmerso en una guerra sin cuartel entre sus dos planetas. Allí los esperan Kilowog y un grupo de veteranos instructores que incluye a Guy Gardner y Kyle Rayner, dos de los cuatro Linternas activos en el sector de la Tierra. A pesar de la belleza del lugar y de la emoción colectiva por la reconstrucción de la organización, Natu renuncia a la deshonra que para todo korugariano supone portar un anillo de poder.

Por su parte, Mogo, el planeta Green Lantern, es atacado por naves de Thanagar y un cuarteto de veteranos acude en su defensa. Se trata de Rayner, Gardner, Hombre Verde y Stel, que detienen la amenaza. Mientras están allí, captan una llamada de auxilio de Natu que procede del sistema Vega. Debido a un antiguo acuerdo entre Guardianes y Psiones, los Linternas no tienen jurisdicción allí, pero Gardner y Rayner deciden ir de todas formas. Allí deberán hacer frente a la Corporación Araña, responsable de los muchos agujeros negros que han aparecido en el universo. Los dos terrícolas y Natu se encontrarán con Isamot y Sarn, que fueron atrapados por los villanos mientras vigilaban el tráfico espacial en su sector. Kilowog, que acude en su rescate, se une a una batalla que no terminará en Vega. La Corporación Araña está convirtiendo el sol de Oa en una agujero negro, y la destrucción de la sede de los Green Lantern Corps es inminente. Sin embargo, Guy, en un alarde de madurez poco habitual, encabeza un plan para evitar la explosión del sol y derrotar a la Corporación al mismo tiempo. El resultado es una victoria por todo lo alto que sube la moral a los recién llegados y convierte a Gardner en Lantern One, el líder de campo de los Guardianes del Universo.


¿Misión cumplida?

La intención de Gibbons de convertir Green Lantern Corps en una odisea cósmica quedó de sobra cumplida con la miniserie. Más que un grupo de héroes, los personajes actúan según una estructura fijada por unos reglamentos que, para dar emoción a la historia, deben romper si es necesario y si su código moral lo exige. Los escenarios son variados (Mogo, Oa, el sistema Vega, Rann, Korugar), lo cual implica la sensación de periplo que suele acompañar a las grandes historias del espacio. No obstante, hay que tener en cuenta que Green Lantern Corps no es una serie aislada en su propio mundo, sino que forma parte de un universo compartido. Es por esto por lo que se echó muy en falta a la organización durante Crisis infinita aunque tuvieran un papel muy importante al final. En todo caso, la presencia de Gardner en la serie regular garantizará los lazos con los superhéroes habituales de DC mientras Gibbons mantiene sus tramas espaciales.
Más información:
Green Lantern: Rebirth.

GREEN LANTERN CORPS: RECHARGE AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

24.7.06

ERA DC (41): ACTION COMICS Nº 101

Fecha de portada: Octubre de 1946.
Editor: Whitney Ellsworth.
Portada: Wayne Boring (dibujo) y Stan Kaye (entintado).

1946 fue el comienzo de muchos cambios en el mundo del cómic de superhéroes. El final de la Segunda Guerra Mundial supuso el regreso a casa de muchos artistas que estaban en el frente, como Mort Weisinger o Murray Boltinoff, dos de los forjadores del mito de Superman. Precisamente, el año casi terminó con la que es una de las portadas más míticas de la edad de oro. La imagen de Superman retratando una explosión nuclear sigue hoy en día resultando chocante por su fuerza y por todos los valores pro americanos que transmite. La historia interior no tenía nada que ver con la portada, por cierto. El año supuso también una tendencia de DC a dedicar sus revistas nuevas o viejas a animalitos que hablaban en detrimento de los superhéroes; de hecho, la mayor parte de los nuevos lanzamientos propiciados por el levantamiento de las restricciones de papel se dedico a los bichos de marras. Terminada la guerra, la popularidad del género comenzaba a caer y publicaciones como Leading Comics o More Fun Comics empezaban a dejar de lado a sus anteriores protagonistas.

21.7.06

ERA DC (40): MORE FUN COMICS Nº 101

"The Origin of Superboy" (5 páginas).
Fecha de portada: Enero de 1945.
Editor: Jack Schiff.
Portada: Cliff Young (dibujo y entintado).
Créditos: Jerry Siegel (guión) y Joe Shuster (dibujo y entintado).
Recopilado en: No recopilado.
Edición española: Inédito.

Este fue el cómic en que nació Superboy, que no era otro que Clark Kent de jovencito. Era éste un paso lógico teniendo en cuenta lo rentable que era la franquicia, aunque a la larga a DC le ha traído bastantes dolores de cabeza. La idea, generalmente atribuida al editor Jack Schiff, fue en realidad cosa de Siegel y Shuster ya en 1938. Al guionista no le hizo ni puñetera gracia encontrarse con el personaje y el serial cuando volvió de la Segunda Guerra Mundial; y eso que figuraba en los créditos como creador de esta primera historia. Tal fue su cabreo que aquí comenzó la batalla legal por los derechos de Superboy, que aún hoy sigue en el aire. En cuanto a la historia, "The Origin of Superboy" relataba lo que tantas veces se recrearía. Jor-El explicaba al Consejo de Krypton lo que iba a pasar a su planeta y, como no le hacían caso, metía a su niño en una nave y lo enviaba a la Tierra. El planeta estalló y el chaval llegó a su destino, donde fue adoptado por los Kent, cuyos nombres de pila no se indicaban. A los ocho años, consciente de los poderes que le otorgaba la gravedad de la Tierra, se convertía en Superboy. Este cómic supone el principio de Tierra-1 (que no de la edad de plata) tal como se explicaría a posteriori.

20.7.06

52, SEMANAS 5 A 8

52 Weeks 5 through 8
Guión de Mark Waid, Greg Rucka, Grant Morrison y Geoff Johns.
Bocetos de Keith Giffen.
Dibujo de Chris Batista (Week 5), Joe Bennett (Week 6), Ken Lashley (Week 7) y Eddie Barrows (Week 8).
Complementos por Dan Jurgens (guión y dibujo).
DC Comics, 32 páginas, 2,50$ c/u.

Durante su segundo mes de puntual andadura, 52 ha continuado manteniendo el interés; bueno, el mío por lo menos. Las historias que nos cuenta avanzan a un ritmo correcto. Como decía el mes pasado, no hay prisa porque el equipo creativo tiene un año para contarnos esta historia. Eso sí, cada número tiene un detalle, sorpresa o momento que mantiene el misterio y nos invita a volver.

Lo más destacable de estos cuatro números serían, en mi opinión, oros tantos aspectos. El primero sería la evolución del Hombre Elástico, que empezó de forma muy trágica la serie y se va convirtiendo en el detective que era poco a poco. Eso sí, ha perdido el humor, cosa que tampoco es de extrañar, y ya veremos cuánto tarda en desmoronarse ante la que se le puede venir encima. La trama del culto kryptoniano puede venirle muy grande, y más si las cosas siguen en el camino que apuntan en el número ocho. En segundo lugar, me resulta muy atractiva la relación entre Steel y su sobrina Natasha, que podría tener consecuencias muy, pero que muy peligrosas para ambos.

En tercer lugar, tendríamos la situación política del Universo DC. En un terreno no muy explorado en los cómics de superhéroes, es interesante seguir el recorrido de una alianza internacional comandada por Kahndaq y Black Adam y apoyada por China y, seguramente en muy poco tiempo, por Rusia. La situación pone en apuros a los Green Lantern de la Tierra, y parte de ello se debe a ciertos recién llegados. Y es que, como tercer punto de interés, tenemos los personajes nuevos que se han creado para esta serie. Los Diez Grandes, el ejército de superhéroes chinos, promete dar mucho juego en la serie y en "Un año después" (léase Checkmate). Otro personaje creado en 52, o más bien recreado, es Kathy Kane. Convertida en una rica heredera propietaria del medio Gotham que no es de Bruce Wayne, esta Batwoman puede salir muy bien más allá de las inclinaciones sexuales de las que tanto se ha hablado.

El dibujo, vistos otros artistas que no sean Joe Bennett, demuestra que tener a Keith Giffen al frente de los bocetos da a 52 la consistencia necesaria. No es que los dibujantes tengan estilos radicalmente distintos entre sí, pero Giffen consigue que los cambios sean menos bruscos. Y es que, frente a los muy inspirados Bennett y Barrows, tenemos a un Ken Lashley algo soso y a un Chris Batista que parece encontrarse muy cómodo.

Una historia interesante, buenos momentos de caracterización, intriga política, dibujo consistente a pesar de la legión de artistas que se ocupan de él. ¿No tiene nada malo esto de 52?. Pues sí, tres cosas. Una es la subtrama con Starfire, Animal Man y Adam Strange, que me parece cogida con pinzas y se me antoja innecesaria a falta de ver hacia dónde nos lleva. Otra sería que no se huele a los tres grandes ni a lo que están haciendo durante este año sabático. Vale, sale Clark Kent pero muy de refilón. Esto me hace pensar en posibles miniseries o especiales dedicados a ellos...

Por último, está la "Historia del Universo DC" de Jurgens, que ya puedo afirmar que no me gusta. Es demasiado genérica y se centra mucho en los acontecimientos ocurridos desde finales de los noventa hasta ahora. Es cierto que eso sirve para poner en antecedentes directos a los recién llegados, pero los cambios producidos en el Universo DC en épocas anteriores a la Crisis original son muchos, y no se abordan lo suficiente. Menos mal que a Donna Troy le espera un futuro mejor que el de hablar con una grabadora con forma de balón.
52, BOOSTER GOLD, AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

19.7.06

EL AMO DEL OCÉANO

La rivalidad entre dos hermanos e incluso los enfrentamientos sangrientos entre ellos han servido como base a muchas obras literarias. Los cómics no han sido menos como veremos a continuación con uno de los ejemplos más destacados. El Amo del Océano, hermanastro de Aquaman, ha sido la némesis de este superhéroe desde la edad de plata. Humano o atlante según la versión, Orm Marius Curry siempre ha sentido envidia y un profundo odio hacia su hermano, que era el triunfador y el poderoso de la familia.


El Amo del Océano, en la versión pre Crisis

Aunque Aquaman llevaba en los quioscos desde principios de los años cuarenta, su malvado hermano no haría acto de aparición hasta 1966. La versión original del Rey de Atlantis era un humano que había adquirido poderes submarinos mientras investigaba la ciudad sumergida con su padre. En la edad de plata, el nuevo Aquaman era hijo de un humano, Tom Curry, y una atlante. La herencia de su madre era lo que le daba sus fantásticos poderes, que era justo de lo que carecía su hermanastro Orm. Éste era hijo de una humana y del propio Curry, y pasó su infancia acumulando rencor hacia Arthur. Entregado a una juventud de delincuencia, acabó sufriendo amnesia y haciéndose llamar Marius; también se transformó en un supervillano que atentaba contra la vida marina por medio de artilugios propios de la época, como el que le permitía respirar bajo el agua.

La primera aparición de este Amo del Océano tuvo lugar en "Coward-King of the Seas", una historia publicada en Aquaman (vol. I) nº 29 (septiembre de 1966). Realizado por Bob Haney y Nick Cardy, el cómic contaba cómo Aqualad tenía que soportar que Aquaman no actuara con total contundencia ante un villano que utilizaba una pobre ballena para conseguir sus fines. Arthur tenía sus motivos, y es que bajo la peculiar máscara de su enemigo reconoció a su hermanastro perdido. Héroe y villano volvieron a enfrentarse en más ocasiones, pero no fue hasta Aquaman nº 50 (marzo de 1970) que el Amo del Océano recuperó la memoria. Sucedió esto gracias a la intervención de Deadman en una historia escrita por Steve Skeates y dibujada por el difunto Jim Aparo.

Durante los años siguientes, el Amo del Océano volvió a combatir a su némesis y a otros héroes. Incluso se atrevió a desafiar a Aquaman y Superman juntos en DC Comics Presents nº 5 (1979). El personaje dio un paso adelante en su evolución como villano en la miniserie Aquaman que, en 1986, realizaron Neal Pozner y Craig Hamilton. Utilizando seis cristales mágicos de la antigua Atlantis, Orm se convirtió en un poderoso hechicero pero volvió a ser derrotado por su hermano con la ayuda de la bruja Nuada.

La miniserie, conocida por presentar el "uniforme de camuflaje" de Aquaman pretendió ser un relanzamiento post Crisis que respetaba lo sucedido anteriormente. Sin embargo, a posteriori sí se alteró el origen de Arthur y, por lo tanto, también el del Amo del Océano.

La lucha por el trono

El especial Legend of Aquaman de Keith Giffen, Robert Loren Fleming y Curt Swan fue el cómic en que se manipuló el origen de Aquaman de forma retroactiva. Publicado en 1989, convertía al personaje en el hijo de la reina Alanna de Atlantis y el hechicero Atlan. Exiliado por su cabello rubio que, según las profecías locales, no auguraba nada bueno, acabó tirado en Mercy Reef y adoptado por el farero Tom Curry. El pequeño Orin, pues así se llamaba, vivió a medio camino entre dos mundos hasta que conoció su herencia y el legado de su familia. Parte de ese legado era otra profecía que, según las Crónicas de Atlantis, aseveraba una eterna lucha por el poder entre dos hermanos.

Ese hermano perdido no aparecería hasta Aquaman: Time and Tide nº 3, realizado en 1994 por Peter David y Kirk Jarvinen. Orm se convirtió en el hijo de Atlan, que no de Tom Curry, y fue un hechicero desde el principio; también prescindió del apellido Curry en esta versión y se hizo llamar sólo Orm Marius. Se crió con una mujer esquimal y, en cuanto creció, estuvo preparado para reclamar el trono de Atlantis y la ciudad de Poseidonis, algo que no consiguió. A pesar del nuevo fracaso, Peter David logró integrar al Amo del Océano en la serie Aquaman que escribió durante varios años. El villano participó en la saga Underworld Unleashed, donde consiguió del demonio Nerón un poderoso tridente a cambio de su alma. Fue durante aquella historia cuando se enteró de que Aquaman y él eran hermanos.

La última aparición del Amo del Océano se ha producido en Aquaman (vol. IV) nº 26 y 27 (2004). Tras los últimos acontecimientos, Orm se había apropiado de la mano perdida de Aquaman, que se convirtió en una especie de reliquia, y la utilizó para intercambiar mente con su hermano. Como resultado, se convirtió en el despótico gobernante de Sub Diego durante un breve período de tiempo.

OCEAN MASTER AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

18.7.06

JSA CLASSIFIED: THE FALL AND RISE OF VANDAL SAVAGE

Guión de Stuart Moore.
Dibujo de Paul Gulacy.
Publicado en JSA: Classified nº 10 a 13 USA.
DC Comics, 32 páginas, 2,50$ c/u.
Reseña con spoilers

Vandal Savage es un villano recurrente en el Universo DC que basa su condición de enemigo temible en algo tan impensable como es la inmortalidad. Tras los acontecimientos más recientes, el amigo Savage se encuentra en una situación de lo más comprometida; básicamente, se está muriendo. No es la primera vez que se encuentra en una situación semejante, y siempre ha salido airoso. Esta vez se encontrará con un problema que no espera, esto es, que su propia hija le niegue el transplante que tanto necesita para continuar haciendo de las suyas.

Stuart Moore, guionista habitual de la actual Firestorm The Nuclear Man (serie que se supera mes a mes, por cierto), teje una historia de ésas que resultan atractivas sólo por estar protagonizadas por un villano. En "The Rise and Fall of Vandal Savage", recorremos la vida, obra y milagros del personaje a lo largo de una existencia tan dilatada que comienza en la prehistoria. Mientras, intenta llevar a cabo un plan desesperado con el que aspira a sobrevivir y que tiene como medio fundamental para conseguirlo a Alan Scott, el primer Green Lantern. A parte de que la saga se edite en JSA: Classified, el utilizar a Scott como antagonista es de lo más apropiado teniendo en cuenta que Vandal debutó en su serie hace ya sesenta y tres años de nada. Paul Gulacy realiza un trabajo simplemente correcto sin momentos especialmente brillantes pero siempre manteniendo una línea coherente y muy clara.

La conclusión de la historia es bastante previsible, porque sabemos desde el principio lo que sucederá de una forma u otra. Lo que resulta menos esperado es la ayuda a la que Alan Scott recurre en un claro momento de ruptura con su grupo habitual. Por otra parte, la última viñeta emula aquella conclusión de Superman / Batman nº 6 (USA, el número cinco de Planeta) en que Lex Luthor hablaba de una Crisis que llegaba. Aquí, un año después de ese evento, se nos deja caer una piedra semejante. «Si éste ha sido mi peor momento... Esperad al año que viene». Entre esto y lo del DCU Brave New World, amiguitos, pifostium habemus para 2007.
JSA CLASSIFIED AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

17.7.06

ERA DC (39): ALL-STAR COMICS Nº 17

Fecha de portada: Junio de 1943.
Editor: Sheldon Mayer.
Portada: Joe Gallagher (dibujo y entintado).
Créditos: Gardner Fox (guión), Howard Sherman, Joe Gallagher, Jack Kirby y otros (dibujo y entintado).
Recopilado en: All-Star Comics Archives Vol. 4 HC.
Edición española: Inédito.

He escogido este cómic un poco al azar porque hay muchos otros ejemplos de lo que supuso para el mundo del cómic el Comité de Producción en Guerra (War Production Board). El objetivo de éste era limitar el consumo de recursos en la población civil para favorecer el abastecimiento de los soldados. La restricción afectó al hierro y otros productos como el papel. La consecuencia directa fue que muchas revistas de DC tuvieron que reducir su número de páginas de un mes a otro e incluso ampliar su periodicidad. All-Star Comics nº 17 obtuvo un recorte de dos historias completas, y la cosa fue a peor en los números siguientes. En junio de 1943, Adventure Comics comenzó a salir cada dos meses, igual que More Fun Comics. Son sólo algunos ejemplos, porque todas las publicaciones recibieron recortes. Los personajes menos afortunados, como Manhunter o Sargon, vieron cancelados sus seriales debido a estas medidas. La situación se mantuvo más o menos igual hasta que acabó la Segunda Guerra Mundial en 1945.

14.7.06

CATWOMAN: SI VAS A ROMA...

Guión de Jeph Loeb.
Dibujo de Tim Sale.
Contiene Catwoman: When in Rome... nº 1 a 6 USA.
Planeta DeAgostini Comics, 160 páginas, 11,95$.

Acabemos la semana reseñando uno de los títulos estrella de Planeta del último Salón del Cómic de Barcelona. Se trata de Catwoman: Si vas Roma, la última colaboración de esa pareja tan prolífica y bien avenida que conforman Jeph Loeb y Tim Sale. El título escogido por Planeta queda algo extraño, pero es uno de los males menores que tiene esto de las traducciones. "When in Rome, do as the Romans" es una frase hecha que significa lo que el sabio refranero español llama "Donde fueres, haz lo que vieres". El título ideal para la edición patria habría sido Catwoman: Donde fueres... El problema es que Catwoman viaja a Roma literalmente, con lo cual se perdería buena parte del sentido original. ¿Tal vez hubiera estado mejor Catwoman: Todos los caminos...? En fin, hablemos del cómic en sí.

No sé a vosotros, pero siempre me ha sorprendido la capacidad que tiene Jeph Loeb para transformarse en un buen guionista cuando trabaja con Tim Sale. No he leído sus trabajos "de colorines" para Marvel, pero sus andanzas retroactivas en la mitología de Batman han sido de lo más acertadas. En otros trabajos más comerciales, y todos tenemos algún ejemplo en la cabeza, Loeb es lo que se diría un escritor mediocre que se limita a dar a sus dibujantes lo que quieren sin preocuparse por construir una historia coherente. Sin embargo, en obras como El largo Halloween o este Si vas Roma es capaz de construir una intriga que engancha y que no se contradice a sí misma. Selina Kyle y Edward Nygma viajan a Roma con la intención de resolver cierto misterio que no conoceremos de inmediato. Está relacionado con los anteriores trabajos de Loeb y Sale y, concretamente, con la muerte de Carmine Falcone, El Romano. El difunto mafioso ocultaba algún secreto que Selina pretende descubrir. Como es de esperar, no lo tendrá fácil. Está sufriendo ciertos delirios relacionados con Batman que le impiden actuar con claridad, y se cruza en su camino El Rubio, el ahijado de Falcone, con quien entablará una bella amistad. A esta premisa le seguirán bellos momentos en Roma, donde tendrá que buscar cierto anillo tras ser congelada por el hijo de el líder mafioso local, a quien se supone que ha matado ella.

La historia contiene buenas dosis de acción e intriga en las que Catwoman es capaz de sostenerse por sí misma sin ayuda de una aparición estelar de Batman. Al fin y al cabo, esta muchacha ya ha demostrado en sobradas ocasiones que es un personaje interesante en sí mismo, con motivaciones que van más allá de las de supervillano al uso. Eso sí, no penséis que Loeb no da ninguna patada a la continuidad en esta historia, porque hay una bastante gorda y está relacionada con cierta enemiga que se encontrará en la Basílica de San Pedro. ¿No es cronológicamente imposible que esté allí? Por otra parte, tampoco le veo mayor sentido a su presencia en esta historia más allá de la analogía fácil entre ambas, pero al menos Tim Sale se encarga de resolver bien la pelea con una buena coreografía.

Y eso que Tim Sale es un dibujante demasiado "personal" como para gustar a todos los públicos. Sus personajes son algo grotescos en algunos momentos, pero al menos consigue que Selina Kyle parezca una mujer atractiva durante toda la historia. Ahora bien, hay momentos en los que con el traje de Catwoman va hecha un adefesio. En general, dentro de su estilo, realiza un gran trabajo y recrea Roma con bastante acierto, cosa que, amigos americanos, pocas veces hacéis con las ciudades españolas. Pero eso sería un post para otro día en que haga menos calor...

ERA DC (38): BATMAN Nº 16

"Here Comes Alfred" (13 páginas).
Fecha de portada: Abril de 1943.
Portada: Jerry Robinson (dibujo y entintado).
Editor: Whitney Ellsworth.
Créditos: Don Cameron (guión), Bob Kane y Jerry Robinson (dibujo), George Roussos
(fondos y entintado).
Recopilado: Batman The Dark Knight Archives Vol. 4 HC.
Edición española: Inédito.

Batman nº 16 supuso la primera aparición de uno de los elementos más conocidos de la mitología del Señor de la Noche. Se trataba de Alfred, el mayordomo y fiel compañero del Dúo Dinámico que, al principio, era muy distinto del que hoy conocemos. Para empezar, su apellido no era Pennyworth sino Beagle (aunque el apellido no se sabría hasta más adelante) y era una especie de detective inglés que llegaba a Gotham con una misión privada. Su padre había sido el mayordomo de los padres de Bruce Wayne y, en el lecho de muerte, había pedido a su hijo que siguiera su legado. Alfred se presentó en la Mansión Wayne con la firme intención de convertirse en el mayordomo de Bruce y Dick. Al principio, a la pareja, digo dúo, no le hizo mucha gracia su presencia, pero pronto se ganaría su confianza desde que supo por casualidad que vivía con Batman y Robin. En esta primera encarnación, Alfred estaba gordo; sin embargo, en el serial de los cines el actor que lo interpretaba estaba delgado y llevaba bigote. En los cómics se adoptó ese aspecto tras una estancia de Alfred en un centro de belleza.

13.7.06

ACTION COMICS DE AUSTEN Y REIS

En Action Comics nº 812 y 813 (abril y mayo de 2004), Superman estaba metido de lleno en la saga "La caída de los dioses", más conocida como "Superman tiene una moto tuneada". Perpetrada por Michael Turner, Joe Kelly y Talent Cadwell, la saga sirvió como transición entre los equipos creativos fijos de las tres series del Hombre de Acero. Aquellos dos números contaron con sendos complementos realizados por los futuros responsables de la colección, Chuck Austen e Ivan Reis. En ellos, daban su particular visión de la relación entre Martha Kent y una Lana Lang anclada en el pasado y contaban una historia algo inverosímil sobre cómo Superman dejaba plantado a un niño cuyos padres murieron aplastados. Estos dos elementos serían dos de los puntales de su etapa en Action Comics, que abarcó los números 814 a 825 (junio de 2004 a mayo de 2005). Austen acababa de salir por la puerta grande de Marvel (o sea, a patadas) tras destrozar Los Vengadores pre Bendis, mientras que Ivan Reis comenzaba a labrarse una carrera muy digna mientras se apartaba de la espesa sombra de la influencia de Alan Davis en sus lápices. Las portadas corrieron a cargo del gran Arthur Adams primero y, después, de Ian Churchill. Su andadura en la serie se recopiló en los tomos Superman: The Wrath of Gog y Superman: In the Name of Gog, y se publica actualmente en España en la serie Superman de Planeta, conque ojo spoilers.

Se podría decir que el Superman de Austen y Reis se dividió en dos partes diferentes. Una ocuparía los números 814 a 818 y la otra, los 819 a 825. En el primer número, el de presentación oficial, el Hombre de Acero se enfrentaba a Kalibak y a Darkseid. La mitología del Cuarto Mundo de Jack Kirby siempre ha estado muy ligada a la de Superman aunque se haya ramificado con el tiempo por todo el Universo DC, y ofrece un buen puñado de villanos que se recuperan con cierta frecuencia. Kalibak, el hijo amargado del gran dictador cósmico, se presenta aquí como el pelele que realmente es mientras Superman ofrece gracias a Austen un aspecto poco explorado. Se trata del de héroe orgulloso de serlo y de tener sus poderes, el del campeón que disfruta haciendo el Bien. Es una faceta que no se explora en exceso y que, en manos de Austen, podría haberlo convertido en un héroe demasiado molón para el gusto de sus seguidores. El resultado era una cuestión de gustos que chocaba con las visiones del personaje que Brian Azzarello y Greg Rucka ofrecían en sus otras series, pero no dejaba de ser curioso y de resultar interesante. Si Austen se hubiera prolongado más, es posible que nos hubiéramos cansado de esta faceta, pero no desentonaba con el ambientillo general de la trama.

¿Cuál era ese ambiente? Pues el de una pelea tras otra sin mayor sentido ni sustancia y con muchos invitados especiales. Era muy similar a lo que Jeph Loeb ha estado haciendo en Superman / Batman pero sin textos de apoyo agotadores e innecesarios. Su primera saga larga fue una historia de acción sin mayores pretensiones. O eso creía yo, porque después resultó que sí las tenía, pero no adelantemos acontecimientos. Action Comics nº 825 rezaba en su portada "Guest-Starring: The Teen Titans", algo que sin duda vendría bien comercialmente a la serie. Fue una lástima que la presencia de Wonder Girl y Kid Flash no fuera aprovechada como ambos merecían, pero Austen sí realizó un buen trabajo con Superboy. Conner, el clon que nunca envejece y que se hace pasar por el sobrino de los Kent como excusa para vivir en Smallville, se convirtió en manos de Austen en el sidekick que Superman nunca había tenido como tal. Sí, había estado Supergirl en la edad de plata, pero el Superboy original nunca fue un compañero habitual de aventuras porque era imposible. Fue con la ayuda del Chico de Acero con lo que Superman contó para vencer a Gog, su primer gran enemigo de esta etapa.

Creado por Mark Waid y Alex Ross en su popular "Otros Mundos" Kingdom Come, Gog llegó al Universo DC por obra y gracia del hipertiempo. Recordemos que, en su mundo original, este villano había sido el responsable de la jubilación de Superman y el motivo de su regreso muchos años más tarde. En manos de Austen, Gog se convierte en un supervillano al uso que ansía destruir todo lo que se encuentra por delante, léase Smallville en este caso. Resumiendo, se diría que fue una especie de Juicio Final con alguna motivación oculta y algo difusa. En todo caso, Superman y Superboy lo vencieron no sin que el primero acabara con una lanza cargada con kryptonita líquida metida en el estómago. Los números 818 y 819 relataron su recuperación en los Laboratorios STAR. Ésta fue de lo más accidentada porque se corrió la voz de que estaba herido y una legión de villanos se presentaron ante el edificio para acabar con el héroe más poderoso del mundo. La ayuda de Wonder Woman, Steel y, de nuevo, Superboy, fue imprescindible para contener el ataque y vencer al Amo de las Armas. Precisamente, la presencia de Diana tuvo como resultado uno de los pocos momentos de lucidez de Austen a la hora de tratar a las mujeres. Conocido por su lema "la culpa es de los padres que la visten como putas" y su habitual misoginia, el guionista retrató a la amazona como una mujer que ama a Superman desde la más pura admiración. Su relación siempre será platónica porque se basa en el respeto más que en la atracción física. Un punto de vista muy acertado, en mi opinión.

El número 819, dibujado a medias por Reis y Joe Prado, contaba de forma paralela un combate entre Superman y unos gemelos tipo Fenris mientras Austen sentaba las bases de la relación entre Clark Kent y Lana Lang. A grandes rasgos, la definió como una pirada que no ha sido capaz de olvidar al que fuera su primer amor aunque se hubiera casado y hubiera tenido un niño de su mejor amigo. Y es que, como era de esperar viendo su trayectoria, el tema de la vida privada fue el punto más flojo de la etapa de Austen. No estuvieron mal los problemas profesionales de Clark, degradado por un Perry White incapaz de decírselo a la cara y que tuvo que ceder su puesto a Jack Ryder. Esto propició el retorno de Creeper en el número 820, dibujado por Carlos D'Anda, a tiempo para hacer frente a Silver Banshee. El número 821 también contó con dibujantes sustitutos, que fueron Luke Ross, Shane Davis y Renato Guedes. Reis necesitó un par de números para reponerse del inmenso trabajo que realizó durante las batallas contra Kalibak, Gog y el Amo de las Armas. Un gran sentido de la narración, rostros expresivos y cierta tendencia cinematográfica dieron como resultado un trabajo muy superior al que Jim Lee y Matthew Clark realizaban en las series hermanas, y supuso un salto cualitativo con respecto a Talent Cadwell en la propia Action Comics.

Con Reis de vuelta, Austen afrontó la que sería su despedida de la serie a la altura del número 825. Para ello, montó una saga con más frentes de los que podía cubrir. En el aspecto personal, profundizó en la relación entre Lois Lane, Lana Lang y Clark Kent y la llevó a un extremo que peligraba con derivar en un horrendo triángulo amoroso demasiado visto anteriormente. No siguió por ahí la cosa porque no le dio tiempo, pero podría haber pasado de todo. Como Lana cuidó a Clark mientras se recuperaba de la lanza de Gog, se dejó unas bragas en su casa. Lois estaba trabajando fuera de Estados Unidos y las encontró al volver. El resultado de la tensión que se le vino encima se vio en la cena de Navidad en casa de los Kent. Esto sirvió para que Austen retomase a Superboy como sidekick en la batalla inminente, y de paso puso sobre la mesa su visión de la relación entre Lois y Lana. En mi opinión, el mejor acercamiento que se ha podido hacer de ésta es el de amigas incómodas que se toleran por educación, pero Austen las convirtió en dos gatas en celo. En lo que sí acertó fue en usar a Martha Kent como mediadora para ponerlas en su sitio y decirle a Lana que haga lo que siempre hemos pensados los lectores, esto es, que siga con su vida y olvide a Clark de una vez.

Tras esta escenita familiar, Superman y Superboy se meten en un tinglado del que Austen no podrá sacarlos con soltura aunque Reis lo dibuje como pocos sabrían hacerlo. Mientras Juicio Final hace de las suyas, el guionista recupera a Preus, villano kandoriano de "La caída de los dioses", a Gog y a una especie de la Mole que sale en La Patrulla-X. El recuerdo de unos primeros números de acción divertida y espectacular se diluye en las verdaderas motivaciones de Gog para odiar a Superman. Descubrimos que es el niño del complemento del que hablábamos al principio, y también que es una especie de Kang que va saltando de un punto a otro del tiempo según le viene bien. Añadir una motivación pretenciosa y profunda, viajes temporales sin sentido, un Juicio Final medio héroe y un futuro apocalíptico muy manido empaña las batallas divertidas del principio y convierte la serie en algo de lo que Austen no podrá salir con soltura. La solución es lo que se dice deus ex machina y destroza por completo un año entero de serie.

Tras Action Comics, Austen siguió con su pobre fama entre los lectores mientras que DC va convirtiendo a Reis en una de sus estrellas. Tras La Guerra Rann / Thanagar y el subsiguiente especial de Crisis infinita, dibuja actualmente Green Lantern, una de las niñas mimadas de Dan Didio. Action Comics contó con un nuevo cruce con sus hermanas a manos de Judd Winick e Ian Churchill con el Capitán Marvel como invitado antes de involucrarse en Crisis infinita con Gail Simone y John Byrne. Actualmente, vive uno de sus mejores momentos con "Up, up and away!", co escrita por Geoff Johns y Kurt Busiek y dibujada por Pete Woods. En el futuro inmediato, contará con Adam Kubert como ilustrador y con un escritor aún no anunciado por la editorial.
ACTION COMICS, SUPERMAN, AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

12.7.06

SUPERMAN / BATMAN Nº 27

Guión de Mark Verheiden.
Dibujo de Kevin Maguire.
Portada de Ethan Van Sciver.
DC Comics, 32 páginas, 2,99$.
Reseña con spoilers

Mientras Jeph Loeb se marcha a Marvel para, probablemente, destrozar The Ultimates, Superman / Batman se ha quedado sin su creador y sus muchos delirios. Mark Verheiden es el nuevo escritor de una de las series más populares de DC. ¿Bajarán las ventas? Pues es posible, pero seguro que las historias no serán peores que las de Loeb. Además, lo acompañará a los lápices Ethan Van Sciver, uno de los últimos en incorporarse al Olimpo de los Hot. De momento, tenemos un número de transición dibujado por Kevin Maguire.

Una de las gracias de Crisis infinita es que lo sucedido en Tierra-2 está vigente y hay gente, como Power Girl, que lo recuerda. Lo que hace un año parecía un despropósito para la continuidad, ha generado de momento dos cómics de lo más divertidos. Uno fue el JSA nº 82 en febrero y, el otro, es este Superman / Batman nº 27. Power Girl y la Cazadora original (la hija de Batman, vamos) se enfrentan junto a sus respectivos primo y padre al Ultra Humanita. Todo va bien hasta que descubren que alguien ha metido los cerebros de Superman y Batman en los cuerpos de sus contrapartidas femeninas.

Verheiden construye una historia con fuerte sabor nostálgico, porque difícilmente se podría hacer de otro modo. Sin embargo, todo encaja en su debido lugar y es perfectamente coherente con lo sucedido en otros tiempos. El uso de villanos clásicos de Tierra-2 es muy acertado, y la relación entre Batman y la Cazadora es de lo más apropiada, con escena emotiva incluida. Además, Maguire, que ya podría prodigarse más, es de los dibujantes que mejor dibuja a Power Girl, porque logra que le quede neumática pero no grotesca, y su dominio de la expresión facial es imprescindible en algunos momentos.
SUPERMAN / BATMAN AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

11.7.06

EL CAPITÁN COMETA

El Capitán Cometa fue creado como personaje de ciencia-ficción en 1950, época en que este género estaba de moda. Sin embargo, tenía una fuerte carga superheroica que se aprovecharía posteriormente para insertarlo en el Universo DC tradicional. Su trayectoria ha sido la de un personaje secundario más, pero su reciente exposición en The Rann / Thanagar War ha generado la expectación necesaria para que obtenga una miniserie más o menos propia que se publicará a finales de 2006.

El Capitán Cometa en los años cincuenta

Las aventuras originales del Capitán Cometa se publicaron en la revista Strange Adventures. En el número nueve de dicha serie (junio de 1950), aparecía una historia escrita por John Broome e ilustrada por Carmine Infantino que supondría su primera aparición. Adam Blake era un joven superdotado que nació justo la noche en que un cometa pasaba cerca de la Tierra. A medida que crecía, el muchacho demostró tener habilidades de lo más peculiares, como encontrar objetos perdidos o leer a una velocidad inusitada. Ya de mayor, acudió al profesor Emery Zackro quien, tras unas pruebas, descubrió que era distinto a los demás. Adam era mutante pero no a lo X-Men; se trataba de un espécimen de la raza humana que no aparecería hasta unos cien mil años en el futuro. Su carrera como superhéroe comenzó cuando unos alienígenas intentaron invadir la Tierra y convertirla en un desierto. Apoyado por Zackro, se lanzó a la acción con un colorido uniforme que recordaba al de los cosmonautas. Los poderes del Capitán Cometa, como se hizo llamar, eran tanto físicos como psíquicos; era superfuerte e invulnerable, y además poseía telepatía y una telequinesis que le permitía volar distancias cortas aunque él recurriera a unos cohetes artificiales.

Mientras combatía alienígenas y otras amenazas de lo más extrañas, gorilas incluidos, el Capitán Cometa se convertía en su identidad secreta en bibliotecario. Gracias a sus poderes, absorbió todo el conocimiento que había adquirido la humanidad. Éste se le hizo corto con el tiempo y acabó marchándose al espacio en una nave llamada Cometeer con la que esperaba explorar el cosmos y ampliar su ya vasto conocimiento. Al fin y al cabo, su condición de superdotado lo había apartado desde pequeño de una sociedad que no lo comprendía. Sus aventuras en los cómics acabaron en Strange Adventures nº 49 (octubre de 1954), y nada más se sabría de él hasta bien entrados los años setenta.

El Capitán Cometa como secundario

En 1976, como parte de la avalancha de novedades que DC lanzó y cerró en la época, vio la luz Secret Society of Super-Villains, colección efímera escrita por Gerry Conway e ilustrada por Pablo Marcos. En el segundo número, el Capitán Cometa volvía de pasar muchos años en el espacio convertido en todo un experto en el mismo. De lo que no sabía tanto era de la vida en la Tierra y de sus héroes, así que la Sociedad Secreta de Supervillanos lo convenció de que Green Lantern era un villano y lo captó para sus filas. Con el tiempo, Adam se dio cuenta de que lo habían embaucado y se convirtió en el peor enemigo del grupo. Su participación en esta serie y, más tarde, en Crisis en tierras infinitas o DC Comics Presents, no sirvió para convertirlo en un personaje apreciado por el público, y no pasó de ser el invitado especial de algunos cómics de la casa.

Tuvieron que pasar unos pocos años más para que Blake encontrase un puesto fijo en alguna serie. Al final, se metió en L.E.G.I.O.N., colección de Keith Giffen (y Barry Kitson después) que relataba las aventuras en el siglo XX de los ancestros de la Legión de Superhéroes. El grupo liderado por el coluano Vril Dox encontró al Capitán Cometa cautivo de Dagon Ra, un traficante interplanetario de esclavos que tenía poderes sobre la materia. Tras un enfrentamiento tres años atrás, Dagon había capturado a Blake y lo había torturado. Fue Lobo, como enviado de la L.E.G.I.O.N., quien lo rescató y ayudó a derrotar al villano. Atado por una especie de deuda de honor, Blake se unió al grupo durante una temporada en la mantuvo un accidentado idilio con Marij’n, una mujer casada. También se enteró de que el cometa que pasó junto a la Tierra activó sus poderes latentes y, lo que era mucho peor, que servía como anfitrión para un parásito cuyo objetivo era apoderarse de Lady Quark. Las series de la L.E.G.I.O.N. y, posteriormente, de R.E.B.E.L.S., acabaron en 1996 y Blake volvió a perderse en el Universo DC hasta 2005.

Misterio en el espacio

El Capitán Cometa se convirtió gracias a Dave Gibbons e Ivan Reis en uno de los protagonistas de The Rann / Thanagar War. Esta miniserie de seis números, una epopeya cósmica en toda regla que funcionaba como uno de los preludios de Crisis infinita, recuperó a buena parte del cosmos del Universo DC y reunió a casi todos los héroes típicos de ese ambiente. El Capitán se encontró en Thanagar con Kyle Rayner tras ser enviado allí por Vril Dox y contribuyó a la derrota del villano de la historia al final de la serie. Es por esto por lo que se ha visto metido en Crisis infinita aunque de forma muy circunstancial y sin destacar entre el reparto coral de la historia. Sin embargo, su aparición en ambas series ha servido, como decíamos al principio, para que protagonice en noviembre de 2006 Mystery in Space.

Esta nueva serie limitada de ocho números recibe su nombre de la mítica colección de la edad de plata que protagonizó durante años Adam Strange. El encargado de escribirla será Jim Starlin, un gran experto en historias espaciales durante su dilatada trayectoria en Marvel. Starlin escribirá la historia principal, la del Capitán Cometa, que estará dibujada por Shane Davis, alumno aventajado de Jim Lee que se encargó de Batman al final de la etapa de JudD Winick. Starlin escribirá y dibujará los complementos de las aventuras de Blake, que estarán protagonizados por El Extraño y que se unirán a la trama central en el último número. ¿Le esperará al Capitán Cometa una serie propia después de esto?
CAPTAIN COMET AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

10.7.06

ERA DC (37): CAPTAIN MARVEL ADVENTURES Nº 18

"Captain Marvel Introduces Mary Marvel" (13 páginas).
Fecha de portada: Diciembre de 1942.
Editor: Rod Reed.
Portada: C.C. Beck (dibujo y entintado).
Créditos: Otto Binder, Mark Swayze (dibujo y entintado).
Recopilado en: Shazam! Family Archives Vol. 1 HC (anunciado para septiembre de 2006).
Edición española: Inédito.

Hemos hablado últimamente de Wonder Woman, la primera superheroína de todos los tiempos. La segunda en llegar fue Mary Marvel, la versión femenina del Capitán Marvel de Fawcett Comics. Dos años después de debutar en Whiz Comics, Billy Batson se había convertido en locutor de un programa de radio que organizó un concurso en que participaron algunas escuelas. Una de las concursantes era Mary Bromfield, una joven que tenía la mitad de un relicario. Billy tenía la otra, y ambos descubrieron que eran hermanos gemelos separados al nacer. Cuando Mary fue amenazada por unos secuestradores, Billy le concedió parte de sus poderes de Capitán Marvel, si bien para ella el acrónimo SHAZAM tenía otro significado. Mary Marvel tenía la gracia de Selena, la fuerza de Hipólita, la habilidad de Ariadna, la velocidad y el vuelo de Cefiro, la belleza de Aurora y la sabiduría de Minerva. La chica se hizo tan popular que incluso protagonizó su propia serie, Mary Marvel Adventures.

7.7.06

ERA DC (36): COMIC CAVALCADE Nº 1

Fecha de portada: Invierno de 1942.
Editor: Sheldon Mayer.
Portada: Frank Harry (dibujo y entintado).
Créditos: William Moulton Marston, Jerry Siegel, Bill Finger, Gardner Fox y otros (guión), Harry G. Peter, Sheldon Morloff, Frank Harry, Lou Ferstadt y otros (dibujo).
Recopilado en: Comic Cavalcade Archives Vol. 1 HC.
Edición española: Inédito.

Si World's Finest Comics reunía en una sola revista aventuras en separado de los héroes más populares de Detective Comics, esto es, Superman y Batman con Robin, All American Publications sacó a finales de 1942 un producto similar. El título aglutinaba nuevas aventuras de sus tres héroes principales, es decir, Wonder Woman, Flash y Green Lantern. Los tres compartían portadas pero no las aventuras interiores, que por lo general corrían a cargo de sus equipos creativos de sus otras aventuras. Por aquel entonces, Wonder Woman protagonizaba Sensation Comics y Wonder Woman; Flash, Flash Comics y All-Flash Quaterly; y Green Lantern, All American Comics y Green Lantern. El éxito de los tres personajes apoyó esta revista que contaba con más páginas de las habituales para relatar las aventuras de los protagonistas y otros personajes como Wildcat. En 1948, Comic Cavalcade dejó de relatar historias de superhéroes, que andaban de capa caída, y se dedicó a las historietas de animales que hablaban. Su cancelación definitiva tuvo lugar en 1954. Una curiosidad sobre la portada de este número: en Justice League of America nº 193 (1981), se publicó un avance de All-Star Squadron que comenzaba con Wonder Woman, Flash y Green Lantern corriendo una carrera como en de esta portada; era, pues, un claro homenaje que Roy Thomas y Rick Buchler hacían a la edad de oro.