Héroe.Com: LOS TITANES

Los primeros tiempos

Los Titanes (Teen Titans o “Jóvenes Titanes” en inglés) nacieron como la versión juvenil de la Liga de la Justicia de América (LJA) en plena edad de plata de los cómics de superhéroes. Por aquel entonces, todo héroe de postín tenía un compañero adolescente que lo acompañaba en sus aventuras y servía para enganchar a los lectores más jóvenes, que supuestamente se identificaban con el muchacho en cuestión.

En The Brave and the Bold nº 54 (junio / julio de 1964), curiosamente la misma serie en la que la LJA hizo su debú tres años antes, Robin, Aqualad y Kid Flash, compañeros de Batman, Aquaman y Flash respectivamente, unían fuerzas para derrotar al malísimamente malvado Mr. Twister en la bonita ciudad de Happy Harbor. Aquélla fue la primera aventura oficiosa de los Titanes, que no aparecieron como supergrupo oficial hasta el número 60 de la misma serie. Al trío se añadió Wonder Girl, versión juvenil de Wonder Woman, , y todos juntos derrotaron a un tal Separated Man. En este episodio, el grupo ya estaba fundado; años más tarde, en Teen Titans nº53, se relató la formación oficial y se incluyó a Speedy, compañero de Green Arrow, como fundador, aunque no fue miembro habitual del equipo hasta la marcha de Aqualad.

El creador del grupo, Bob Haney (con dibujos de Bruno Premiani), concibió el equipo como un producto destinado a los más jóvenes, y basó las historias de los Titanes en esta premisa. En febrero de 1966, salió a la venta el primer número de la serie propia del grupo, Teen Titans, que duró cincuenta y tres entregas. El grupo original compartió algunas aventuras, sobre todo en su última etapa, con una rama llamada Titans West que estaba formada por los hermanos Halcón y Paloma, Golden Eagle (una efímera versión juvenil de Hawkman), Beast Boy (miembro más joven de la Patrulla Condenada), la Batgirl original (Betty Kane), Arlequín (la presunta hija del Joker) y Lilith.

La época clásica

En 1980, DC Comics decidió que había llegado la hora de recuperar a los Titanes. Para ello, contaron con el escritor Marv Wolfman y con un dibujante llamado George Pérez que había despuntado en Marvel Comics y aceptó el encargo con la condición de poder dibujar la LJA. En DC Comics Presents nº 26, el tándem nos presentó a la nueva formación. En ella, había clásicos como Robin, Wonder Girl, Kid Flash o, en menor medida, Beast Boy (que se cambió el nombre por Changeling); a los héroes ya conocidos se añadieron novedades como Cyborg, Raven o la exuberante Starfire. Para saber de dónde habían salido los nuevos personajes, hubo que esperar a New Teen Titans nº 1, también de 1980, donde se explicaba el origen de los nuevos personajes y el porqué de su reunión.

En la primera saga, se relataba cómo la misteriosa mística llamada Raven reunía a Robin, Wonder Girl y a Changeling para recuperar la gloria de los Titanes. Kid Flash, reticente a volver a la vida de superhéroe, aceptó cuando se enamoró de Raven gracias a un conveniente hechizo de ésta. También en la primera historia conocíamos el origen de Cyborg y de la alienígena Starfire, princesa del planeta Tamarán. Tras varias historias, se descubrió el interés de Raven por reunir a sus compañeros; era la única hija del demonio Trigón, cuyo objetivo último era (oh, qué original) conquistar el mundo. Los Nuevos Titanes se convirtió de inmediato en un rotundo éxito de ventas gracias al espectacular dibujo de Pérez, entonces en plena evolución, y al tratamiento que Wolfman supo dar a los personajes. Los Titanes ya no eran niñatos con poderes o artilugios estrafalarios, sino héroes postadolescentes que tenían los problemas personales propios de cualquier adulto incipiente. Salvando las lógicas distancias, los Nuevos Titanes eran gente con problemas reales y cotidianos. En otras palabras, “marvelizaron” a los personajes. También crearon secundarios como Terry Long, el novio de Wonder Girl, y enemigos varios, algunos de ellos realmente memorables. Destacan entre éstos el ya mencionado Trigón (trilladísimo como conquistador del mundo pero impagable en sus formas), los Cinco Terribles y entre ellos Psimon, HIVE, la Hermandad del Mal y la némesis del grupo, Deathstroke, también conocido como Terminator.

Wolfman y Pérez hicieron temblar los cimientos del grupo durante la saga “The Judas Contract”, donde algunos personajes dieron un paso adelante en su camino hacia la madurez. Kid Flash ya estaba libre del hechizo de Raven y, sabiendo que sus poderes de supervelocidad lo estaban matando, colgó el traje de superhéroe. Robin, por su parte, decidió dejar atrás la sombra de Batman y abandonó a su mentor para convertirse en Nightwing. Joseph, el hijo de Deathstroke, se unió al equipo con el nombre de Jericho, uno de los personajes más queridos de la época. Por último, Terra, recién llegada a los Titanes y hermana del Geo Force de los Outsiders para más señas, resultó ser una espía de Deathstroke que murió al final de la saga, lo cual sumió en una profunda depresión al otrora alegre Changeling, con quien la difunta había mantenido una relación sentimental.

Tras la saga, la serie pasó a llamrse Tales of the New Teen Titans, pues una nueva colección comenzó en 1984 con el título New Teen Titans. También con guiones de Wolfman y dibujos de Pérez (este último abandonó Tales of tras la boda de Wonder Girl), la nueva serie comenzó con otra de las sagas por autonomasia de los Titanes: la del enfrentamiento definitivo contra Trigón y Raven, que acabó sucumbiendo al poder de su padre. Tras la historia, Pérez dejó los Titanes para embarcarse en Crisis on Infinite Earths. El grupo siguió funcionando, aunque las historias nunca fueron las mismas. Llegaron miembros nuevos como Kole y volvieron otros como Kid Flash, pero la colección jamás se recuperó de la marcha del dibujante. Curiosamente, las historias de Wolfman estaban menos inspiradas con los sustitutos de Pérez. Entonces llegó Crisis, el pitote editorial por excelencia.

Es cierto que Crisis dejó huella en todo el Universo DC por razones obvias, pero fue especialmente importante para los Titanes. El hecho de compartiera autores con la macrosaga propició que aparecieran más en ella que la propia LJA, que por aquel entonces estaba bastante hecha polvo. Además, hubo repercusiones para el equipo. Por una parte, murieron Kole y Paloma (miembro del grupo clásico) y Kid Flash se convirtió en Flash tras la trágica, heroica y justamente recordadísima muerte de éste. Por otra, Wonder Girl se convirtió en una contradicción en sí misma. Si en la cronología post Crisis los Titanes se formaron años antes de que Wonder Woman se convirtiera en superheroína ¿cómo era posible que Wonder Girl fuese una versión juvenil de ésta si formó parte de los Titanes originales? Semejante cagadita exigió una solución de altos vuelos en la que Pérez volvió a dibujar New Teen Titans y se montó un cross-over con Wonder Woman, que también realizaba él como autor completo. Entre los dos, consiguieron dar una explicación a la existencia de Wonder Girl, pero el personaje nunca volvió a ser el mismo. Ni tampoco la serie.

Los penosos años noventa

Los años siguientes fueron el preludio del desastre que serían los años sesenta. A pesar del declive cualitativo, la serie siguió funcionando bien e incluso Deathstroke, medianamente reformado, obtuvo su propio título. Se incorporó a nuevos personajes de poco interés, como Wildebeest, Pantha o Estrella Roja, y en una saga llamada "Caos Total", título apropiado donde los haya, se creó una tercera serie de los Titanes llamada Team Titans. Sus protagonistas eran los Titanes de un futuro alternativo, que habían llegado al presente para destruir al que se convertiría en el peor tirano de su tiempo.

Poco a poco, los personajes de toda la vida fueron cayendo en desgracia. Troya se quedó sin familia, Starfire volvió a Tamaran, Cyborg se fue a vivir a una planeta cibernético llamado Technis y Nightwing y los nuevos dimitieron cuando el gobierno de Estados Unidos obligó al grupo a trabajar para él. Antes de Hora Cero, el grupo se quedó en manos de Arsenal, anteriormente conocido como Speedy, que era un agente del Tío Sam. Junto a él, estuvieron Changeling y algunos de los miembros de Equipo Titanes, como Mirage o Terra (una versión futura que no había muerto); después se les unirían Donna Troy, como miembro de la policía intergaláctica Darkstars, y Green Lantern (Kyle Rayner). Raven se convirtió en una supervillana malísima que acabó perdiendo toda conexión con su padre y redimiéndose. Es con este panorama que terminó merecidamente la serie, allá por el número 130.

DC recurrió entonces a su comodín de los noventa, el inefable Dan Jurgens. Sus Teen Titans intentaban recuperar el estilo juvenil del concepto original y puso al frente del grupo a Atom, que había revertido a un estado adolescente tras Hora Cero. Con él, actuaban unos muchachuelos que a nadie le importan, y la serie cerró tras dos años de existencia.

En 1998, se publicó una miniserie titulada JLA / Titans donde aparecían todos los Titanes (vivos) hasta la fecha. El buen hacer de la guionista Devin Grayson y del dibujante Phil Jiménez propiciaron una buena acogida de los lectores y el nacimiento de una nueva serie regular, The Titans, escrita por la propia Grayson y dibujada por Mark Buckingham. El grupo contaba con viejos conocidos como Starfire o Cyborg, pero no con los "grandes". El público quería unos Titanes formados por los clásicos, y así se les concedió allá por el número 13. Los últimos Titanes de los noventa contaron, pues, con Nightwing, Troya (otra vez), Arsenal, Tempest (antes conocido como Aqualad) y Flash, y se mantuvieron en el mercado con altibajos importantes hasta la saga "Graduation Day", en la que moría uno de los fundadores y se abría el camino para una nueva serie de los Titanes.

El retorno a la grandeza: Los Titanes de Geoff Johns

La etapa de Wolfman y Pérez era difícil de superar como ha demostrado el tiempo. No obstante, el año pasado comenzó una nueva serie, Teen Titans, escrita por Geoff Johns y dibujada por Mike McKone que, si bien no supera los resultados del mítico tándem, se aproxima bastante.

Johns ha reunido un equipo formado por tres clásicos de los ochenta y la actual nueva generación de héroes de DC. Los primeros son Starfire, Cyborg y Changeling, que recupera su antiguo nombre en clave de Beast Boy. Los segundos son el núcleo de Young Justice, esto es, Superboy, Impulso, Robin y Wonder Girl.

La premisa de la serie consiste en que los mentores de los jóvenes, excepto Wonder Woman, consienten que puedan asistir los fines de semana a la nueva Torre de los Titanes (ubicada en San Francisco) para entrenarse como superhéroes y superen el trauma de la muerte de uno de los Titanes originales, muy ligado a uno de los jóvenes. En su primer fin de semana, que abarca los siete primeros números de la serie, los nuevos Titanes se ven implicados en una lucha contra Deathstroke / Terminator que cambiará la vida de alguno de ellos para siempre. Pero ¿es realmente Deathstoke su enemigo? Sí y no, es toda una sorpresa.

En estos primeros episodios, Johns comienza a introducir los elementos sobre los que girará su serie: el conflicto generacional entre los nuevos y viejos Titanes y el desarrollo de los más jóvenes como personajes. Robin se muestra necesitado de amigos de su edad y rebelde cuando es preciso. Superboy descubre que el origen de sus genes humanos es, cuanto menos, preocupante. Wonder Girl, por su parte, intenta desligarse de las ideas de su mentora, demasiado pacíficas para ella, y recibe del dios Ares un lazo mágico muy diferente al de aquélla. Por último, Impulso da un paso hacia la madurez y vive una serie de acontecimientos que le llevan a adoptar la identidad del nuevo Kid Flash.

Al mismo tiempo que todo lo anterior, se reafirma un romance entre dos de los personajes y los Titanes al completo tendrán que enfrentarse a la Liga de la Justicia y a una Wonder Woman bastante cabreada por la presencia de su discípula en el equipo. Y, en la recámara, se sugiere un enfrentamiento contra la Hermandad de la Sangre con Raven de por medio, un subargumento que comenzará a resolverse en la segunda saga, "Family Lost" ("Familia perdida").