19.1.05

BREVE HISTORIA DE LA PATRULLA-X (I)



Parafraseando aquella introducción que aparecía hace años en los cómics de Claremont, podríamos definir a la Patrulla-X como un grupo de superhéroes que «juraron proteger un mundo que los teme y los odia». Fueron uno de los últimos pasos de la "revolución Marvel" de los sesenta, fracasaron estrepitosamente y fueron renovados de forma que, aún hoy en día, están entre los cómics más vendidos del mundo. En los próximos días, daremos un pequeño repaso a la historia de este peculiar grupo.

La Patrulla-X original

En 1961, Stan Lee revolucionó el cómic de superhéroes con el incipiente Universo Marvel. La principal característica de aquellas historias era la combinación de acción y culebrón. Su primera creación, Los Cuatro Fantásticos, fue una atípica familia que adquiría poderes en un accidente espacial. Pronto le siguieron,entre otros, Thor, el todopoderoso dios del trueno de la mitología nórdica, el atormentado monstruo Hulk y Spiderman, un adolescente huérfano, inadaptado y tirando a pobre. Los superhéroes de Lee, dibujados por Jack Kirby y Steve Ditko según el título, distaban mucho de la perfección de los semidioses de DC Comics. Pero pronto rizarían el rizo.

En septiembre de 1963, Marvel sacó dos nuevos títulos. El primero era Los Vengadores, grupo que reunía a los héroes solitarios más poderosos de la editorial. El segundo era más novedoso: un grupo de adolescentes inadaptados y marginados por el solo hecho de ser mutantes; en otras palabras, habían nacido con poderes sobrehumanos. Eran, claro está, La Patrulla-X.

En aquellos primeros números de X-Men, se explicaba que los mutantes eran humanos normales hasta la adolescencia, época en que se despertaba un gen llamado "factor x" que les daba su poder. La mutación, consecuencia directa de los experimentos nucleares, podía afectarles físicamente o no, pero todos ellos obtenían algún tipo de habilidad. El profesor Charles Xavier, gran experto en genética, quiso reunir a un grupo de ellos para combatir a mutantes malvados que consideraban inferiores a los humanos normales y trataban de aniquilarlos. El peor de ellos era Magneto, primer supervillano al que se enfrentaría el grupo. El propio Xavier era mutante, por supuesto, y contaba con amplios poderes telepáticos. La fortaleza de su mente contrastaba con un defecto físico evidente (con perdón): era paralítico.

Los primeros pupilos de la Escuela Xavier Para Jóvenes Talentos fueron Cíclope, Ángel, Hombre de Hielo, Bestia y Chica Maravillosa. Cíclope, el joven Scott Summers, era el alumno aventajado y líder de campo del grupo; su poder consistía en un rayo de fuerza que proyectaba con los ojos de forma permanente, lo que le obligaba a taparlos siempre con un visor de rubí. El Ángel, o Warren Worthington III, era un rico heredero con alas y visión de pájaro. El Hombre de Hielo era el más joven e inexperto de todos, con poderes que consistían en congelar la humedad del ambiente. Por su parte, la Bestia era el más "diferente" de todos por las enormes extremidades que le concedían fuerza y agilidad sobrehumanas. Por último, la Chica Maravillosa, la mítica Jean Grey, tenía poderes telequinéticos y, en menor medida, telepáticos.

Lee y Kirby introdujeron buena parte de los elementos que caracterizan al grupo. La marginación, la relación entre Jean Grey y Cíclope y, por supuesto, los villanos. En aquellos primeros números presentaron a Magneto, la Hermandad de Mutantos Diabólicos, los Centinelas, Juggernaut (el hermanastro de Xavier), Unus El intocable... Entre ellos destaca Magneto, un superviviente del holocausto nazi cuyos poderes se manifestaron tras perder a su esposa. Los Centinelas eran la perfecta representación del odio entre humanos y mutantes; se trataba de androides programados para matar a estos últimos que fueron creados por el Doctor Trask.

Tras una veintena de números, Lee y Kirby dejaron la serie definitivamente en manos de Roy Thomas y Werner Roth. En conjunto, la serie era muy inferior a otras como Fantastic Four o The Mighty Thor, y pronto comenzó a flojear en ventas. Allá por 1966, se incorporaron como dibujantes Jim Steranko y Neal Adams con el objetivo de mejorar la situación, pero no pudieron evitar la pseudo cancelación en el número 66. Durante aquella época, se presentaron dos nuevos miembros del grupo. Uno era Kaos, hermano de Cíclope, capaz de proyectar poderosos rayos de plasma. La otra era Polaris, una joven con poderes magnéticos que al principio pensaba ser hija de Magneto. A pesar de la penosa marcha comercial, la etapa Thomas / Adams es hoy mítica por haber presentado una nueva versión de los Centinelas y, sobre todo, por la fantástica saga de la Tierra Salvaje.

La nueva Patrulla-X

La serie X-Men dejó de publicar nuevas historias en el número 66. El título languideció en los quioscos a base de reediciones hasta el número 93, publicado en 1975. Fue entonces cuando tuvo lugar un acontecimiento fundamental en la historia del grupo.

En X-Men Giant-Size nº 1, Len Wein y Dave Cockrum presentaron una nueva formación del equipo. Los miembros originales, ya mayorcitos, estaban prisioneros en la isla viviente de Krakoa, y Cíclope y Xavier reunieron un grupo de adultos de diferentes nacionalidades. Éstos rescataron a los originales y conformaron la que sería la nueva Patrulla-X. A partir de agosto de 1975, la serie X-Men empezó a editar nuevas historias de este grupo, aunque Len Wein la dejaría en el número 96 en manos de su ayudante Chris Claremont.

La nueva Patrulla-X estaba formada por Xavier, Cíclope y, como ya hemos dicho, varios adultos. Esto hacía la situación en la Escuela más extraña, ya que tenía poco sentido que aquellos héroes incipientes fueran a clase. En fin, cosas más raras se han vistos. Los nuevos miembros eran Tormenta (Ororo Munroe), una joven huérfana egipcia criada como ladrona y después venerada como una diosa por sus poderes meteorológicos; Lobezno, un antiguo soldado canadiense con el poder de curarse cualquier herida y que contaba con esqueleto y garras de adamantium tras un cruel experimento; Banshee, antiguo villano irlandés cuyo poder era tener un grito sónico; Coloso, un campesino ruso capaz de tranformarse en acero; Rondador Nocturno, un acróbata alemán capaz de teleportarse cuyo aspecto le hacía parecer un demonio azul; Ave de Trueno, un indio americano con fuerza y agilidad sobrehumanas; por último, Fuego Solar era un héroe japonés con poderes caloríficos. Este último abandonó enseguida el grupo por considerarse un solitario. En cuanto a Ave de Trueno, fue la primera baja del grupo y murió en un altercado con el Conde Nefaria.

En los números siguientes, Claremont y Cockrum presentaron a una raza alienígena, precursora del Nido, y a un villano llamado Eric El Rojo que enfrentó a Cíclope y Kaos. Sin embargo, todo fue un calentamiento de motores hacia el número 100. Tras explorar las personalidades de los nuevos Hombres-X y las relaciones entre ellos, Claremont comenzó en el número 98 su primera saga larga. En ella, los nuevos Centinelas secuestraron a Lobezno, Xavier y Jean Grey. Obviamente, la Patrulla acudió en su rescate y vencieron a los nuevos androides. No obstante, la base de Lang estaba cerca de la Luna, y el grupo tenía que abandonarla cuando estaba a punto de explotar y volver a la Tierra en medio de una tormenta solar. Jean Grey se ofreció a pilotar la nave y a proteger a sus amigos con sus poderes. Aparentemente, lo consiguió, pero fue a costa de convertirse en un ser de inimaginable poder llamado Fénix que, a pesar de conservar la personalidad de Jean, era incontrolable cuando se soltaba.

Fénix pudo probar sus poderes durante la saga donde la Patrulla viaja al imperio Shi'Ar, cuya emperatriz Lilandra acudió a Xavier en busca de ayuda. Eric El Rojo resultó ser un enviado del hermano de la reina, y sólo el poder de Jean Grey pudo salvar el universo. Poco antes, Claremont había devuelto a Magneto al primer plano y pronto intentó matar a la Patrulla.

En el número 108, el último de la aventura con los Shi'Ar, se produjo el cambio de Dave Cockrum por John Byrne. El equipo formado por Claremont y Byrne fue el empuje creativo definitivo de la serie, y su etapa es la más recordada por los aficionados. Empezaron simulando que Magneto había matado a toda la Patrulla excepto a Fénix y la Bestia, que volvía temporalmente. Cíclope y los demás comenzaron así un largo regreso a casa que los llevó de la Tierra Salvaje a Japón.

La etapa Claremont / Byrne dio lugar a momentos memorables: la lucha en la Tierra Salvaje, la primera aparición de Alpha Flight, réplica candiense de Los Vengadores, la introducción de Moira McTaggert (ex novia de Xavier) y su Isla Muir a las historias del grupo... No obstante, vista en perspectiva, toda su andadura fue un calentamiento para la saga definitiva de La Patrulla-X: "La Saga de Fénix Oscura". Extendida desde el número 129 hasta el 137, la historia contaba cómo un miembro del Club Fuego Infernal influía negativamente en Fénix e intentaba despertar su lado oscuro. El club en cuestión eran un grupo de aristócratas neoyorquinos con mucha mala leche y sed de poder. El miembro de marras no era más que Mente Maestra, uno de los fundadores de la Hermandad de Mutantes Diabólicos. Otros integrantes destacados del Club eran Sebastian Shaw y Emma Frost, la perversa y poderosa Reina Blanca.

Aunque la Patrulla venció finalmente al Club, Mente Maestra logró su objetivo y Jean Grey enloqueció. Se convirtió en Fénix Oscura y se enfrentó a sus antiguos amigos antes de lanzarse al espacio y destruir un planeta entero con todos sus pobladores. Poco después, Jean volvió a tomar el control de sus poderes, pero ya era tarde. Lilandra y los Shi'Ar encabezaron un juicio interestelar donde se declaró a Jean culpable de genocidio. Tras una épica batalla, Fénix acababa suicidándose y dejando solo a Cíclope, con quien al fin acababa de comenzar una relación estable.

El puesto de Fénix en la Patrulla fue ocupado por Kitty Pryde, una indecisa adolescente presentada durante la saga. Su poder era volverse intangible y pronto se convirtió en miembro por derecho propio. El canto del cisne del equipo Claremont / Byrne se produjo en los números 141 y 142. En ellos desarrollaron la historia "Días del Futuro Presente". En ella, se mostraba cómo el asesinato del senador Kelly, precursor de una ley a favor del registro de mutantes, desencadenaba un futuro muy negro. En él, los mutantes eran perseguidos y encerrados en campos de concentración. Todo intento de rebelión tenía como resultado una muerte segura. Rachel Summers, hija de Cíclope y Jean Grey en aquella realidad alternativa, envió la mente de la Kitty Pryde del futuro hasta su cuerpo del presente. Así, la Patrulla evitó el asesinato de Kelly, cuyos culpables iban a ser los nuevos miembros de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, liderados por Mística y su amiga (y amante) Destino.

La crueldad mostrada en la última saga de Byrne puso un broche de oro a su paso por la serie. A pesar de los resultados, guionista y dibujante se llevaban a matar, y al final el canadiense se marchó a Fantastic Four. Claremont continuó en la serie, cuyo título había cambiado a The Uncanny X-Men, a la espera de un nuevo dibujante regular. Volvió Cockrum durante una buena temporada en la que nos obsequió con una nueva historia del Nido, los Shi'Ar y los Saqueadores Estelares. Otros dibujantes de aquella etapa fueron Bob McLeod, Bill Sienkiewicz, Walter Simonson y, sobre todo, Paul Smith. En aquella temporada, Claremont presentó a Pícara, hija adoptiva de Mística, que acabó en la Patrulla cuando su madre pidió a Xavier que la ayudase a controlar su poder. La joven absorbía los poderes y la personalidad de todo a quien tocara, y no podía controlarse. El incidente más grave fue el de Carol Danvers, la Vengadora Miss Marvel, que estuvo al border de la muerte cuando Pícara, desatada, le absorbió los poderes y los recuerdos de forma permanente. Otro personaje importante presentado en la época fue Maddelyne Pryor, una mujer increíblemente parecida a Jean Grey que comenzaba un idilio con Cíclope. El resultado, boda y futuro embarazo.

El tema de Maddelyne ("Maddy") fue uno de los muchos subargumentos que Claremont estiró durante años. Si podemos decir que algo caracterizó al guionista en sus quince años al frente de la serie, fueron las subtramas y el hecho de adaptarse milagrosamente a los dibujantes que Marvel le asignaba. Como resultado de esto último, se mantuvo el nivel de la colección tras la marcha de Byrne, pero pronto las cosas se empezarían a poner confusas. ¿Alguien dijo spin-off? Pero de eso hablaremos otro día.

(Ilustración: Portada de X-Men Giant-Size nº 1, por Dave Cockrum.)

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