EL PLANETA KRYPTON
Portada de The World of Krypton nº 1, por John Byrne.
«Krypton, un lejano planeta tan evolutivamente avanzado que alberga una
civilización de superhombres. Son seres que representan el punto máximo del
perfecto desarrollo de la raza humana.»
Con estas palabras se refería Jerry Siegel al planeta Krypton en su primera aparición en Superman nº 1 (1939). Hoy en día, cuando se habla de Krypton, hay mucha gente que lo asocia más con este mundo imaginario que con el elemento químico del que tomó su nombre. Los lugares y personajes secundarios de la mitología de Superman son casi tan icónicos como el propio Hombre de Acero; ahí están Metrópolis, Lois Lane, el Daily Planet y, por supuesto, Krypton, como ejemplo.
Las versiones de Krypton
Por si fuera necesario, empezaremos diciendo que Krypton es el planeta natal de Superman. Cuando apenas era un bebé, su padre lo envió a la Tierra en una cápsula espacial para que fuera el único superviviente de la destrucción del planeta. De Krypton ha habido varias versiones desde 1939, pero éste ha sido el elemento invariable. El planeta explotó y sólo Kal-El, en principio, pudo escapar. Tan conocido como Krypton es la kryptonita, los restos radioactivos de la explosión del planeta.
Como hemos visto antes, el Krypton original estaba poblado por seres similares a los humanos y con superpoderes. Así pues ¿por qué no escaparon de su planeta cuando explotó? En los años cincuenta, se corrigió este elemento afirmando que un kryptoniano sólo tiene poderes cuando está en un planeta de inferior gravedad. No fue hasta los años setenta que se añadió la explicación del Sol. Superman tiene poderes en la Tierra por la radición amarilla de nuestro astro rey, mientras que en Krypton el sol era rojo y sus habitantes eran normales. La concepción original de seres con poderes se mantuvo durante toda la etapa pre Crisis para el Superman de Tierra-2, mientras que lo del sol amarillo se quedaba para Tierra-1.
Era precisamente el de Tierra-1 el Krypton más icónico. Se trataba de un paraíso super desarrollado y con grandes avances científicos. Gracias a los robots y los ordenadores, los kryptonianos no tenían ninguna preocupación y, al no haber pobres ni ricos, su sociedad era modélica y pacífica. Dos eran las grandes ciudades de este planeta, Kandor y Kryptonópolis. La primera fue presuntamente destruida por Brainiac, aunque años más tarde Superman supo que la tenía embotellada y reducida a escala. Logró arrebatarle tan precioso recuerdo, que guardó en la Fortaleza de la Soledad. Cosas que pasaban en la época. Tras la desaparición de Kandor, Kryptonópolis se convirtió en capital. El planeta explotó debido a un aumento de presión en el núcleo.
Como sabemos, todo esto de que Superman sea el único superviviente de la destrucción de Krypton era falso. En Tierra-1, teníamos a los muchos habitantes de la Zona Fantasma, entre ellos el General Zod, dando guerra. También estaban el perro Krypto y Supergirl, que venía a su vez de Argo City, toda una ciudad que sobrevivió a la catástrofe pero no a los rigores del espacio exterior tras la destrucción de su cúpula.
A finales de 1986, John Byrne redefinió el mito de Superman en la miniserie The Man of Steel. En ella, vimos la nueva versión de Krypton, muy distinta a la que nos ofrecían los tiempos inocentones de la edad de plata. Byrne nos mostró un planeta aséptico poblado por gente sin sentimientos que se reproducía sin contacto sexual. Todo esto no era más que un pretexto para que la humanidad de Superman lo hiciera más próximo a su planeta adoptivo que a sus raíces, pero Byrne estaba muy fino en aquella época e hizo un gran trabajo. Éste se completó en la clásica El mundo de Krypton, miniserie de cuatro números escrita por él mismo e ilustrada por Mike Mignola.
Byrne mantuvo la explicación de la radiación solar roja y amarilla para justificar los poderes de Superman. Sin embargo, alteró sustancialmente las causas de la explosión del planeta, que veremos a continuación. De paso, esta explicación le sirvió para dar un origen plausible a la kryptonita.
Sin embargo, qué sería de DC sin una buena retcon. En Superman: Legado, Mark Waid nos volvió a mostrar un Krypton más cercano a la concepción pre Crisis que a la de Byrne. Esto disgustó tanto a los aficionados que aún a día de hoy la editorial no ha explicado si la maxiserie se considera o no canónica. A continuación ofrecemos un breve resumen de la que, suponemos, es la versión oficial de la historia de Krypton.
La historia de Krypton
A cincuenta años luz de la Tierra orbitaba alrededor de una estrella roja un planeta llamado Krypton. El planeta estaba unificado con Kandor como capital y centro del poder. Se trataba de una sociedad idílica y sin preocupaciones en la que no existían las enfermedades ni las cargas de los trabajos domésticos. Los kryptonianos disponían incluso de un banco de clones (tres por habitante) que se usaban para reemplazar miembros y órganos en caso de accidente.
Krypton estaba en contacto con otras razas. Un mal día, hace cien mil años, un grupo de refugiados alienígenas llegaron al planeta. Su líder era el Clérigo, cuya religión pronto caló entre los kryptonianos y entró en conflicto con el raoísmo, la religión oficial del planeta que giraba en torno a Rao, el dios sol rojo.
Kem-El, miembro del Consejo Científico, reaccionó con la Gran Purga, un evento ajeno a la opinión pública que consistió en encerrar a los alienígenas en la Zona Fantasma creada por él mismo. El único superviviente fue el Clérigo, que siguió predicando sus creencias. Pronto comenzó a abogar por los derechos de los clones a una vida digna. Preocupado por una posible deserción de los seguidores del Clérigo, Kem-El tuvo la desfachatez de crear el Erradicador, un arma que alteró el código genético de los nativos de forma que morirían al dejar el planeta.
El Clérigo se acabó marchando pero su huella quedó en el planeta. El Movimiento por los Derechos de los Clones siguió durante milenios. La Guerra de los Clones estalló cuando el grupo terrorista Cero Negro detonó una bomba en Kandor que acabó con millones de sus habitantes. Poco antes, se destapó un escándalo: una mujer llamada Nyra había liberado y dado vida propia a uno de sus tres clones. Fue así como, durante mil años, la autoridad y los rebeldes lucharon sin cesar.
La guerra terminó cuando Van-El, líder del Consejo Científico, descubrió que Cero Negro pretendía destruir Krypton detonando una bomba en el núcleo del planeta. Al final lo evitó, pero el artefacto, conocido como Destructor, sí estalló de forma controlada y, aunque entonces no lo sabían, afectó de forma fatal al planeta.
Acabada la guerra, los kryptonianos se vestían desde su nacimiento con réplicas de las armaduras usadas durante el conflicto. Éstas les hacían si no inmortales, sí muy longevos, tanto que la reproducción se hizo innecesaria. Era un ordenador el que mezclaba genes compatibles de un macho y una hembra que ni siquiera se conocían y los gestaba en la Matriz de Nacimiento. Sin contacto físico, el planeta se deshumanizó y se convirtió en una sociedad aburrida y vacía.
Muchos años más tarde, el científico Jor-El, al que no le gustaba en absoluto la forma en que vivía su pueblo, hizo un hallazgo preocupante. Descubrió que muchos habitantes del planeta habían muerto debido a la "plaga verde". A causa del Destructor, el núcleo del planeta se había vuelto radiactivo, y pronto causaría una explosión fatal. De inmediato, alertó al Consejo, que no creyó lo que decía. Él estableció contacto con Lara, la madre su hijo Kal-El y enviaron a su hijo al espacio exterior para salvarlo de la muerte. El planeta explotó, y el resto es historia.
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