LO MEJOR Y LO PEOR: AGOSTO DE 2006
Comienza hoy una (otra) nueva sección en la que os hablaré de los que, para mí, han sido el mejor y el peor cómic publicado por DC Comics durante el mes anterior, y otros dos candidatos a haber ocupado ambos puestos. No hace falta decir que se trata de comentarios totalmente subjetivos y que cualquier sugerencia para mejorar la sección será bien recibida. Por cierto, contiene spoilers.
LO MEJOR
ALL STAR SUPERMAN Nº 5

Las ideas y los diálogos de Morrison fluyen a través de los dibujos de un Frank Quitely que demuestra que es capaz de dibujar lo que le eche su guionista de cabecera. Además de mantener la periodicidad, algo que parecía poco probable, el artista se permite alguna virguería visual en cada número. En esta ocasión, se trata de una página doble en la que Clark y Luthor van bajando las escaleras de la cárcel hasta el patio en un ejemplo de la perfección a la que se acerca la forma de narrar de este señor. Por otra parte, su caracterización de Clark Kent con ropa ancha para disimular los músculos aleja al personaje de su habitual aspecto de modelo de trajes y corbatas y hace mucho más creíble que Luthor no sea capaz de reconocerlo ni siquiera cuando se quita las gafas.
Los candidatos


LO PEOR
NIGHTWING Nº123.

Los primeros números del “año después” de Bruce Jones tenían cierta gracia pero levantaban muchas suspicacias. En efecto, tras dos entregas el conflicto entre el Nightwing verdadero y el sustituto (o lo que sea) se hizo cansino hasta aburrir, y si a eso le añadimos unos villanos de cartón y una versión femenina del protagonista, tuvimos un auténtico desastre de saga. Este número en concreto sirve como secuela de esta historia anterior y sigue la misma línea. La actitud de Nightwing es a veces incomprensible y a veces absurda, y se nota que Jones ya no sabe qué narices hacer con él. La nueva relación sentimental de Dick El Modelo Semental Grayson hace aguas como se podía prever desde el principio, y es de esperar que esta señora desaparezca de la serie lo más pronto posible. El único consuelo posible es que sólo faltan dos números para que llegue Marv Wolfman. Ah, que entrará Dan Jurgens como dibujante. Cachis.
Los candidatos

Flash: The Fastest Man Alive nº3. La nueva serie del también nuevo Velocista Escarlata es la peor colección que DC publica en este momento. Danny Bilson y Paul Demeo no saben escribir cómics y se nota, y tampoco saben qué hacer con el protagonista. Dos números de presentación han precedido a este cómic en que, por fin, podemos intuir un inevitable, manido y soporífero enfrentamiento con un mejor amigo corrompido por sus poderes. Nada nuevo y nada bueno. No obstante, hay que reconocer que Karl Keschl ha realizado un gran trabajo en este número y lo medio salva. El mes que viene, vuelve Ken Lashley para rematar la faena.

Hawkgirl nº51. Walter Simonson tiene un serio problema con las historias que escribe de un tiempo a esta parte. Su Wonder Woman fue horrible, pero al menos sabíamos que se trataba de un encargo temporal y alimenticio. El problema con Hawkgirl es que está aquí para quedarse y ha convertido una de las mejores series de DC en un aburrimiento. Es cierto que el tono oscuro y siniestro supone un cambio interesante, pero no sé cómo encaja un personaje como Hawkgirl en todas estas historias. Además, el presunto retorno de Hawkman es decepcionante y tramposo. Howard Chaykin, que este mes ha escrito un gran JLA: Classified, sigue con su estilo habitual que ni es bueno ni malo y depende del gusto de cada cual.
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