6.9.06

STARFIRE (2 DE 3)

La dura historia de la princesa de Tamaran

Sobre la vida de Koriand’r antes de escapar a la Tierra, Wolfman y Pérez fueron dejando pinceladas aprovechando momentos en que los personajes se relajaban y se conocían mejor los unos a los otros. La reconstrucción más completa llegaría en Tales of the New Teen Titans nº 4 (CDCNT nº 6). La miniserie, publicada en 1982 y realizada por los mismos autores, ubicaba a los Titanes de acampada y de vacaciones, durante la cual los tres miembros “nuevos” y Changeling relataban su pasado. Fue ese número el que sirvió para atar todos los cabos y explicar qué era Tamaran, donde estaba y por qué Koriand’r tuvo que huir de él.

Tamaran, el octavo planeta del Sistema Vega, estaba gobernado por el rey Myand’r y la reina Luand’r. Era un mundo paradisíaco en que los humanos vivían en armonía con las plantas y los animales mientras aprendían a manifestar sus sentimientos sin tapujos. Los tamaranianos tenían la peculiar habilidad genética de absorber la energía solar y utilizarla para volar, lo cual explicaba en parte la libertad de que disfrutaban. Los problemas comenzarían cuando Komand’r, la primogénita de los reyes y heredera al trono, desarrolló una enfermedad congénita que le impedía volar. Semejante carencia era impensable para una futura reina, de modo que se cayó de la línea sucesoria en favor de su hermana, Koriand’r. La primogénita sintió desde entonces un profundo rencor hacia ella y hacia su propio mundo que se acentuó durante su estancia con los Señores de la Guerra en el planeta Okaara.

Dicho mundo, el decimotercero del sistema, había vivido tiempos mejores. La sociedad pacífica que construyeron sus habitantes se desmoronó tras el ataque de los psiones, una raza cruel y despiadada. Éstos raptaron a X’Hal, una okaarana con la que experimentaron hasta darle poderes propios de una diosa. De las pruebas nacieron dos hijos, el buen Auron y otro malvado de nombre desconocido. Fue éste quien corrompió Okaara hasta que la guerra civil desembocó en un holocausto nuclear. Los supervivientes recuperaron a X’Hal y la adoraron como una diosa. Además, juraron nunca más entrar en guerra con nadie pero, paradójicamente, perfeccionaron el arte y la disciplina militares. Al planeta devastado acudían a entrenar cuerpo y mente jóvenes de todo Vega, entre los que estuvieron Komand’r y Koriand’r.

La rivalidad entre las hermanas se acentuó durante la estancia en Okaara, sobre todo al final. Durante una prueba decisiva, Komand’r hizo trampa para liquidar a Koriand’r y fue expulsada por los Señores de la Guerra. Llena de rencor y sedienta de venganza, la primogénita de los reyes de Tamaran se unió a la Ciudadela y ascendió rápidamente gracias a sus malas artes. Su planeta natal era uno de los pocos de Vega que no se encontraban bajo el yugo de la Ciudadela, y a cambio de que les cosas siguieran así ofreció a sus padres un pacto: la paz a cambio de Koriand’r. La princesa se convirtió así en esclava de su hermana mayor, que la sometió a todo tipo de torturas y vejaciones. Sin embargo, los psiones, que eran enemigos jurados de la Ciudadela, atacaron su mundo (una luna cercana a la estrella Vega) y capturaron a las hermanas. La sádica obsesión por el conocimiento de los psiones los llevó a atarlas a un conductor de energía solar para comprobar cuánta podía absorber un tamaraniano antes de morir. Ambas resistieron y obtuvieron el poder de proyectar energía estelar. Se liberaron justo cuando llegaban las naves de la Ciudadela, y Kory acabó presa hasta que pudo huir de los gordanianos y llegar a la Tierra.

De vuelta a Tamaran

El segundo año de Los Nuevos Titanes terminaría con una saga espacial en la que participarían los Omega Men. Abarcaría The New Teen Titans nº 23 a 25 y The New Teen Titans Annual nº 1 (1982 / CDCNT nº 7 y 8). Curiosamente, la primera edición española de la serie, la de Zinco, contó con el Annual como complemento de los primeros números, con lo cual se estropeaba dos años de serie. Tras la batalla contra el Hermano Sangre, Starfire era capturada por los gordanianos y sus compañeros la perseguían a la nave nodriza. Allí se encontraron con Komand’r, que adoptaba el nombre de Blackfire y, tras expulsar a los Titanes de la nave, se llevaba prisionera a su odiadísima hermana.

Los Titanes, protegidos por el aura de Raven, llegaban al Satélite Orbital de la Liga de la Justicia de América, donde Superman les explicaba que no podía ayudarlos. Sin embargo, unos amigos suyos, los Omega Men, los acompañarían a Vega. Y es que dicho sistema era el planeta natal de estos guerreros contrarios a la Ciudadela. Los dos equipos viajaron a Okaara y defendieron este mundo de la invasión de Blackfire y la Ciudadela, que pretendían raptar a la diosa X’Hal. Mientras, Starfire estaba en manos de un experto torturador. Finalmente, la situación terminó con un combate a muerte entre las dos hermanas, que sería sólo el primero de los que estaban por llegar.

A parte de por reencontrarse con Komand’r, para Kory esta saga supuso el comienzo al fin de su romance con Robin. Cuando éste decidió emanciparse de Batman y adoptar la identidad de Nightwing, la alienígena fue uno de sus principales apoyos. Sin embargo, su relación no siempre fue idílica. Los caracteres de ambos, muy distintos, chocaron con frecuencia y, poco a poco, los fueron distanciando.

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