30.11.04

HULKA



Abogada, prima de Bruce Banner, versión femenina, inteligente y menos bruta de la Hulka, Vengadora, suplente de la Cosa en los 4 Fantásticos y, sobre todo, una mujer segura de sí misma, orgullosa de su poder, su color de piel y su descomunal tamaño. En otras palabras, Hulka.

Los primeros años

El origen de Hulka se encuentra en la serie de Hulk que triunfaba en televisión entre 1978 y 1982. La cadena que la emitía, CBS, pensó en crear un derivado con una versión femenina de La Masa. Al ver amenazados los derechos de una posible mujer Hulk, Marvel encargó a Stan Lee y John Buscema la creación de Hulka, que vio la luz en The Savage She-Hulk nº 1 (febrero de 1980).

Jennifer Walters era prima de Bruce Banner (Hulk), y durante la infancia habían sido muy amigos. La chica es abogada, y en ese momento lleva un caso contra un mafioso, que encarga que la asesinen. Jen sobrevive pero sufre heridas graves, y sólo una tranfusión sanguínea de su primo puede salvarla. Bruce acepta, pero huye al darse cuenta de que le ha pasado parte de su "maldición". En efecto, Jennifer se convirtió en Hulka. No era tan fuerte como su primo, aunque iba cargada con buenas dosis de rabia. Sin embargo, Jen conservaba su personalidad cuando se transformaba.

Lee y Buscema se encargaron sólo del primer número de la serie. Los sustituirían David Kraft y Mike Vosburg, y la colección se cancelaría en el número 25. Pero Hulka no estaba destinada a caer en el olvido de una moda pasajera y Jim Shooter la añadió a la formación de Los Vengadores en Avengers nº 221. Poco después, Roger Stern se hizo cargo de la serie y le dio al personaje un toque humorístico que más tarde desarrollaría John Byrne.

Hulka y John Byrne

Durante Secret Wars, Hulka estuvo con los Vengadores en el planeta formado por el Todopoderoso. Allí conoció a su némesis ideal, la villana Titania y, al final de la serie, aceptó ocupar el puesto de la Cosa en los Cuatro Fantásticos.

Fue en Fantastic Four y en manos de John Byrne que Hulka se convertiría en el personaje que es hoy en día. Byrne le dio personalidad y la hizo una mujer de pies a cabeza a pesar de su descomunal aspecto. A partir de la novela gráfica realizada por el mismo autor, Hulka ya no podía ser Jen Walters, lo cual no afectó a su carácter desenfadado. Fue en esa serie donde conoció a su único novio formal, el indio Wyatt Wingfoot.

Inevitablemente, la Cosa volvió a los Cuatro Fantásticos y Hulka reingresó en los Vengadores. En un episodio de Solo Avengers (en el número 14), Chris Claremont y Alan Davis devolvieron la faceta de abogada a la vida de una Hulka que ya no podía ser "normal", y el episodio funcionó como preludio de la nueva serie regular del personaje.

The Sensational She-Hulk fue una colección hecha a la medida de John Byrne, cargada de humor y referencias metalingüísticas que bebía del éxito de otros cómics sitcom como Justice League o Excalibur. Byrne dejó la serie en el número 13 en manos de Steve Gerber y Bryan Hitch, que mantuvieron el tono cómico. La serie se canceló en el número 60 a pesar del regreso de Byrne, y Hulka volvió a ser un personaje "de grupo" en series como Héroes de Alquiler y, ocasionalmente, Fantastic Four.

Kurt Busiek recuperó a Hulka durante una temporada en Los Vengadores, pero fue Geoff Johns quien hizo avanzar al personaje tras años de estancamiento. Tras los sucesos de "Zona roja", Hulka podía volver a ser Jen Walters de forma más o menos controlada, aunque su yo de Hulka pasaba por momentos de brutalidad desatada.

La nueva serie

Si digo que She-Hulk es la mejor serie que ha publicado Marvel este año, tal vez esté exagerando. La Casa de las Ideas y los Trades ha sacado otras cosas de calidad en 2004. Ahí están Supreme Power, o Astonishing X-Men para demostrarlo. Sin embargo, She-Hulk es una serie divertida en la que Hulka evoluciona como personaje sin atentar contra su historia anterior. Y sobre todo, es una colección en la que los autores son conscientes de su escaso potencial comercial, así que se permiten realizar una excelente labor sin dejarse presionar por los números.

Dichos autores son los, para mí al menos, desconocidos Dan Slott y Juan Bobillo. Este último utiliza un estilo cercano al cartoon que da un toque fresco a las nuevas aventuras de Hulka. Su sustituto ocasional es Paul Pelletier, con un estilo a medio camino entre Byrne y Davis. Pelletier es un buen dibujante, y Bobillo es muy bueno. Sin embargo, lo mejor de todo es Dan Slott, una excelente sorpresa que habrá que seguir de cerca a partir de ahora.

Los primeros seis números, que conforman el arco argumental "Single Green Female" ("Mujer verde y soltera busca...") comienzan explicando la adolescencia y primeros años de vida adulta de Jennifer Walters. Nos la presentan como una chica presionada por el mundo académico y las notas, que consiguió llegar a ser una excelente abogada a costa de no tener amigos ni novios. Inmediatamente, se nos presenta cómo es Hulka ahora: superficial, desinhibida, parrandera, promiscua... Y, sobre todo, no quiere ser Jennifer Walters aunque pueda, pues representa lo contrario de lo que quiere ser y es como Hulka.

El primer número sirve a Slott para torcer la vida de Hulka y situarla en su nueva serie. Los Vengadores y Jarvis están cansados de las farras que monta la chica en la Mansión, así que le piden que se vaya a vivir a otro sitio. Su novio, un modelo europeo, la deja por considerarla superficial. Por último, el bufete para el que trabaja la despide.

Justo cuando debe ahogar las penas en un bar y beber aunque su metabolismo le impida emborracharse, Hulka recibe la oferta de un conocido bufete de Nueva York: Goodman, Lieber, Kurtzberg y Holliwey. Su misión será la de llevar casos de índole metahumana en una división del bufete creada para tal fin. La única condición que le pone la firma es que debe trabajar en su forma de Jennifer Walters.

A partir del segundo número comienzan a definirse los secundarios de la serie, la mayoría de ellos empleados del bufete. Hay un mensajero velocista, un abogado fan de Spiderman, y un botones que no es otro que el muñeco gigante del Pensador Loco (el de la cabeza de cubo sin rostro). La biblioteca para documentar los casos es un sótano repleto de cómics Marvel anteriores a 2002, porque llevan el sello del Comics Code Authority, que pertenece a una agencia oficial.

Con tal panorama, no es de extrañar que los casos sean un despiporre a lo Ally McBeal y que tienen su punto más desternillante cuando Spiderman demanda a Jonah Jameson por injurias. A los juicios los acompaña una dosis justa de acción superheroica llena de invitados especiales como el Doctor Extraño, Chaqueta Amarilla o los Nuevos Guerreros.

En definitiva, si os gusta la comedia de situación y os interesa aunque sea un poquito Hulka, y además queréis leer un cómic diferente, no dudéis en en haceros con esta serie porque demuestra lo bien que se puede hacer cómics cuando hay ganas. Por cierto, parece ser que la serie se cancelará tras el número doce para empezar con un nuevo número uno poco después.

(ILUSTRACIÓN: Portada de Mike Mayhew para She-Hulk (vol. III) nº 1.)

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