AVENGERS WEST COAST: VISION QUEST TP

Portada de West Coast Avengers nº 45, por John Byrne haciendo un homenaje a John Buscema.

Hoy toca repasar un trade recientemente publicado por Marvel. Se trata de Avengers West Coast: Vision Quest, y recoge los números 42 a 50 de Avengers West Coast (1989) escritos y dibujados por John Byrne. (NOTA: La serie se llamaba West Coast Avengers hasta el número 47, después se cambió por aquello del orden alfabético en las librerías). En estos episodios y los siguientes, Byrne hizo una especie de remake de "La Saga de Fénix Oscura" con la Bruja Escarlata, algo que ya había intentado durante su etapa en Los Vengadores con Jim Shooter y David Michelinie. Durante este tomo, se pone a Wanda en situaciones cada vez más chungas, y lo que le quedaba en los números siguientes. Con todo, se supone que aquí comenzó un largo proceso que condujo hasta "Avengers: Disassemble", o al menos así reza el texto de la contraportada. De hecho, publicar un tomo con este material ahora sólo puede servir para dar más material a los seguidores de House of M y para presentar a los Vengadores de los Grandes Lagos, que acaban de protagonizar la genial miniserie GLA.

Hagamos memoria. Byrne acababa de dejar DC y los títulos de Superman y volvió a Marvel por la puerta grande. Se ocupó de guionizar Los Vengadores y de escribir y dibujar Avengers West Coast y Hulka. También hizo algún que otro encargo especial, como varios números de Lobezno o un anual de Factor-X. ¿Prolífico? Sí, y cumplidor también, pero empezó a notarse el exceso de trabajo. De hecho, es en esta etapa cuando comenzó el lento pero imparable declive del otrora genial autor, con Hulka como único logro destacable. Sigamos haciendo memoria. Walter Simonson se acababa de cargar a Los Vengadores de Stern para montar su propio grupo inverosímil. Éste duró más bien poco porque, al llegar Byrne, estableció que ya no habría más distinción estricta entre costas este y oeste y que sus miembros podrían pulular de una serie a otra sin que hubiera alineación fija.

La Costa Oeste (no quiero llamarlos Nuevos Vengadores para no liar) estaba en una situación muy malita. Steve Englehart dejó al grupo casi sin miembros, y Byrne lo fue repoblando poco a poco. La historia principal del tomo es un golpe de efecto que no hacía ni puñetera falta pero que dio mucho juego. Fue la ruptura entre Wanda y la Visión, y el comienzo de un inminente romance de ella con el Hombre Maravilla. Animalizó a Tigra, acercó más a la Avispa y el Doctor Pym y quitó de enmedio a Ojo de Halcón y Pájaro Burlón para que se juntasen con un grupo que creó ex profeso: Los Vengadores de los Grandes Lagos. Eran un grupo muy friki formado por fracasados de Milwaukee que aspiraban a ser superhéroes de postín. La idea no estuvo mal, pero hasta hace cuatro meses nadie ha sido capaz de sacarles partido. También incorporó a la Antorcha Humana original al Universo Marvel. Y, como fondo, se dedicó a putear a Wanda quitándole al marido, dejando que una especie de secta prehistórico científica la manipulase y empezó a insinuar que algo le pasaba a los hijos de la Bruja. Todo esto explotó en los números siguientes que, supongo, Marvel recopilará en breve.

Sobre la calidad del dibujo en sí, hay que reconocer que Byrne ha dependido siempre de sus entintadores. Esto se ve más con el paso del tiempo, y ahí está su actual y controvertido Action Comics para corroborarlo. Aquí, Mike Machlan no le hizo ningún favor, y la parte gráfica del tomo se queda muy coja, sobre todo con el re coloreado por ordenador (una manía que me irrita un poco, la verdad). Teniendo en cuenta que Byrne iba con exceso de trabajo en la época, os haréis a la idea de que el resultado está lejos de sus mejores trabajos. Como el guión, que carece de las ideas de trabajos anteriores y que se basa en un golpe de efecto tras otro.

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