5.9.05

FLASH (WALLY WEST)


Ilustración de Michael Turner para la portada de The Flash (vol. III) nº 207.

Concluye hoy esta serie dedicada a los sidekicks que han crecido para apartarse de sus mentores con el único que ha ocupado de forma permanente el puesto de su predecesor. Hablamos de Wally West, actualmente conocido como Flash III y anteriormente llamado Kid Flash I. De paso, haremos un resumen de su serie regular, ya que parece que vamos a verla por aquí. Por cierto, para un resumen de los Flashes varios, véase el texto "Flash: Los hombres más rápidos del mundo" de este mismo blog.

Kid Flash

Wally West era el sobrino de Iris West, la novia y futura esposa de Barry Allen, más conocido como el superhéroe Flash (II). Cosas de la vida, Wally era el presidente del club de fans de Flash en su ciudad natal, Blue Valley. Su tía Iris arregló un encuentro de Wally con el héroe en Central City. Mientras tenía lugar la reunión, un accidente igual al que dio poderes a Barry tuvo lugar con Wally como víctima; un rayo cayó sobre un estante de productos químicos que se desplomó encima del joven. Desde entonces, adquirió el poder de la supervelocidad. Todo esto ocurría en "Meet Kid Flash!", historia publicada en The Flash nº 110 (diciembre de 1960) y realizada por John Broome y Carmine Infantino. En el número 120, Barry confió a Wally su identidad secreta, que hasta entonces sólo había compartido con Iris.

Al principio, Wally llevaba un uniforme igual que el de Flash, algo inusual en los sidekicks de la época. El momento para darle su propio uniforme fue The Flash nº 135 (marzo de 1963), donde debido a una influencia alienígena Kid Flash lucía el traje que Barry había estado pensando que debería llevar. El nuevo uniforme dejaba al descubierto el color de cabello del joven. Para disimularlo, Barry incluyó en el anillo donde se escondía el traje un esprai que le teñía el pelo de castaño en cuanto aparecía el uniforme.

Además de sus muchas aventuras con su mentor, Wally participó en la fundación de los Titanes y fue miembro regular del grupo hasta que se disolvió. Los componentes se graduaron en The Flash Spectacular (1978), pero se reunirían brevemente poco después antes de disolver el equipo definitivamente. O no, porque mientras estaba en la universidad, la mística Raven lo reclutó para los Nuevos Titanes. Wally no quería volver a su vida de héroe y, para convencerlo, Raven lo hechizó para que se enamorase de ella. Fue eso lo que lo mantuvo en el grupo al principio y, aunque siguió con sus amigos tras enterarse, pronto lo dejó debido a problemas cardíacos. Cuando usaba su poder, el corazón de Wally se resentía y podía perder la vida en cualquier momento. En The New Teen Titans nº 39 (febrero de 1984), Kid Flash se retiraba oficialmente junto con Robin y, si bien ayudó a sus amigos durante la crisis provocada por Trigon (The New Teen Titans vol. II nº 2 a 5), no recuperó su identidad superheroica hasta Crisis en tierras infinitas.

La transición

Permitidme que retroceda en el tiempo, concretamente hasta The Flash nº 275 (julio de 1979). Barry Allen se había casado con Iris West cuando la desgracia cayó sobre ellos. El profesor Zoom, más conocido como el Flash Reverso, asesinó a Iris en aquel número realizado por Cary Bates y Alex Saviuk. Pasado el tiempo, Barry se enamoró de otra mujer llamada Fiona Webb y, cuando estaban a punto de casarse, Zoom intentó matarla también. En el número 324 (agosto de 1983), Barry mató al Flash Reverso por accidente. Comenzó así una larga saga que culminaría en el último número de la colección, el 350 (octubre de 1985). Flash iba a juicio por asesinato y era absuelto tras muchas penurias. Sin embargo, en el último episodio Barry se enteraba de que Iris estaba a salvo en el futuro y se iba a vivir con ella una existencia pacífica y feliz. Las narices.

En 1985, vio la luz Crisis en tierras infinitas. Y a Barry le tocó ser una de las víctimas del evento. Flash tendría una muerte heroica realizada por las hábiles manos de Marv Wolfman y George Pérez (con unas magníficas tintas de Jerry Ordway, por cierto). Tras volver del futuro, era atrapado por el Anti Monitor y encarcelado en Qward, donde el villano estaba construyendo el cañón de antimateria con el que acabaría con el universo. En uno de los momentos más memorables del Universo DC, Barry se sacrificaba para impedir que tal cosa ocurriese. Y sigue sacrificado, que tiene su mérito hoy en día; pero eso es otro tema.

La cuestión es que los héroes reunidos contra el Anti Monitor tenían que viajar hasta el fin del tiempo para acabar con el villano, y para eso necesitaban la energía cinética de dos velocistas. Uno era Jay Garrick, más conocido como Flash I; el otro debería haber sido Barry, pero nadie sabía dónde estaba. Recurrieron, pues, a Wally, que no tuvo más remedio que arriesgar su vida por la causa. Los héroes viajaron al fin del tiempo y, más tarde, libraron la batalla final en el universo de antimateria, donde Wally descubrió los restos del traje de Barry. Supo entonces que había muerto y, una vez superada la Crisis, adoptó en su honor el manto de Flash. Wally tenía una espina en el corazón desde que había declarado en contra de Barry en el juicio antes mencionado. Bueno, no es que declarase en contra; más bien contó lo que él había visto. De todos modos, del "Juicio de Barry Allen" hablaremos otro rato.

Las dudas del nuevo Flash

El mundo en general y la comunidad superheroica en particular siempre habían visto a Barry Allen como uno de los héroes más respetables de la Tierra. Esto se acentuó con su sacrificio, y Wally tuvo que comenzar su carrera bajo la permanente sensación de que no estaba a la altura de su tío. Sus poderes ya no eran un peligro para su salud, pero habían disminuido considerablemente. Lejos de poder correr a la velocidad de la luz, apenas llegaba a la del sonido y "El hombre más rápido del mundo" ya no era tal. Fue así como Wally volvió una temporada con los Nuevos Titanes y participó en los acontecimientos de Legends.

En 1987, DC Comics sacó la nueva serie The Flash protagonizada por Wally donde se vio todo lo de sus poderes y donde ganó seis millones de dólares en la lotería que despilfarró de mala manera. Además, rompió con su novia Frances Kane, que años más tarde volvería bastante loca y convertida en la resentida y malvada Magenta. También se lió con una mujer casada y descubrió que su padre era un manhunter durante el cross-over Millennium. Y todo en catorce números escritos por Mike Baron y dibujados por Jackson Guice. En el número quince, con el cambio de editor, llegarían William Messner-Loebs y Greg LaRocque para hacerse cargo de una larga etapa que llegaría hasta el número sesenta y uno. Wally maduró bastante como personaje cuando tuvo que vivir sin el dinero de la lotería y, sobre todo, cuando se enamoró de la periodista Linda Park. Fue también en esa etapa cuando se reformó (y salió del armario) el Flautista. A pesar de los cambios, Flash seguía viviendo a la sombra de su tío. Esto es una característica del personaje que aún sigue vigente hoy en día, pero sería el sustituto de Loebs quien daría un paso adelante a este respecto.

Mark Waid se hizo cargo de la colección desde el número sesenta y dos hasta el ciento sesenta y tres. Casi nada. Para muchos, este escritor es el definitivo, y poco más hay que decir sobre el personaje que él no estableciese durante su dilatada etapa. Además de afianzar la relación entre Wally y Linda hasta su boda (The Flash nº 159), inventó el concepto de la fuerza de la velocidad. Casi tan difícil de definir como el hipertiempo, podríamos decir que es una energía mística que otorga sus poderes a los corredores del Universo DC y a la que Wally tiene más acceso que nadie. Recordemos que sus poderes habían menguado tras la muerte de Barry, y Waid explicó el porqué. Al parecer, el accidente que dio los poderes a Kid Flash no fue tal accidente, sino que Barry, inconscientemente, le había transferido parte de su acceso a la fuerza de la velocidad. Cuando murió, esa fracción de poder fue abandonando a Wally, y fue en la saga principal (si puede haber alguna) de Waid donde el nuevo Flash conseguía plenos poderes. Dicha saga era "Velocidad Terminal", dibujada por Mike Weringo y unos primerizos (en Estados Unidos) Carlos Pacheco y Salvador Larroca.

Además de lo anterior, Waid hizo que Wally estableciera fuertes vínculos con el resto de los velocistas de la DC. Para empezar, se hizo gran amigo de Jay Garrick, ya integrado en el universo post Crisis después de Hora Cero y el regreso de la Sociedad de la Justicia. Por otra parte, se hizo amigo de Max Mercury, velocista de los cuarenta, y Jesse Quick, una mezcla entre velocista y yupi adicta al trabajo. Y también entró en juego Impulso, el nieto de Barry e Iris West llegado del futuro. Su tía, que por cierto también volvió, lo envió al siglo XX para que Wally lo enderezase. Impulso hizo su primera aparición en The Flash nº 91 (junio de 1994), y pronto obtendría una serie propia que duraría unos cien números. Construyó así Waid una "Familia Flash" que nada tenía que envidiar a los clanes de Superman y Batman. También estableció este escritor las "ciudades gemelas" Central City y Keystone City. Recordemos que, en el universo pre Crisis, Central era donde vivía el Flash de Tierra-1 (Barry) y Keystone, donde actuaba el Flash de Tierra-2 (Jay). Wally se instaló en Keystone, ciudad en la que todo el mundo sabía su identidad secreta, que había hecho pública para ahorrarse dolores de cabeza.

Como vemos, Waid dispuso muchos de los elementos para que Wally avanzase como personaje. Su mayor logro fue aligerar el lastre que suponía la herencia de Barry Allen, pero dejó una asignatura pendiente.

La nueva etapa

Antes que nada, me gustaría constatar que no le doy a Geoff Johns un epígrafe aparte por mis gustos personales sino porque es la etapa que estamos viendo en España. No querría, ni mucho menos, desmerecer con ello la excelente labor de Mark Waid. Johns llegó a la serie en el número 164 y la abadona este mismo mes en el número 225. Otra larga etapa, como veis, que Norma Editorial ha publicado hasta el número 182 y que Planeta retoma desde ya en tres tomo que llegarán hasta el doscientos para dar paso a una serie regular.

Decía que Waid había dejado pendiente algo. Estoy hablando de los villanos de Flash. A parte de algunas incorporaciones propias, como la ya mencionada Magenta, Wally seguía viviendo de los enemigos de su tío. Gente como el Capitán Frío, el Amo de los Espejos, el Capitán Bumerang y un largo etcétera seguían siendo los tipejos raros que ahora hacían la puñeta a Flash en vez de a Barry. Cuando llegó a la colección, Johns vio que poco se podía añadir a Wally como personaje sin alterar lo que ya estaba bien dispuesto, así que se centró en los villanos. Otras grandes aportaciones de Johns han sido la caracterización de Keystone como urbe industrial y fría que recuerda a su Detroit natal y los espléndidos secundarios del Departamento de Policía, por no hablar de la temible prisión para metahumanos Iron Heights y su sádico alcaide.

Johns comienza presentando sus cartas en la saga "Wonderland" que ilustró el español Ángel Unzueta. Pero no era más que un prólogo, pues donde comienza a dar caña es en la historia "Que corra la sangre", donde ya se incorporó el dibujante Scott Kolins, que lo acompañó hasta el número doscientos salvo fill-ins ocasionales. Alberto Dose y Howard Porter tomarían el relevo gráfico de la serie a partir de entonces, y son a los que veremos en la serie regular de Planeta. Con un magistral uso de las subtramas, elaboró una confrontación entre Flash y una reunión de sus peores enemigos que, lejos de concluir hacia el número ciento noventa como parecía, se ha ido extendiendo hasta el propio número veintinco. Por el camino, Johns nos ha presentado villanos nuevos como Cícada y nos ha hecho creíbles a frikis como el Capitán Frío o el Flautista. También ha dejado de lado a la Familia Flash, que no aparece con demasiada frecuencia; supongo que será porque ya tiene a Jay y a Impulso (o Kid Flash II) en JSA y Teen Titans, respectivamente.

Pero claro, algo tenía que tocar del protagonista principal. A Johns no le gustaba que Wally no tuviese identidad secreta, y montó un pollo de campeonato para eliminarla. OJO SPOILERS A CONTINUACIÓN (ya estaba tardando ¿no?). Durante un combate entre Flash y Gorilla Grodd, Hunter Zolomon, uno de los policías de Keystone, se queda paralítico. Desesperado, suplica a Wally que use la máquina del tiempo que hay en el Museo Flash de Central City para manipular los hechos, pero se niega. Así, Hunter en persona intenta activarla, pero la máquina explota y le da el poder de manipular el tiempo en que se mueve; es una especie de supervelocidad, pero no es lo mismo. Se convierte así en la nueva encarnación de Zoom (ver más arriba); su objetivo es enseñar a Wally lo que es el dolor.

A todo esto, Linda está embarazada de gemelos y se convierte en el blanco ideal para Zoom. Wally consigue detenerlo, pero no antes de que le provoque un aborto a su mujer. Desolado, Wally recurre al Espectro (Hal Jordan) para que borre de la mente colectiva su identidad secreta y la de Barry, ya de paso. Es en ese punto donde arranca el número doscientos, con un Wally que no sabe que es Flash y que debe descubrirlo poco a poco. Mientras sus enemigos se siguen posicionando en dos bandos que conducirán a "The Rogue War", última saga y traca final de Johns y Porter, Wally debe volver a ganarse el respeto de la Liga de la Justicia y de sus "familiares". También tiene que apechugar con un elemento del pasado de Barry relacionado con Identity Crisis y estabilizar su matrimonio tras el ataque de Zoom.

Sobre el futuro de Wally, al parecer la serie va a estar una temporada sin autores fijos. Según dijo el ilustre señor Didio en una reciente convención: «¿Para qué? Hay una Crisis cerca, y ya sabemos que a los Flash no les sientan bien las Crisis».

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