28.2.06

FLASH: CINCO AÑOS CON GEOFF JOHNS (1 DE 2)

La andadura de Geoff Johns en The Flash comenzó en el número 164 (septiembre de 2000) con un encargo temporal de seis entregas y terminó cinco años después en el número 225 (octubre de 2005). Hablamos en este texto de las principales sagas de esta larga etapa y también de la situación actual del Velocista Escarlata, cuyo destino tras Infinite Crisis está bastante en el aire.

"Wonderland"



Mientras estaba escribiendo JSA junto con David S. Goyer, Geoff Johns se enteró de que el puesto de guionista en The Flash estaba vacante y lo solicitó al editor Joey Cavalieri. El resultado fue "Wonderland", una saga de seis números que abarcó los números 164 a 169 de la serie. Aunque sólo tenía veintiocho años cuando comenzó a escribir The Flash, Johns es un seguidor confeso de la edad de plata gracias a los cómics de su tío que leía en casa de su abuela. El personaje de Flash siempre fue uno de sus favoritos, sobre todo por villanos como el Capitán Frío. El amigo Snart fue un personaje importante de la primera historia, y ha estado presente durante toda la estancia de Johns de una forma en que su importancia ha ido aumentando paulatinamente.

Dibujada por el español Ángel Unzueta, "Wonderland" comenzaba cuando Wally West se despertaba en la comisaría de un mundo que no era el suyo. En él, nunca había existido la fuerza de la velocidad ni Flash, y Barry Allen seguía vivo como policía científico. Tras recuperarse del impacto emocional que suponía ver a su tío, Wally era rescatado por el Capitán Frío y el Amo de los Espejos. Alguien los había contratado para sacar a Flash del mundo real, pero se habían quedado atrapados ellos también. Johns aprovechaba la ocasión para repasar las diversas encarnaciones del Velocista Escarlata y el impacto que tenía en los demás héroes su ausencia en batallas importantes. Tras deshacerse del Pensador y de Saqueador, un villano que daría mucho juego en el futuro, Flash y sus dos enemigos volvían a Keystone City. Pero no era la ciudad que conocían. Aprovechando la ausencia de Wally, un tarado llamado Hermano Grimm había convertido Keystone en un siniestro cuento de hadas en que él era el rey y Linda West, su prometida. Junto con Jay Garrick, Wally liberaba a su ciudad de tan extrañas circunstancias.

Según el propio Johns, "Wonderland" continuaba en cierto modo el tipo de historias que Mark Waid, el guionista anterior, había llevado a cabo. Cuando Cavalieri le propuso convertirse een escritor fijo, uno de sus primeros objetivos fue buscar su propio tono. La influencia de Waid en las aventuras de Wally West sería difícil de superar y, para conseguirlo, Johns se propuso abordar los aspectos de Flash que aún no se habían tocado. Uno de ellos era Keystone City, a la que quería convertir en un personaje más. La creación de Iron Heights fue fundamental para conseguirlo. La presencia constante de Goldface y su Sindicato 242 dio a Keystone un trasfondo obrero que necesitaba por ser la capital industrial del Medio Oeste. Otra dirección que había que seguir era la de Wally y Linda como recién casados. Y, por último, optó por utilizar a la Familia Flash lo menos posible, porque Waid ya había insistido bastante en personajes como Jesse Quick o Impulso. Por supuesto, aparecerían de vez en cuando, pero el protagonista de la serie iba a ser Wally y sólo Wally. Y por último, para enganchar a los lectores, Johns empleó desde el principio sus mejores armas; se trataba de los cliffhangers y de su habilidad para manejar subtramas.

"Que corra la sangre"



La primera historia de Johns como escritor regular de la colección coincidió con la llegada del nuevo dibujante, Scott Kolins. Tras varios trabajos de poca monta, el artista evolucionó su estilo hasta hacerlo idóneo para un personaje que se mueve a la velocidad de la luz. Kolins dio un aspecto único a Flash por la ausencia de sombreados que, por otra parte, le permitió fallar entrega en muy pocas ocasiones desde su incorporación hasta el número 200, el último que ilustró antes de marcharse en exclusiva a Marvel Comics.

Esta saga, que abarcó los números 170 a 173, fue la que ayudó a definir a Keystone City. Goldface, un antiguo villano retirado, se presentaba aquí como un líder sindical tan popular como intransigente. También supuso la primera aparición del agente Fred Chyre y el detective Morillo, dos carácteres muy dispares que, tras su colaboración en esta historia, pasarían a formar parte del Departamento de Hostilidad Metahumana de la policía local. Y también supuso el primer paso en la relación de Linda y Wally como familia. Por si fuera poco, también sirvió para presentar a un villano nuevo llamado Cícada, muy alejado de los habituales chorizos que conformaban la galería de villanos clásica. Pero vayamos por partes.

Wally y Linda asistían a un partido de hockey sobre hielo, el deporte rey de la ciudad, al que debía acompañarlos Jesse Quick. Johns nos mostraba a la joven heroína como una adicta al trabajo que antemponía su empresa a su vida disfrazada. Con esto, ya se dejaba entrever que poco íbamos a verla en futuras entregas de la serie. La velada quedaba interrumpida cuando Wally captaba un aviso de la policía: Magenta había regresado. Se trataba de una antigua novia del protagonista que enloqueció al utilizar sus vastos poderes magnéticos. La podréis ver en Clásicos DC: Nuevos Titanes nº 5, por cierto. Flash conseguía detenerla, pero se metía sin querer en una trampa.

Y es que Magenta se había metido en una secta liderada por Cícada que estaba asesinando a todas las personas a las que Wally había salvado durante su carrera superheroica. El objetivo era robar su fuerza vital para resucitar a la esposa de Cícada, a la que él mismo había asesinado. La adoración enfermiza del villano por Flash le llevó a la cárcel sin más, pero la saga tuvo una consecuencia a corto plazo bastante curiosa. Una de las víctimas de la secta había sido la agente Julie Jackham, una antigua novia de Wally que tenía un bebé cuyos ojos despedían relámpagos. ¿Acaso sería un hijo ilegítimo de Flash? La pregunta estaría en el aire durante unos pocos meses más pero, mientras, Linda y Wally se encuentran con otro problema: los acólitos de Cícada han volado su casa por los aires.

"El primogénito"



The Flash nº 174 fue un número de transición en el que pasaron cosas bastante importantes. Una de ellas fue la mudanza de los West, que a partir de entonces vivirían en pleno centro de Keystone. La otra sería el asesinato de los Rathaway, los padres del Flautista Moteado o, simplemente, Flautista. Recordemos que este villano se había reformado largo tiempo atrás y que, en este punto, era uno de los mejores amigos de Wally. El asesinato de sus padres era parte de un plan bastante retorcido que empezó a gestarse a partir de este momento, y que nos conduciría a uno de los puntos culminantes del Flash de Geoff Johns. Pero habrá que esperar un poco para esto.

Los dos números siguientes englobaron la saga corta "El primogénito", en la que se supo la identidad del padre del bebé de Julie Jackham. Contra todo pronóstico, no se trataba de Wally sino de uno de sus peores enemigos, que se había aprovechado de la situación cuando la difunta agente rompió con el superhéroe. Se trataba de Weather Wizard (Amo del Tiempo en la edición de Norma, Hechicero del Clima en la edición de Planeta). El bebé había sacado sus poderes de la varita de papá, y éste quería matarlo para ser más fuerte. No hace falta decir que Flash lo impedía heroicamente y que los West se quedaban con el pequeño durante unos días. No obstante, su hogar temporal fue el del detective Morillo.

Cronológicamente, después de "El primogénito" tocaba el especial Flash: Our Worlds at War, el inevitable cruce con el macroevento de 2000. No se puede decir que tuviera mucha importancia para la serie regular; de hecho, lo único destacable es la incorporación de Cyborg como secundario habitual. Lo demás, y me refiero a la carrera entre Flash y Black Racer, no es como para recordarlo. Dibujó el especial Ángel Unzueta.

Iron Heights



En agosto de 2001, se editó un especial titulado The Flash: Iron Heights que servía como presentación por todo lo alto de la prisión de Keystone City. Concebida como el centro del que nadie podía escapar, Iron Heights está gobernada por el alcaide Gregory Wolve, un sádico individuo con poderes telepáticos que es capaz de aplicar los métodos más expeditivos para aplacar a sus internos. Cuando funcionarios y presos empezaron a morir debido a una desagradable enfermedad de la laringe, Flash y Jay Garrick se adentraron en la cárcel con ayuda del único interno que había logrado huir, esto es, el Flautista. El viaje del trío hasta la fuente de la enfermedad era terrorífico, algo a lo que contribuyó de forma decisiva el dibujo de Ethan Van Sciver. Oscuro, tenebroso e incluso feísta cuando era necesario, su estilo encajó a la perfección, algo que el de Scott Kolins no podría haber hecho. Especialmente tétrica resultó la escena en que Flash y compañía se encontraban con Apagón, el villano con poderes energéticos que alimentaba las necesidades de la prisión en contra de su voluntad.

Aunque se tratara de un número único, Iron Heights no estaba apartado de los acontecimientos de la serie central sino todo lo contrario. Como supimos al final del cómic, el virus había sido liberado por un grupo de villanos cuyo objetivo era aprovechar la confusión para una fuga en masa. Del mismo modo, Johns también sacó partido a la situación para presentar a enemigos clásicos de Flash casi olvidados y para sacarse de la manga algunos nuevos como Viga o el inquietante Murmullo.

Preparando la gran saga

En la última página de Iron Heights, conocimos la composición de la nueva Galería de Villanos. Este grupo, que siempre ha consistido en la unión de enemigos habituales de Barry Allen, tendría por fin una versión moderna y con mucha mala idea. Liderada por la misteriosa Blacksmith, estaba compuesta por el Amo del Tiempo, Magenta, el Amo de los Espejos, Murmullo, Viga, Saqueador de la dimensión espejo y un nuevo personaje al que no tardaríamos en conocer. El ataque a gran escala contra el Velocista Escarlata aún se haría de rogar siete meses; sin embargo, a través de números autoconclusivos, Johns fue haciendo que los villanos minasen las fuerzas de Flash atacando a sus amigos y aliados.

La primera víctima fue Chunk. En The Flash nº 177, Saqueador le disparaba una bala que hacía que su control sobre el agujero negro que lleva dentro desapareciera. Toda Central City empezó a ser consumida por este entrañable personaje. Flash lo impedía arriesgando su propia vida, pero la cosa no había hecho más que comenzar. Antes de pasar al siguiente número, Johns y Kolins se encargaron de la historia central de The Flash Secret Files and Origins nº 3, en la que conocíamos a un nuevo miembro de la Unidad de Hostilidad Metahumana. Se trataba de Hunter Zolomon, el encargado de analizar psicológicamente a los villanos para predecir sus actividades y motivaciones. El recién llegado arrastraba un pasado trágico en el que había perdido a su suegro y casi a su esposa debido a un error suyo. Era un personaje emocionalmente inestable que, al cabo de un par de años, iba a dar mucho juego.

En el número 178, una empresa de jaulas llamada Cage Factory transportaba a Gorilla Grodd a Iron Heights cuando Magenta liberó al temible villano. Se producía en aquel momento una batalla memorable desde un punto de vista gráfico en la que Grodd arrasaba medio centro de la ciudad. Como en tantas otras ocasiones, el gorila no iba a ser un enemigo fácil de vencer pero, por el momento, Flash lograba meterlo en prisión. En el mismo número, Wally descubría a la siguiente víctima de la Galería de Villanos. La policía detenía al Flautista por el asesinato de sus padres. En realidad, el culpable era el Amo de los Espejos disfrazado, pero aparecía disfrazado en el vídeo de seguridad de la mansión de los Rathaway. Allí, su vida cambiaría para siempre debido a los abusos de Wolve y sus agentes, pero no estaría encerrado mucho tiempo. El número 179 fue un cruce forzoso con la saga "La última risa del Joker". Varios villanos, entre ellos Merlyn y Deathlock, irrumpían en Iron Heights y liberaban a buena parte de los reclusos. Uno de los que consiguió escapar fue el Flautista, pero aún tardaríamos un poco en conocer su destino.

Los dos episodios siguientes dieron algo de tregua a la trama de la Galería para presentarnos a Escondite, convertida en criminal debido a circunstancias personales, y profundizar en Apagón, que también había escapado de Iron Heights. Al mismo tiempo, se producían interesantes revelaciones sobre el entorno de Wally. Iris Allen, su tía y viuda del difunto Barry, regresaba al siglo XX y se hacía cargo del bebé de Julie Jackham. Por otra parte, descubríamos que Saqueador era la réplica del "mundo espejo" de un personaje muy familiar. Se trataba del detective Morillo, al que suplantaba después de raptarlo.



El número 182 sería un momento memorable por tratarse del primer "Rogue Profile", esto es, números en los que Johns profundizaba en las vidas de los enemigos de Flash. Como ya hemos comentado en alguna ocasión por aquí, los villanos clásicos de la colección, en su mayoría heredados de Barry Allen, eran algo absurdos e incluso ridículos. Con estos episodios, Johns consiguió dar motivaciones plausibles a las ajetreadas vidas de personajes como el Capitán Frío, al que trató de forma magistral en este episodio. Leonard Snart era hijo de un policía que se dio a la bebida tras la muerte de su compañero. Su madre escapó de casa tras recibir muchas palizas, que desde entonces recayeron en Leonard y su hermana pequeña. En cuanto pudo, se largó también y se metió en una banda de ladrones cuyo intento de atraco a un banco fue frustrado por Barry Allen. Snart pasó todo el tiempo que estuvo en la cárcel acumulando rencor contra Flash y diseñando su pistola de frío. A pesar de su carácter superficialmente curtido, Snart no pudo descansar hasta vengar la muerte violenta de Golden Glider, su hermana.

El siguiente episodio, The Flash nº 183, fue el prólogo oficial a la primera gran saga de Johns. Con aliados como Chunk, el Flautista o Morillo fuera de circulación, el guionista quiso evitar que Flash recibiera ayuda en lo que iba a venir. Jesse Quick tuvo que hacer frente a serios problemas empresariales y los Garrick se marcharon una temporada de Keystone porque Joan estaba muy enferma. A esto, se le añadió el último miembro de la Galería de Villanos, el nuevo e insoportable Trickster, y ya estuvo todo preparado para "Fuego cruzado".

"Fuego cruzado"



La saga en cuestión, publicada en los números 184 a 188, no decepcionó a nadie. Los preparativos habían sido muchos, y había llegado el momento de poner a Flash contra las cuerdas. Por una parte, el Amo del Tiempo y sus compañeros de la Galería de Villanos estaban arrasando Central City. Por otra, como éramos pocos, parió la abuela. El Pensador, al que Johns ya había tocado en JSA, se apoderó de Keystone a través de una especie de virus informático que atacaba las neuronas de los humanos. Una de las víctimas era Linda, claro, porque aún se podía jorobar un poquito más a Flash. Por cierto, que su único aliado sano antes de la saga, Cyborg, acabó atrapado en un espejo junto con el grueso de la policía local.

Con semejante panorama, Flash tenía que elegir qué ciudad salvar. Al final pudo con las dos amenazas, pero el camino no fue nada fácil. Para detener al Pensador, tuvo que dejar que controlase su mente con la esperanza de usar la fuerza de la velocidad para pensar más rápido que él. Con respecto a los villanos, todo se fue al garete en cuanto Viga empezó a acosar sexualmente a Magenta. Al fin y al cabo, los grupos de villanos nunca triunfan porque no tienen espíritu de compañerismo ¿no?

En la saga tuvieron bastante importancia Zolomon, Chyre y Morillo, que tuvo que hacer frente al Saqueador y descubrió que tenía factor de curación. También tuvo su minuto de gloria Goldface, que resultó ser el ex marido de Blacksmith. Ésta había robado y manipulado el suero original de este villano reformado, y se había convertido en aspirante a reina de los bajos fondos de Keystone. Sin embargo, con la derrota de su Galería de Villanos, todo quedó en un simple intento. Fue detenida, claro, pero no todos sus socios compartieron esa suerte. Y es que Johns, lejos de cerrar la saga sin más, ya se preparó otros tres añitos de subtramas. Por una parte, el Capitán Frío, que había ayudado a liberar a la policía del Amo de los Espejos, reclutó a éste, a Trickster y al Amo del Tiempo, que no habían sido capturados, para fundar un nuevo grupo. Y por otra, Johns terminó "Fuego cruzado" con una gran sorpresa. Linda estaba embarazada.

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