FLASH: CINCO AÑOS CON GEOFF JOHNS (2 DE 2)
El Flautista y otros cuentos
El número 189 fue un típico episodio de ésos que los yanquis llaman aftermath. Vamos, las consecuencias de una saga. Linda no quería hacer público su embarazo todavía y dejaba el periodismo para estudiar pediatría. Wally conseguía que Jesse Quick hiciera un poco de vida social. Joan Garrick se estaba recuperando de su enfermedad. Tía Iris y el agente Chyre estaban medio enrollados. Y por si fuera poco, el Flautista apareció en el despacho de James Jesse, más conocido como el Trickster original.
El número 189 fue un típico episodio de ésos que los yanquis llaman aftermath. Vamos, las consecuencias de una saga. Linda no quería hacer público su embarazo todavía y dejaba el periodismo para estudiar pediatría. Wally conseguía que Jesse Quick hiciera un poco de vida social. Joan Garrick se estaba recuperando de su enfermedad. Tía Iris y el agente Chyre estaban medio enrollados. Y por si fuera poco, el Flautista apareció en el despacho de James Jesse, más conocido como el Trickster original.
Precisamente, fue el Flautista el protagonista del número siguiente, el segundo de los "Rogue Profiles", dibujado por Justiniano. ¿Qué lleva a un chaval de padres millonarios a vestirse con un traje verde a lunares blancos? Pues llegaba el momento de saberlo. Sordo desde que nació, recuperó el oído gracias a implantes cibernéticos. Le fascinaba la música, pero era incapaz de tocar ningún instrumento por mucho que se empeñase. Cuando salió del armario y sus padres le echaron de casa, comenzó a robar para llamar la atención. Una historia durilla ¿verdad? Y lo que le quedaba al pobre Flautista por pasar, porque en el mismo número Trickster lo reclutaba para una misión en la que estaba implicado Ola de Calor. ¿En qué consistía? Pues sólo habría que esperar al número 220 para saberlo... Para lo que no habría que esperar sería para el retorno del Hermano Grimm. En el número 191, Scott Kolins regresaba después de un breve descando posterior a "Fuego cruzado" para ilustrar el enfrentamiento entre Wally, Hawkman y Grimm. Era un número casi de descanso si lo comparamos con lo que llegaba a continuación.
"El motín"
Los números 192 a 194 pusieron a prueba una vez más las virtudes artísticas de Scott Kolins. Un ejército de gorilas con superfuerza atacaban Iron Heights con un objetivo claro: liberar a Grodd. El resultado fue un motín en toda regla que sacó de la cárcel a muchos de los reclusos y provocó una desgracia. Y es que Grodd rompió la espalda de Hunter Zolomon, lo cual sembraría la próxima gran saga de la serie. No obstante, aún quedaba un pequeño viaje a la impresionante Gorilla City, que está en algún lugar de África. Allí, Flash sabría que los gorilas querían tratar a Grodd ellos mismos, y no consintieron que volviera a Iron Heights.
Los dos números siguientes tuvieron como protagonistas a dos villanos. El uno, Peonza, es un clásico de la colección y nos guardaba alguna sorpresa gorda para más adelante. El otro (la otra) era Escondite, cuyo padre fallecía finalmente. Por su parte, Wally se sentía culpable de que Zolomon no pudiera volver a caminar, pero se negó a cumplir su deseo. Con todo, el protagonista estaba tan bajo de moral que Linda insistió en que anunciasen públicamente su embarazo que, por cierto, era de gemelos.
"Guerra Relámpago"
Al final del número 196, Hunter Zolomon escapaba del hospital para hacer lo que Wally no quería. Se fue al Museo Flash de Central City e intentó usar la Rueda del Tiempo para volver atrás unos días y evitar que Grodd le rompiera la espalda. Pero fracasó, y la explosión le dio unos poderes que resultarían fatales para todo el mundo. El número 197 sería el prólogo del segundo punto álgido de la etapa de Johns, "Guerra Relámpago". Se trataba de un nuevo "Rogue Profile" que relataba la agitada vida de Zolomon. Había pasado por muchas desgracias y, para él, si Wally no le quiso ayudar fue porque él no había sufrido nunca. Así, se convirtió en Zoom en honor al villano mítico de Barry Allen con el objetivo de amargar la vida de Wally West. Y no lo hizo nada mal, no.
Los West y sus amigos celebraban el anuncio del feliz embarazo cuando una serie de explosiones sónicas arrasaron medio Keystone City. Jay, Wally e Impulso descubrían que el responsable era Zoom, que es mucho más rápido que cualquiera de ellos. Esto se debe a que su poder no procede de la fuerza de la velocidad sino de la manipulación del tiempo. Ninguno fue capaz de impedir su cruel plan, que consistía en provocar el aborto de Linda para que Flash supiera lo que es sufrir. Una vez lo consiguió, comenzó una carrera entre Wally y él para la cual Jesse Quick prestó sus poderes a su amigo y los perdió para siempre. Flash detuvo a Zoom y lo dejó en animación suspendida, pero el daño ya estaba hecho.
Wally llegó a la conclusión de que todo esto no habría ocurrido si su identidad civil no hubiera sido pública. Fue así como recurrió a su amigo Hal Jordan, el Espectro, para pedirle que borrase del recuerdo colectivo su verdadero nombre, y también el de Barry Allen, cuyo espíritu estuvo presente en tan memorable escena. Al final de The Flash nº 200, Keystone City llevaba varios meses sin Flash y nadie, ni siquiera Wally, sabía dónde se ha metido.
Obviamente, el número 200 fue un punto de inflexión en la colección. Para empezar, Scott Kolins se marchó a una nueva etapa en exclusiva en Marvel. Por otra parte, las tramas de Geoff Johns, que hasta ahora habían ido en continuo ascenso hasta culminar en "Guerra Relámpago", comenzaron a volverse más lentas y a iniciar cierta cuesta abajo.
"Ignición"
El resto de este texto contiene abundantes spoilers sobre la colección regular que actualmente se publica en España.
La primera saga "post Kolins" de The Flash abarcó los números 201 a 206 y supuso cierta ruptura con respecto a todo lo anterior. Por una parte, es la primera trama de Johns que está pensada para su recopilación en un bonito tomo de seis episodios (como así fue, de hecho). La historia es muy lenta y, con toda probabilidad, podría haberse contado en menos espacio. Por otra parte, el estilo del dibujante invitado, John Dose, es radicalmente distinto al de Scott Kolins. Este último dato significa que hay un cierto choque visual, pero cuidado, porque el estilo de Dose es muy apropiado para la historia que nos ocupa.
Wally y Linda West ya no se acordaban de que él era Flash, pero sí de que el héroe fue el responsable de que perdieran a sus gemelos. Al fin y al cabo, no fue capaz de detener a Zoom. Mientras Linda superaba su dolor, Wally encontró un trabajo en el turno nocturno de la comisaría de Keystone City. Allí llegaron dos nuevos agentes, el forense Alexander Petrov y la nueva especialista en villanos, Ashley Zolomon, la ex esposa de Zoom. Aparecieron en un momento crucial en el que por toda la ciudad se encontraba los cadáveres congelados de diversos policías. Y en medio de todo, parecía estar el Capitán Frío, el principal sospechoso.
Como no podía ser de otro modo, Wally fue notando sus poderes cuando se vio en circunstancias extremas, como un accidente de tráfico. Con la ayuda de Batman, recordó su pasado y también que él era Flash, es decir, el que no había podido salvar a sus hijos no nacidos. Con tan tremendo sentimiento de culpabilidad, Wally tuvo que hacer frente al verdadero villano de la historia, Míster Elemento, que era realmente el forense Petrov. El Capitán Frío, al final, resultó ser el aliado provisional de Flash porque, sin su enemigo, la vida no es la misma.
Las últimas páginas del número 206 presentaron al que sería dibujante regular de la serie hasta el 225. Howard Porter, viejo conocido de los lectores de DC por JLA, recuperaba el tono colorista de Kolins, pero con cierta tendencia a que los personajes le salieran más rígidas. Eso sí, había mejorado mucho desde su estancia en la Liga.
"El secreto de Barry Allen"
The Flash nº 217 a 214 contaron historias más o menos autoconclusivas que preparaban el terreno para el cruce de la colección con Crisis de identidad. Linda abandonaba a Wally cuando se enteraba de que era Flash, pero no tenía mucho tiempo para buscarla. Los ataques de Abra Kadabra y Peonza se lo impedían. Mientras tanto, Johns aprovechó para reconciliar a Flash con el resto del Universo DC. Primero, con sus compañeros velocistas Jay Garrick y Kid Flash; después, con la Liga de la Justicia; por último, con su amigo Nightwing. Después, Johns volvió a dejarnos descansar y nos regaló un nuevo "Rogue Profile" dedicado al Amo de los Espejos. Ya al final, Linda volvió y perdonó a Wally, de forma que las cosas volvían a estar más o menos en su sitio.
Por supuesto, la alegría iba a durar poco. El cruce de The Flash con Crisis de identidad fue devastador. Wally ya sabía lo que había hecho la Liga de la Justicia con el Doctor Luz, pero a través de una carta de Barry Allen se enteraba de algo muy grave. Había hecho que Zatanna lavase el cerebro del villano Peonza, y éste usó sus poderes para que se reformaran otros delincuentes como Magenta, el Flautista, Ola de Calor y el primer Trickster.
Y, hablando de villanos ¿dónde estaban? El Capitán Frío y compañía seguían con su pequeña asociación mientras Trickster, que trabajaba para el FBI, reunía a justo esos villanos reformados a la fuerza. Su objetivo era extraer información del cadáver del Capitán Bumerang para averiguar la mayor información posible sobre los otros villanos. Comenzaba así a gestarse la base de una guerra sin cuartel entre los dos grupos.
Antes, Johns escribió su último "Rogue Profile", que dedicó a Ola de Calor en el número 218. El siguiente episodio fue un cruce con Wonder Woman nº 214 que hacía aguas por todas partes. Ya preparando el camino hacia Crisis infinita, Johns y Greg Rucka contaban la huida de Zoom de Iron Heights y cómo Cheetah lo reclutaba para la Sociedad de supervillanos de Lex Luthor.
"La Guerra de los Villanos"
La última saga de Geoff Johns volvió a subir el nivel de calidad de la serie. Ésta era la última historia clave de estos cinco años, y había que recoger todo lo sembrado; y con mayor motivo sabiendo que la colección se cancelaría en breve. Todo comenzaba cuando se enfrentaban en medio de Keystone dos grupos de villanos. En un lado, el Capitán Frío, el Amo de los Espejos, el nuevo Trickster, el Amo del Tiempo y el nuevo Capitán Bumerang. En otro, el primer Trickster, Magenta, el Flautista y Ola de Calor.
¿Os parecen pocos villanos? Bueno, pues el Amo de los Espejos iba trayendo otros a medida que avanzaba la batalla, desde Viga a la Tortuga. Por su parte, Peonza se metió por el medio para devolver sus personalidades a los villanos manipulados. El único que siguió más o menos cuerdo era el Flautista. Así pues, Flash se vio metido en un combate a gran escala que ni con la ayuda de Kid Flash podía ganar. Pero aún se podía complicar más la cosa, y es que los números 220 a 225 fueron una montaña rusa.
Al principio de la saga, Zoom había raptado a Jay Garrick para que utilizase la Rueda del Tiempo. Zolomon era rápido gracias a su control del tiempo, pero hacía falta conectarse a la fuerza de la velocidad para moverla y él no podía. ¿Qué pretendía con ello? Pues seguir endureciendo a Wally haciendo que viera una y otra vez el aborto de Linda. En una escena tan cruel como ésta, aún habría más sorpresas. De la Rueda del Tiempo surgían el Profesor Zoom original y el mismísimo Barry Allen. La mayor sorpresa de toda la historia fue que, a causa de tanta manipulación temporal, Linda acabó dando a luz a los gemelos que había perdido en un parto un poco peculiar.
Al final, como era de esperar, Flash vencía y los villanos aceptaban la oferta de unirse a la Sociedad. En el horizonte, un futuro bonito junto con Linda y sus hijos... El círculo establecido por Geoff Johns cinco años atrás se cerraba. Atrás quedó la buena caracterización de los villanos, el desarrollo del matrimonio de Flash, una Keystone City con entidad propia... Qué pena que nadie pudiera aprovechar un legado tan rico.
Y ahora ¿qué?
Pues no sabría qué decir. Los números 226 a 230 de la serie fueron un auténtico tostón, sobre todo la saga escrita por el editor, Joey Cavalieri, y dibujada por Val Semeiks. En teoría, la cancelación se ha debido a un relanzamiento a partir de verano de 2006 con nuevos autores y, posiblemente, un nuevo Flash. Y es que los recientes acontecimientos de Identity Crisis nº 4 han dejado el futuro de Wally (y su familia y amigos corredores) un poco en el aire.
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