29.5.06

LA LÍNEA VERTIGO


Todo comenzó con Alan Moore y su particular interpretación de La Cosa del Pantano a partir de Saga of the Swamp Thing nº20 (enero de 1984). Esta reinvención del género de cómics de terror dio pie a otras series de corte fantástico y no muy aptas para los lectores más jóvenes como Hellblazer de Jamie Delano (1988) o Sandman de Neil Gaiman (1989). En aquella época, la propia DC Comics estaba publicando algunas colecciones de su género estrella, los superhéroes, que empezaban a alejarse de los cánones establecidos “para todos los públicos”; se trataba de Shade el hombre cambiante (Shade the Changing Man) de Peter Milligan y dos series de Grant Morrison, Doom Patrol y Animal Man. De una forma totalmente natural, estos seis títulos fueron ganándose el estatus de obras de culto para lectores adultos y fueron los elegidos para abrir la línea Vertigo en 1993.

Dirigida por la editora Karen Berger, esta línea comenzó en marzo de dicho año con el especial Vertigo Preview y los números que tocaban de las colecciones antes mencionadas, que cambiaron la bala de DC por el nuevo logo de Vertigo. Todos ellos compartían dos características fundamentales. La primera eran sus guionistas, todos ellos británicos muy creativos, atrevidos y originales. La segunda era que la calidad de las historias estaba siempre por encima de los dibujos, que con frecuencia se asignaba a profesionales no muy conocidos. Esto contrastaba con la tendencia que en los noventa primó en el cómic de superhéroes gracias a Image y a los dibujantes hot de turno. No fue de extrañar que Vertigo se convirtiese en una clara alternativa para los que buscaban algo más que batallas sin sentido y señoritas neumáticas en posturas imposibles. Así, a guionistas que son poco menos que genios (en su sentido más amplio) como Grant Morrison, Neil Gaiman, Peter Milligan, Garth Ennis o Jamie Delano, se les han añadido una pléyade de dibujantes efectivos y correctos que raramente han sido estrellas; no obstante, ha habido excepciones como Frank Quitely, Phil Jiménez o Chris Bachalo.

En los meses siguientes, Vertigo lanzó nuevos títulos como Death: The High Cost of Living o Enigma y se convirtió en una nueva forma de revisar a personajes del Universo DC poco comerciales visto lo bien que había sentado a Animal Man o Doom Patrol el proceso de maduración. Así, Phantom Stranger y Black Orchid llegaron aquel mismo año, mientras que en 1994 la serie regular The Books of Magic continuaba la miniserie que en 1990 se había publicado dentro del Universo DC tradicional. Por otra parte, Vertigo asimiló de forma retroactiva otras publicaciones “para adultos” que DC había editado en los ochenta, como V de Vendetta. Además, inauguró la moda de recopilar todas sus series en tomos cada cierto tiempo para rentabilizar el coste de las series mensuales y, de paso, atraer a lectores adultos más habituados al formato álbum.

Lo cierto es que el calificativo de “para adultos” da pie a muchos tipos de historias. Durante sus trece años de historia, Vertigo ha publicado historias fantásticas, de terror, policíacas, de ciencia-ficción e incluso de superhéroes. Los títulos estrella de la línea han sido varios a lo largo de este tiempo. Tal vez el más destacado por lo prolongado de su éxito sea Hellblazer. Las aventuras de John Constantine y sus demonios se siguen publicando hoy en día tras más de doscientos números y varios equipos creativos. Sandman, por su parte, se convirtió en el título estrella de la línea hasta su cancelación voluntaria en 1996, si bien ha generado múltiples spin-offs en forma de miniseries, especiales e incluso series regulares (Lucifer). Su sustituto como estrella de la casa fue Predicador (Preacher), que vivió una situación similar y cedió el testigo a su vez a 100 balas (100 Bullets) en 1999. Esta última se sigue publicando en la actualidad, pero en 2002 fue relegada a un segundo plano por las nuevas niñas mimadas de Vertigo, Y el último hombre (Y The Last Man) y Fábulas (Fables). Aunque no fueron tan “reinas” como los anteriores, sería injusto olvidar en este momento las conspiraciones paranoicas de Los invisibles (The Invisibles) o las aventuras futuristas de Transmetropolitan.

A día de hoy, Vertigo continúa en plena forma publicando algunos de estos títulos emblemáticos mes tras mes, recopilando las historias en tomos de notable éxito y sacando nuevas colecciones con mucho futuro por delante, como DMZ o American Virgin. En 2005, dio el salto al cine con el estreno de Constantine, filme basado libremente en Hellblazer, y, en marzo de 2006, con la más fiel V de Vendetta.