8.6.05

UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN...

Me voy a permitir hoy un pequeño espacio para la reflexión. Llamadlo reflexión, llamadlo paja mental, llamadlo post innecesario, pero hoy en día es genial ser lector de DC Comics, aunque no pueda evitar cierta sensación de pánico. El motivo no es otro que Infinite Crisis, el acontecimiento del año, con perdón de The House of M.

Hay ocasiones en las que me cansa leer tanto sobre este evento, pero en cuanto surge una noticia nueva al respecto me entran cada vez más ganas de que llegue. Y ya puestos, de que termine, para ver las famosas consecuencias. Decía hace unos días el señor Didio a Newsarama que las cosas van a cambiar. A partir de marzo, todas las series de la casa van a dar un salto cronológico de un año donde se modificará el status quo, se cambiarán alianzas, se perderán amistades y, lo que más expectación está suscitando, cambiarán las identidades de algunos héroes.

No seamos demasiado optimistas. Que el status quo vaya a cambiar no implica que vayamos a tener a Dick Grayson o a Tim Drake como Batman, al menos no de forma permanente. Tampoco significa que vaya a morir un personaje con franquicia y futurible película, como Wonder Woman o Flash. Y claro, los cambios que sufran personajes de reciente relanzamiento, como Green Lantern o la Legión de Superhéroes, serán los mínimos requeridos.

Sin embargo, es evidente que algo se cuece. Llevamos varios meses en los que todo o casi todo lo que ocurre nos conduce a estas Crisis infinitas. Desde Identity Crisis o el polémico DC Countdown hasta sus derivados directos, pasando por sutiles referencias e insinuaciones. El año pasado ya vimos algunas de ellas en Teen Titans, pero es que en 2005 es rara la serie en la que no pasa algo relacionado con el evento: las series de Superman, JSA, JLA, Batgirl... Por todas partes vemos indicios de la nueva Crisis.

Dije hace unos meses que habría que esperar para decidir si todo esto es una gran maniobra comercial o si, en efecto, los cambios serán sustanciales. De momento, hay argumentos de peso en ambos sentidos. Por una parte, todo lo que toca la Crisis agota tirada. JSA nº 73 es el último ejemplo y, recordemos, esta serie es una de las más estables de la casa, pero no la más vendida, ni de lejos. Por otra parte, los cambios ya están empezando. Ha muerto gente, se ha descubierto un secreto de la Liga original demasiado grave como para que un grupo de villanos indignados lo dejen en el olvido. Han vuelto personajes presuntamente fallecidos, como Donna Troy o cierto jovenzuelo víctima de una línea telefónica y del odio de Jim Starlin. Y también ha habido cambios más superficiales, como el nuevo y controvertido logo de la editorial.

¿Nos defraudará Infinite Crisis tras toda esta movida? Nos decepcionaron las identidas de la víctima y el asesino de Identity Crisis porque teníamos demasiadas expectativas. Nos llevamos un chasco con la baja de Countdown. Siendo sinceros ¿de verdad esperábamos que muriera alguien de peso como Catwoman? La cito porque entraba en las quinielas. Es posible que la nueva Crisis también nos decepcione, pero lo que no se puede negar es que las cosas están cambiando y evolucionando en un género tan estático como el superheroico, al que, además, se está sumando la presión de las adaptaciones fílmicas de los últimos años. Si esta evolución es buena o mala, ya depende de los gustos de cada cual.

En cualquier caso, aunque las consecuencias de la serie nos puedan dejar mal sabor de boca, seguro que la serie en sí no lo hace. Que Geoff Johns y Phil Jiménez sean los responsables es una garantía, y todo el preludio, que dura cerca de dos años, se está orquestando con gran coherencia y maestría. Es cierto que esto último factible cuando hay cinco o seis guionistas que se encargan de todo el Universo DC, pero eso ya es otra historia. Igual que es otra historia que por fin podamos contar con una editorial española que lo publique todo con dignidad. Por otra parte, lo que no está relacionado con la Crisis tiene también una muy buena pinta. Ahí están los All-Stars, o el Justice de Alex Ross como claros ejemplos.

Concluyendo, nos gusten los cambios o no, nos puedan decepcionar o no las consecuencias que veremos a partir de marzo o nos saturemos o no de tanto cross-over, algo se está moviendo en DC que nos emociona y nos crea anticipación. Como decía antes, es un gran momento para ser lector de DC.