11.8.05

LA MUERTE DE SUPERMAN


Portada de Superman nº 76, por Dan Jurgens con tinta de Bret Breeding.

La década de los noventa fue nefasta para el cómic de superhéroes. La saturación del mercado provocada por la aparición de Image Comics dejó tanto a Marvel como a DC en una situación lamentable. Mientras la primera centraba sus esfuerzos en sus principales franquicias, esto es, Spiderman y los mutantes, DC daba tumbos con golpes de efecto que se quedaban a medio cocinar por una razón u otra. Entre otras cosas, dejaron paralítico a Bruce Wayne, convirtieron en villano a Hal Jordan para después "matarlo", estrellaron el avión en que viajaba Green Arrow y reconstruyeron el tiempo (que no el espacio) de su universo compartido en la lamentable Hora Cero, tras la cual personajes como la Legión o Shazam empezaron desde el principio sin mayor explicación. Sin embargo, el mayor bombazo mediático, que no creativo, de los noventa fue la saga llamada "La muerte de Superman". Nadie pensaba que esto fuera a ser cierto, o por lo menos no creía que durase mucho muerto, pero se consiguió captar la atención de los medios de comunicación.

Desde anteriores entregas...

El otro día hablábamos de Superman a finales de los ochenta. Resumimos muy brevemente lo sucedido desde entonces hasta 1993, año en que se publicó "La muerte de Superman".

El Hombre de Acero regresó a la Tierra con el Erradicador, gracias al cual construyó la Fortaleza de la Soledad post Crisis. Recordemos que Byrne no quería que "su" personaje tuviera un cuartel general como éste, pero sus sucesores tenían otras ideas. Poco a poco, el héroe se fue haciendo menos humano y más kryptoniano, al mismo tiempo que debía lidiar con el acoso de Maxima, una reina alienígena que quería que se casara con ella, y con los efectos devastadores del Erradicador en la Tierra. Tras anular el efecto del arma, volvía a ser el de siempre. Otro de los planteamientos de Byrne que se fue a tomar viento fue el que sólo hubiera una kryptonita verde para evitar el pitorreo pre Crisis. No fue posible, ya que pronto apareció una variante roja que Mr. Pitiklín entregaba a Lex Luthor para que dejase a su enemigo sin poderes. Otro enemigo que estuvo muy presente en la época fue el Brainiac post Crisis, que causó la saga llamada "Pánico en el cielo". Supergirl volvió del espacio para caer bajo la influencia de Lex Luthor Junior, un clon presuntamente reformado del famoso magnate que llevaba en el cráneo el cerebro del original, que murió de cáncer por exposición a su anillo de kryptonita. Entre todas estas historias, tal vez lo más destacable fue la evolución de la relación entre Clark y Lois, que se prometieron en matrimonio; tras esto, él le reveló que era Superman. Además, en julio de 1991 aparecía el cuarto título mensual del personaje, llamado Superman: The Man of Steel y el héroe aparecía regularmente en Justice League America.

Los implicados

La saga, cuyo título completo es "The Death and Life of Superman" arrancó en Superman: The Man of Steel nº 18 (diciembre de 1992) e implicó durante un año a todas las series del personaje, además de algunas otras. Dado lo apabullante del cross-over, se dividió la historia en tres partes: "La muerte de Superman", "Funeral por un amigo" o "El mundo sin Superman" y "El retorno de Superman" o "El reinado de los Superhombres". Los títulos son bastante explicativos.

Así, el editor Mike Carlin orquestó una saga que abarcó Action Comics nº 684 a 697, por Roger Stern y Jackson Guice; Adventures of Superman nº 497 a 505, por Jerry Ordway (sustituido por Karl Kesel a partir del número 500) y Tom Grummett; Superman nº 74 a 82, por Dan Jurgens; Superman: The Man of Steel nº 18 a 26, por Louise Simonson y Jon Bogdanove; Justice League America nº 69, por Dan Jurgens; Green Lantern nº 46, por Gerard Jones y M.D. Bright; y, por último, el especial The Legacy of Superman, por Karl Kesel y Walter Simonson.

Los hechos

La saga comenzó cuando un misterioso ser cubierto por un traje verde empieza a arrasar todo lo que encuentra por delante. Se trata del villano al que más tarde se conocerá como Juicio Final. Los primeros en intentar detenerlos son la Liga de la Justicia América, a los que se unirá Superman. Varios miembros del equipo resultan gravemente heridos, y el Hombre de Acero se encuentra solo ante un enemigo al que apenas puede frenar enviándolo al fondo de un lago. Por supuesto, el ser sigue avanzando y, pronto, Superman se da cuenta de que se dirige a Metrópolis. Varios personajes se implican en la historia, como Máxima, Supergirl y el Guardián, cuyos intentos por detener al villano son inútiles. Otros estarán presentes en la batalla final que tiene lugar en plena ciudad, como Lois Lane o Jimmy Olsen, que ven cómo su prometido y amigo acaba con Juicio Final a costa de su propia vida.

Tras la muerte, tocó el emotivo funeral al que acudió todo héroe de postín del Universo DC. Es la parte más emotiva de las tres, y en ella se trataron las consecuencias que la muerte de Superman tuvo para sus compañeros, sus amigos y el público en general. Supergirl recoge el testigo como defensora de Metrópolis mientras Luthor organiza el funeral, en el que se inaugura un monumento a Superman bajo el que se entierra su cadáver. Sin embargo, no podrá descansar en paz, porque el Proyecto Cadmus roba el cuerpo para intentar clonarlo, y también el de Juicio Final para averiguar su origen. Lois descubre lo que ha ocurrido y se infiltra en Cadmus para recuperar el cuerpo de su esposo, mientras Jonathan Kent sufre un infarto. El final de esta segunda parte de la saga destapa a un Luthor que, aparentemente, se había reformado, cuando exclama "Gotcha!" sobre la tumba de su enemigo.

La parte más larga del evento presentó a cuatro "herederos" al puesto de Superman: El Hombre de Acero (después conocido como Steel, a secas), el Último Hijo de Krypton, el Superman Cyborg y Superboy. Todos ellos aparecen en Metrópolis justo cuando la ciudad se encuentra en un momento muy sensible. Aparecen varias facciones pseudo religiosas que proclaman que cada uno de ellos es Superman, que ha vuelto a la vida. No obstante, ninguno de ellos es el Hombre de Acero. El primero es John Henry, un hombre corriente con una armadura que simula los poderes del héroe; el segundo es un justiciero sin escrúpulos; el tercero es un híbrido que pretende destruir la Tierra en honor a Superman; y el cuarto es un clon creado por el Proyecto Cadmus. El verdadero Superman despierta en la Fortaleza de la Soledad después de que su espíritu reciba la llamada de un Jonathan Kent que está entre la vida y la muerte. El cuerpo estaba oculto en una matriz de generación creada por el Último Hijo, que no era otro que la encarnación del Erradicador. Toma castaña.

Por si fuera poco jaleo, el alienígena Mongul aparece en la Tierra para vengarse de Superman. El Cyborg le permite arrasar Coast City, de donde Superboy escapa por los pelos para alertar a Steel y al auténtico Superman, que se han convertido en aliados. Junto con Supergirl, defienden Metrópolis de la pareja de villanos. Al principio, lo tienen crudo, sobre todo porque Superman no tiene aún todo su poder al alcance, pero la llegada de Green Lantern y el Erradicador cambia las tornas. Al final, los buenos vencen y el Hombre de Acero recupera su puesto como defensor de Metrópolis y toda la Tierra, para alegría y jolgorio de todo el mundo.

En general, la saga tuvo momentos buenos, pero sufrió demasiado el efecto de ser un cross-over demasiado largo. La primera parte está demasiado estirada e incluso es aburrida hasta que se produce la batalla final entre Superman y Juicio Final. El funeral es tal vez la mejor de las tres, porque se consiguieron escenas emotivas y se dio un mayor protagonismo a personajes que, hasta entonces, no pasaban de secundarios, como Supergirl. La tercera fue donde todo se fue definitivamente al traste, por su excesiva longitud y por ser demasiado compleja para una historia que era lo mismo de siempre (buenos contra malos, tortas y alguna chorrada que otra) y que tenía un final de lo más predecible.

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