8.8.05

SUPERMAN: A FINALES DE LOS OCHENTA


Portada de Adventures of Superman nº 450, por Jerry Ordway.

Como todos sabéis, Superman es un personaje con una trayectoria muy larga, lo cual hace muy difícil dedicarle un solo texto para resumir toda su historia. Hace unos meses, vimos aquí “Superman (1938-1986)” que explicaba modestamente cómo era el Hombre de Acero antes de las Crisis. En otro post anterior, titulado “Superman: El Hombre de Acero”, hablamos de los diferentes orígenes del personaje, y tratamos las características principales del Superman de John Byrne, al que también hemos visto en reseñas de los recopilatorios americanos. Toca,pues, hablar del final de la etapa de John Byrne y continuar la historia post Crisis de Superman. Hoy, veremos cómo acabaron los ochenta para este gran personaje.

La despedida de Byrne y la llegada de Supergirl

Tras más de dos años al frente del relanzamiento de Superman, John Byrne volvía a Marvel Comics. En 1988, Byrne escribía Superman y Adventures of Superman y dibujaba la primera; Además, hasta mayo también se ocupaba de Action Comics. A partir del número seiscientos, la serie pasó a llamarse Action Comics Weekly y constaba de seriales de varios personajes formados por historias cortas de aparición semanal. Por supuesto, Superman tuvo su puesto fijo en esa revista, pero ya fueron Roger Stern y Curt Swan quienes se ocuparon de él.

Byrne se marchaba de Superman cometiendo un grave error que ha persistido en el Universo DC hasta hace poco. Cuando preparaba The Man of Steel en 1986, el autor quiso que sólo Kal-El sobreviviese a la explosión de Krypton. Hasta aquí, nada que objetar. Sin embargo, cuando Byrne presentó su nueva Supergirl al final de su etapa, no quiso caer del burro y revitalizar a Kara Zor-El, porque con ello ya no sería Kal el único kryptoniano vivo. A continuación veremos la historia que se inventó para meter esta nueva Chica de Acero en el Universo DC.

En junio de 1988, se publicó Adventures of Superman nº 441, dibujado por Jerry Ordway y co escrito por éste y por Byrne. La historia principal era un enfrentamiento entre Superman y Mr. Mxyptlk, pero se iniciaba un subargumento que desembocaría en “La Saga de Supergirl”. En el Ártico, aparece una bella joven vestida con un traje claramente inspirado en el del Hombre de Acero. Aunque no sabía el porqué, la muchacha tenía que llegar hasta Smallville, donde entró en contacto con los Kent al número siguiente, y con Lana Lang en Superman nº 20. La saga propiamente dicha comenzaría tendría lugar en Superman nº 21 y 22 y Adventures of Superman nº 444 (septiembre y octubre de 1988). Superman se encuentra con la chica en pleno vuelo y descubre para su pesar que es bastante poderosa. No tiene sus mismas habilidades, pero sí manifiesta telequinesia y capacidad para cambiar de forma. La sorpresa llegaba cuando afirmaba que Lex Luthor le había dado esos poderes. Ambos iban a ver al empresario, que decía no conocerla de nada. Y era aquí cuando Supergirl recobraba la memoria.

¿Recordáis el Universo de Bolsillo? Pues era de allí de donde venía Supergirl. Tres kryptonianos (el general Zod, Zaora y Quex-Ul) habían escapado de la Zona Fantasma y habían arrasado el planeta tras matar al Superboy que ya conocíamos del cross-over con La Legión de Superhéroes. Era el Luthor de aquel mundo quien había creado a Supergirl y la había enviado en busca de ayuda. El científico moría a manos de los villanos, y Superman le prometió no dejar que continuaran con sus fechorías. Se produjo entonces un punto clave en la historia de Superman, ya que ejecutó a los criminales usando la kryptonita de aquel universo, que no le afectaba. Tras el incidente, Kal se llevó a Supergirl a su mundo y la dejó en manos de los Kent. La despedida de Byrne fue dramática en varios sentidos, y sus sustitutos aprovecharon bien el sentimiento de culpa que Superman sentiría después de aquella saga.

El exilio

A partir de Superman nº 23, Roger Stern se hizo cargo de los guiones de la serie. El dibujante elegido para ilustrar sus ideas fue Kerry Gammil (con alguna colaboración de Mike Mignola). Jerry Ordway, por su parte, se hacía con el control completo de Adventures of Superman. Ambos se ocuparon de desarrollar una subtrama que culminaría en Adventures nº 450 (enero de 1989). En Metrópolis, además de Superman, aparecían dos nuevos vigilantes: uno era el Guardián (José Delgado) y, el otro, el temible Gangbuster. Ambos acabaron enfrentándose y, para su sorpresa, se destapo que el violento Gangbuster era Superman. Traumatizado por matar a los kryptonianos, mientras dormía se convertía en este anti héroe, con lo cual se había convertido en un peligro para Metrópolis.

Con un respirador y un teleportador apto para el espacio profundo, Superman se exilia en busca de un planeta desierto donde pueda vivir. Tras sufrir una tormenta de meteoritos, queda inconsciente y despierta convertido en una especie de gladiador en Mongul. Debilitado, Superman acepta participar y pronto se descubre que es de Krypton. Es entonces cuando lo llevan ante El Clérigo. ¿Recordáis el texto sobre Krypton de la semana pasada? Pues es el mismo personaje. Con su ayuda, Superman consigue superar el sentimiento de culpa y regresa a la Tierra, donde han pasado cosas en su ausencia. Matrix, la Supergirl que había dejado con los Kent, ha usado sus poderes multiformes para suplantar a Clark Kent, cuya ausencia no se ha notado demasiado. Es así como Superman, finalmente, logra volver a su vida real tras un combate contra Matrix, que acaba dejando la Tierra para encontrarse a sí misma. El regreso del Hombre de Acero a la Tierra coincidió con el retorno a la normalidad de Action Comics, que recuperaba a su personaje principal en el número 643 (julio de 1989), con George Pérez como dibujante estrella y co escritor junto con Roger Stern.

A Stern, Pérez y Ordway se unió de forma regular tras algunas colaboraciones el que se acabaría convirtiendo en escritor y dibujante de Adventures of Superman y en artífice de casi todo lo bueno y lo malo que pasó con Superman en los años noventa. Estamos hablando, cómo no, de Dan Jurgens.

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