31.5.06

SANDMAN

Muy de vez en cuando, aparece un cómic que se convierte en uno de esos clásicos incontestables aclamados por público y crítica. Desde que comenzó en enero de 1989, The Sandman se colocó a la altura de otros títulos míticos de la época como Watchmen o El regreso del Señor de la Noche e incluso por encima, porque consiguió lo que muy pocos cómics han logrado: abrir las puertas del medio a lectores no habituales por su indudable calidad literaria. La obra era ambiciosa, innovadora en forma y contenido y supuso una nueva forma de acercarse al cómic para adultos. El mérito de tanta grandeza reside en su creador y guionista, el británico Neil Gaiman, que tejió durante los setenta y cinco números que duró la serie hasta marzo de 1996 unmundo fantástico como pocos se ha visto. A su lado hubo numerosos dibujantes, entre ellos Sam Kieth, Mike Dringenberg, Jill Thompson, Kelley Jones y el portadista Dave McKean. El contenido de la serie hizo que fuera una de las elegidas para abrir la línea Vertigo a partir de su número cuarenta y siete.

Gaiman basó a su Sandman alto, paliducho y vestido de negro en múltiples elementos literarios, folclóricos y mitológicos y se desenvolvió con igual soltura en el mundo real y escenarios fantásticos como el infierno. Morfeo, el protagonista de la serie, está inspirado directamente en Sandman, el personaje de la cultura popular que ayuda a los niños a dormir rociándoles los ojos con polvo o arena mágicos, cuyos restos matinales son las legañas. Así pues, Morfeo, al que Gaiman también se refiere como Sueño entre otros nombres, es la personificación de los sueños, el rey del mundo en que converge la imaginación de todos los seres humanos cuando duermen, tengan dulces sueños u horribles pesadillas. Ese mundo es el escenario de buena parte de las aventuras que su dueño vive durante la serie, aunque al principio de ésta lo saquen de allí a la fuerza.

Y es que Sandman comienza justo cuando, en 1916, el hechicero Roderick Burgess realiza un ritual para atraer a la muerte, capturarla y convertirse en inmortal. Sin embargo, algo debió de ir mal porque, en su lugar, atrapó a Morfeo. Hasta finales de los años ochenta, estuvo preso en la casa de Burgués, primero custodiado por el propio Roderick y, más tarde, por su hijo Alex. Sin embargo, el heredero fue descuidado y Morfeo pudo escapar. Como venganza por su largo cautiverio, lo condenó a tener pesadillas para siempre. Sueño no podrá volver de inmediato a su mundo y dejarlo como estaba antes, porque perdió sus artefactos de poder, que son un saquito de arena, un rubí y un casco. La búsqueda de este último lo conducirá al mismísimo infierno, donde reclamará a Lucifer el objeto que uno de sus demonios ha robado. Acabada la búsqueda, el diablo volvería a aparecer en la colección y, con el tiempo, incluso obtendría su propia serie regular. Con su poder restaurado, Morfeo vuelve a su mundo de sueños, que ha cambiado mucho durante su ausencia. Deberá capturar a las pesadillas que han escapado y, poco a poco, conoceremos más detalles sobre la larga existencia de este ser. Uno de ellos es su amor no correspondido por la mortal Nada, a la que condenó a tormento eterno en el infierno por rechazarlo.

A lo largo de la serie y de los especiales y derivados que fueron surgiendo, Sandman se encontró con demonios, pesadillas, dioses nórdicos y mortales varios. De este elenco de secundarios, se podría destacar a los Eternos, que serían su familia. Se trata de siete encarnaciones antropomórficas de conceptos abstractos que existen porque la humanidad sabe que existen. De mayor a menor, estos seres son Destino, que existe desde la creación del universo, Muerte, Sueño, el Tercer Hermano, el ambiguo Deseo, Desesperación y Delirio. Todos ellos viven en sus respectivos mundos fantásticos excepto Sueño, que posee una casa en el mundo real. Esta última se hizo muy popular entre los lectores. Caracterizada como una mujer joven, pálida y siempre vestida de negro, es la Muerte que visita a los mortales cuando fallecen y cuando nacen, pero de esto último sólo se acuerda ella. Neil Gaiman y Chris Bachalo realizaron dos miniseries dedicadas a ella sola, Death: The High Cost of Living (1993) y Death: The Time of your Life (1996). En 2003, todos los Eternos protagonizaron una novela gráfica, The Sandman: Endless Nights, escrita por Gaiman y dibujada por varios artistas como P. Craig Russell o Bill Sienkiewicz.

Y es que, tras su conclusión en 1996, Sandman ha seguido generando obras basadas en las muchas creaciones de Gaiman de la época. The Furies, The Corinthian o Lucifer son algunas de ellas. Además, la propia Sandman se reedita con una regularidad envidiable.
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