SUPERMAN: IDENTIDAD SECRETA

Portada del tomo Superman: Identidad secreta, por Stuart Immonen.

Este tomo recoge los cuatro números de la miniserie Superman: Secret Identity, publicada en 2004 y realizada por Kurt Busiek y Stuart Immonen. Básicamente, se trata de un "Otros mundos", aunque no aparezca el sellito de esta línea, en el que se explica la vida de Superman en el mundo real.

Literalmente, este personaje no es Superman. Me explico. Se trata de un muchacho al que sus padres, de apellido Kent, llamaron Clark como guiño al personaje de cómic. Durante su infancia y parte de su adolescencia, el joven tiene que soportar el cachondeo general de sus compañeros de estudios. Como consecuencia, Clark es un muchacho solitario que no tiene amigos ni superpoderes. Hasta que un día descubre que puede volar.

Es en este punto donde la vida de Clark empieza a complicarse. Con un disfraz de Superman, ayuda a la gente en un mundo donde no hay supervillanos; así pues, se enfrenta a amenazas de lo más reales, como inundaciones, terremotos o trenes que descarrilan. Pronto empieza a plantearse si le conviene dar a conocer su poder públicamente, pero decide no hacerlo. El Superman de este mundo es poco más que una leyenda urbana pasto de conspiraciones en páginas y foros de internet.

Cosas del destino, Clark acaba estudiando periodismo y trabajando en un periódico de Manhattan donde sus compañeros, para gastarle una broma, le presentan a una chica indica de nombre Lois. Los dos se enamoran y se acaban casando y formando una familia. Durante su vida, Clark se esfuerza al máximo por ocultar su identidad por el bien de los suyos, aunque tiene al gobierno estadounidense tras los talones.

En Identidad secreta vemos cómo evoluciona la vida de Superman desde su juventud hasta su vejez, y cómo tener los poderes de un personaje de cómic afecta a su intimidad. No es, pues, una historia de acción desenfrenada, sino un cómic con mucha reflexión, narrada a través del diario que va redactando en una máquina de escribir.

Como demostró en Marvels, Busiek es capaz de salir airoso de una empresa tan arriesgada como ésta. En su extensa introducción, el guionista afirma que, originalmente, su intención era relatar las aventuras del Superboy de la Terra Prima pre Crisis. El asunto es mostrar la vida de un ser de inmensos poderes que vive en un mundo normal donde no existen Lex Luthor ni tampoco invasores alienígenas. Y todo esto viene acompañado por el mejor trabajo que le he visto a Stuart Immonen. El dibujo está coloreado digitalmente sobre los lápices, y el amigo Stuart demuestra ser capaz de mostrar una escena tan mundana como un parto y un vuelo a toda velocidad sobre la Tierra, sin que nada pierda fuerza. En conjunto, es una historia diferente y un poco arriesgada para el primer mes de reinserción de DC en España, pero es buena, realmente buena.

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