23.11.05

LA NOCHE FINAL


Portada de The Final Night nº 1, por Stuart Immonen.

La Noche Final (The Final Night) fue el evento de 1996 de DC Comics. La trama se forjó alrededor de una miniserie central de cuatro números que se publicaron semanalmente en noviembre de ese año. Los autores fueron Karl Kesel y un Stuart Immonen que ya apuntaba buenas maneras. La historia se completó con dos docenas de cross-overs entre los que estaba el más importante de todos ellos, Parallax: Emerald Night, realizado por Ron Marz y Mike McKone.

La historia comenzaba cuando Tamaran quedaba congelado porque un ente llamado Devorador de Soles tapaba el sol. Sólo las advertencias de una alienígena llamada Dusk (Crepúsculo, en español) hubieran podido evitar el desastre, pero el orgullo de la reina Komand'r se impuso a la razón. El siguiente objetivo de este ser fue la Tierra, y allí viajó Dusk para intentar advertir a los humanos del desastre.

La alienígena contó su historia a Superman y a la Legión de Superhéroes, que estaban de visita en el siglo XX. Rápidamente, un buen puñado de héroes se reunió para hacer frente al Devorador, que ya había eclipsado al Sol. Brainiac-5 descubrió que el astro perdía energía pero no masa, y pronto se convertiría en una supernova. Los héroes se dedicaron a intentar paliar los efectos del invierno forzoso que había caído sobre el planeta y, mientras, Lex Luthor se unía a la causa. Finalmente, se optó por fabricar en masa los generadores de escudos de Brainiac-5, que una nave pilotada por Ferro situó alrededor del Sol para cuando explotase.

Pero aún quedaba una baza inesperada, que era Parallax. Hal Jordan se había dado cuenta de que los actos cometidos en "Amanecer Esmeralda" y Hora Cero no eran correctos, pero aun así no se arrepentía de nada. Su única redención fue devolver al Sol a su estado original y sucumbir en el intento. Antes se había despedido de sus conocidos en el especial arriba mencionado.

Por supuesto, el sacrificio de Jordan no fue más que una forma de llamar la atención sobre el evento. Como habréis podido ver, la trama de la historia apenas justificaba una miniserie de cuatro números, y no digamos ya un evento de esta magnitud. En los cross-overs, veíamos como los héroes hacían lo posible para aliviar el sufrimiento de la población.

El mayor defecto de La Noche Final fue no saber transmitir la desesperación que una muerte segura supone. Los héroes son héroes, y los de DC más, pero se podría haber profundizado un poco en este aspecto para darle una mínima sustancia a una trama demasiado vacía y superficial. Aun así, había momentos potentes, como la escena en que Luthor se regodeaba apartando a Superman de la misión porque era inútil al no haber rayos solares.

La noche final fue, concluyendo, un ejemplo más de lo vacíos que podían ser los cross-overs de DC durante los años noventa. Con una trama superficial, previsible y de poco contenido, se llenaba una treintena de episodios. El evento actual, Crisis infinitas, peca de todo lo contrario, lo cual puede ser un problema si uno pretende abarcar toda la trama. Sin embargo, visto lo insustancial de muchos de sus predecesores, porque La Noche Final no es más que un ejemplo, casi es una virtud.

THE FINAL NIGHT AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.