RESEÑA NO TAN BREVE: INFINITE CRISIS Nº 2
Por Geoff Johns, Phil Jiménez y George Pérez
Esto al principio tenía que ser una reseña breve, pero no ha podido ser. Contiene spoilers.
Leído el segundo número, esta serie me sigue gustando. Johns continúa avanzando, pero sin prisa, en los diferentes frentes que le abrieron las miniseries del preludio y, al mismo tiempo, profundiza en la sorpresa final del pasado número. A la espera de ver cómo evoluciona todo esto en los cinco números que quedan, la cantidad se subtramas abiertas hace que esta serie me enganche. Y eso por no hablar del final de este número. Si Johns era conocido, entre otras cosas, por su dominio del cliffhanger, aquí se está luciendo.
Aunque, como decía, la trama avanza lentamente, no se puede negar que en este número pasen cosas. Donna Troy ya ha reclutado a su pequeño ejército y se van al centro del universo, al que deberían llegar en el cuarto número según la portada de Pérez que ya habréis visto por Internet. El Hermano Ojo envía a todos los OMAC a Isla Paraíso para cargarse a Wonder Woman por el crimen cometido. La Sociedad de villanos pretende raptar y utilizar a un miembro de la familia Marvel (Black Adam si hace falta, traición al canto) para algo que aún no se sabe qué es; por otra parte, el Joker, mientras se carga a todo el Royal Flush Gang, se cabrea porque nadie le ha ofrecido unirse a la organización de Luthor, y al parecer hay motivos para ello. Lo que sí han hecho los villanos es darse a conocer al gran público dejando en pleno Washington los cadáveres de tres Freedom Fighters.
No tenemos en este número noticias del Espectro ni de la brecha de Rann, pero sí de la familia feliz que volvió de su pequeño escondite. El Superman original encuentra a Power Girl y se la lleva a la Fortaleza de la Soledad. Bueno, al lugar donde hubiera estado de ser esto Tierra-2. Cuando entra en contacto con una Lois Lane muy enferma, Kara recuerda por fin su pasado. Y conoce los planes de su primo: restaurar Tierra-2 en el universo actual. Toma pedazo de final. Por otra parte, también nos enteramos de que Booster Gold ha estado en el futuro y trae información sobre lo que está a punto de ocurrir.
Toda esta intriga y tanta cantidad de héroe y villano junto cuenta una vez más con un dibujo de Phil Jiménez que se sale. Es cierto que tiene fallos y que Power Girl le queda rara, pero cualquier traspiés se compensa con momentos de brillantez como la splash-page de Wonder Woman y sus amazonas luchando contra los OMAC, por poner un ejemplo. Sin embargo, la estrella de este cómic es George Pérez quien, entintado por Jerry Ordway, relata en apenas cinco páginas toda la historia del Universo DC pre y post Crisis. Sólo este señor es capaz de meter en ese espacio los momentos más importantes de la casa sin que nada parezca metido con calzador.
Con todo, Infinite Crisis está resultando una frikada de ésas que están bien hechas y te hacen pasar un buen rato. Será un macro cross-over con toda la intención de colarnos veinte series mensuales, pero hay que ver cómo se disfruta. Y se disfruta por dos razones: está muy bien escrito y muy bien dibujado y, a pesar de algún resbalón, está bien coordinado para ser un evento de esta magnitud.
INFINITE CRISIS AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.
Esto al principio tenía que ser una reseña breve, pero no ha podido ser. Contiene spoilers.
Leído el segundo número, esta serie me sigue gustando. Johns continúa avanzando, pero sin prisa, en los diferentes frentes que le abrieron las miniseries del preludio y, al mismo tiempo, profundiza en la sorpresa final del pasado número. A la espera de ver cómo evoluciona todo esto en los cinco números que quedan, la cantidad se subtramas abiertas hace que esta serie me enganche. Y eso por no hablar del final de este número. Si Johns era conocido, entre otras cosas, por su dominio del cliffhanger, aquí se está luciendo.
Aunque, como decía, la trama avanza lentamente, no se puede negar que en este número pasen cosas. Donna Troy ya ha reclutado a su pequeño ejército y se van al centro del universo, al que deberían llegar en el cuarto número según la portada de Pérez que ya habréis visto por Internet. El Hermano Ojo envía a todos los OMAC a Isla Paraíso para cargarse a Wonder Woman por el crimen cometido. La Sociedad de villanos pretende raptar y utilizar a un miembro de la familia Marvel (Black Adam si hace falta, traición al canto) para algo que aún no se sabe qué es; por otra parte, el Joker, mientras se carga a todo el Royal Flush Gang, se cabrea porque nadie le ha ofrecido unirse a la organización de Luthor, y al parecer hay motivos para ello. Lo que sí han hecho los villanos es darse a conocer al gran público dejando en pleno Washington los cadáveres de tres Freedom Fighters.
No tenemos en este número noticias del Espectro ni de la brecha de Rann, pero sí de la familia feliz que volvió de su pequeño escondite. El Superman original encuentra a Power Girl y se la lleva a la Fortaleza de la Soledad. Bueno, al lugar donde hubiera estado de ser esto Tierra-2. Cuando entra en contacto con una Lois Lane muy enferma, Kara recuerda por fin su pasado. Y conoce los planes de su primo: restaurar Tierra-2 en el universo actual. Toma pedazo de final. Por otra parte, también nos enteramos de que Booster Gold ha estado en el futuro y trae información sobre lo que está a punto de ocurrir.
Toda esta intriga y tanta cantidad de héroe y villano junto cuenta una vez más con un dibujo de Phil Jiménez que se sale. Es cierto que tiene fallos y que Power Girl le queda rara, pero cualquier traspiés se compensa con momentos de brillantez como la splash-page de Wonder Woman y sus amazonas luchando contra los OMAC, por poner un ejemplo. Sin embargo, la estrella de este cómic es George Pérez quien, entintado por Jerry Ordway, relata en apenas cinco páginas toda la historia del Universo DC pre y post Crisis. Sólo este señor es capaz de meter en ese espacio los momentos más importantes de la casa sin que nada parezca metido con calzador.
Con todo, Infinite Crisis está resultando una frikada de ésas que están bien hechas y te hacen pasar un buen rato. Será un macro cross-over con toda la intención de colarnos veinte series mensuales, pero hay que ver cómo se disfruta. Y se disfruta por dos razones: está muy bien escrito y muy bien dibujado y, a pesar de algún resbalón, está bien coordinado para ser un evento de esta magnitud.
INFINITE CRISIS AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.
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