100 BALAS


Después de leer los primeros números de 100 balas, uno queda fascinado ante la destreza de sus autores pero no puede evitar la sensación de encontrarse ante historias inconexas. Sin embargo, a la altura del número ocho nos encontramos al agente Graves hablando con un antiguo compañero llamado Lono que dice algo sobre un grave incidente producido en Salt Lake City, sobre los Minutemen y sobre la organización The Trust Se introduce así un elemento de misterio que se irá desvelando poco a poco sobre la identidad de Graves, sobre sus acompañantes y sobre un personaje llamado Cole Burns que, al escuchar la palabra croatoa, tiene una especie de epifanía tras la cual recuerda su oscuro pasado. El misterio se va desgranando poco a poco y va acumulando elementos a medida que los personajes a los que Graves ha ido entregando el maletín con las balas vuelven a aparecer para demostrar que no fueron escogidos al azar. El secreto y el origen de todo esto se conoce al fin en 100 Bullets nº50 e implica a la aristocracia europea de los tiempos de la conquista de América, sus reyes y sus circunstancias. No hace falta desvelar ahora los detalles, pero es el momento en que Azzarello y Risso mezclan género policíaco con teorías conspirativas; no llegan al nivel de paranoia de Los Invisibles

Es precisamente ese vuelco lo que convierte 100 balas en una serie única en su género. Primero, Azzarello engancha al lector haciendo que se ponga en el lugar de los personajes. Después, da la falsa impresión de ser una serie policíaca con tópicos al uso (bandas juveniles, adictos varios, traumas, traiciones y demás situaciones “realistas”) mientras inserta elementos misteriosos de forma que engancha definitivamente. Todo ello, con uno de los mejores dibujantes con los que podía contar. Azzarello y Risso ya habían trabajado en 1998 en una miniserie llamada Jonny Double, también publicada por la línea Vertigo. Double era un detective creado por Len Wein en los sesenta a quien Azzarello situó en San Francisco y a quien acabó implicando en la búsqueda de las cuentas secretas de Al Capone. Al parecer, la serie fue tan buena que sirvió para que la editorial diera luz verde a 100 balas. Posteriormente, la pareja ha colaborado en una saga de seis episodios de Batman que Norma Editorial publicó en el tomo Batman: Ciudad rota. Mientras se encargan de otros proyectos (Azzarello escribió Hellblazer y Superman durante una temporada), el tándem sigue su camino hacia el final de 100 balas, que al parecer se producirá en el número cien.
100 BULLETS AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) BRIAN AZZARELLO AND EDUARDO RISSO.
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