15.11.04

LA LEYENDA DE BATMAN



La historia de Batman comenzó cuando el editor Vin Sullivan propuso al dibujante Bob Kane que creara un personaje nuevo para la revista Detective Comics. Éste debería crear algo innovador que despertara la imaginación de los niños americanos como lo hacía Superman sin perder de vista el tipo de historia que publicaba dicha revista. Kane se inspiró en diversas influyencias gráficas como un invento con alas de Leonardi da Vinci, una película titulada The Bat Whisper (Roland West, 1930) y el Zorro. Bill Finger, al que se le encargó el guión del nuevo personaje, se basó en las novelas de Alejandro Dumas y de Sherlock Holmes y, sobre todo, en los cómics pulp de los años treinta, como The Shadow.

Los orígenes

Fue en los primeros años de Batman que se crearía buena parte de la parafernalia que ha rodeado al personaje durante más de sesenta años. Fueron tiempos de inspiración de Kane y sus guionistas, que nos trajeron novias, villanos, ayudantes, coches y aviones... Es curioso ver como, con mayor o menor evolución, lo que se creó hace tanto tiempo sigue en buena parte vigente en la actualidad.

Batman debutó en Detective Comics nº27 (mayo de 1939), si bien su presentación tuvo lugar en un anuncio de Action Comics nº11 (abril de 1939). El que estaba destinado a convertirse en uno de los personajes más importantes del cómic se estrenaba con un caso detectivesco titulado "The Case of the Chemical Sindicate"; era una historia oscura donde Batman acababa matando al villano.

El héroe llamó la atención por no tener superpoderes y compensar esta carencia con su inteligencia y con los artilugios que comenzarían a aparecer a partir del número 29. Fue en este número que Gardner Fox se haría con los guiones de la serie; el escritor fue responsable de la creación de Julie Madison, la primera novia de Batman, y del batcinturón, el batgiro y el primer enemigo recurrente, Doctor Death.

Bill Finger volvió a Detective Comics en el número 33, justo para escribir por primera vez el origen de Batman. En aquel número se narró lo que tanto hemos visto repetir durante décadas: el asesinato de los padres de Bruce Wayne, su obsesión por lograr la perfección física y luchar contra el crimen, los murciélagos entrando por la ventana... Además, a Finger le disgustaba que Fox hubiera ubicado las aventuras de Batman en Nueva York, e inventó la archiconocida Gotham City.

En Detective Comics nº38, Bob Kane presentó a Robin, el ayudante de Batman con el que compartía un trágico pasado familiar. La idea del ayudante juvenil fue de Sheldon Morloff, ayudante de Kane, y a Jack Liebowitz, editor de la serie, no le gustó la idea de que un niño luchara contra el crimen. A pesar de todo, les dejó hacer y, cuando las ventas se duplicaron gracias a la aparición del muchacho, hizo la vista gorda.

Apenas un año después, Whitney Ellsworth, editor de DC, dio luz verde a Batman, la serie propia y exclusiva del Hombre Murciélago. El primer número fue memorable por la aparición de dos villanos. Uno fue el Joker, la eterna némesis de Batman, un malvado que estaba destinado a morir pero al que el editor vio mucho potencial. El otro fue Catwoman, la ladrona que conquistaría el corazón de Bruce Wayne en diversas ocasiones. En aquella historia, a Selyna Kyle no se la conocía como Catwoman sino como La Gata y no era más que una ladrona de medio pelo. Sin embargo, el personaje fue evolucionando y se consolidó en 1946 cuando le dieron su clásico uniforme morado y verde. Por otra parte, Batman nº1 fue la última vez que se vio a Batman matar a alguien, lo cual fue prohibido por Ellsworth a partir de entonces.

Los años siguientes siguieron forjando la leyenda de Batman con la aparición del Batmóvil (Batman nº5), la Batcueva (Batman nº12) y Alfred Pennyworth, el mayordomo de Bruce Wayne (Batman nº16). En el número 58 apareció por primera vez el Pingüino y, en el 66, Dos Caras, tal vez el más inquietante de la galería de villanos de Batman por lo impredecible.

Batman protagonizaba su propia serie, y también Detective Comics. Ellsworth lo incluyó también en 1941 en una nueva publicación, World's Finest Comics, donde aparecían también Superman o Zatara, entre otros. Bob Kane comenzó a saturarse de trabajo y hubo que recurrir a artistas como Dick Sprang, George Roussos o Jerry Robinson para satisfacer las exigencias de murciélago de los lectores. El mismo año, se comenzó a publicar una tira cómica en los periódicos de la Kane se hizo cargo también.

Con semejante popularidad, no era de extrañar que Batman y Robin dieran el salto a la gran pantalla. Su primera adaptación fue un serial producido por Columbia en 1943. Protagonizado por Lewis Wilson y Douglas Croft y dirigido por Lambert Hillyer, la calidad del serial era más que discutible y duró poco tiempo aunque disfrutó de un segundo serial en 1949. Curiosamente, en esta serie Batman sí luchaba contra los japoneses, cosa que no hacía en los cómics como sus contemporáneos Superman o la Sociedad de la Justicia. Batman también fue invitado especial recurrente en el serial radiofónico del Hombre de Acero, pero nunca obtuvo el suyo propio.

A pesar del descenso de ventas de los cómics de superhéroes durante los años cincuenta, Batman conservó su aparición mensual en las tres series. Sin embargo, las historias se fueron haciendo más tontas. Gran parte de la culpa de ello fue del libro La seducción del inocente del doctor Wertham. En el libro se afirmaba que Batman y Robin eran homosexuales y que tanto su condición sexual como el carácter psicótico de sus villanos era perjudicial para la juventud norteamericana. Para evitar el cierre, las aventuras de Batman incorporaron el concepto de familia, con la adición de Ace el Batperro, Batwoman, la primera Batgirl, el Batsimio, Batmito, etc. Además, los villanos eran normalmente alienígenas y robots varios que eran difícilmente "imitables" por la juventud. Para entonces, Kane ya estaba desvinculado de la parte gráfica de Batman, de la que se hizo cargo Sheldon Morloff durante prácticamente toda la década.

La época pop

El tono de estas historias permaneció incluso una vez había empezado la edad de plata y Batman colaboraba con otros héroes de la casa en Justice League of America. No fue hasta 1964 que el editor Julius Schwartz decidió meter baza en las aventuras del Hombre Murciélago. Schwartz decidió acabar con la ciencia-ficción y la batfamilia excepto Robin. Las historias de Batman comenzaron de cero a partir de Detective Comics nº327, y todo lo anterior se relegó a la Tierra-2 como si nunca hubiera ocurrido. Fue Carmine Infantino el dibujante encargado de la renovación de Batman en los sesenta; él fue el responsable del óvalo amarillo alrededor del murciélago del pecho, y también estilizó el batmóvil.

El 12 de enero de 1966, ABC Television y 20th Century Fox comenzaron la emisión de la famosa serie de televisión de Batman. Esta serie se convirtió en un fenómeno de masas y de la cultura pop que duró varias temporadas. Protagonizada por Adam West y Burt Ward, la serie repercutió directamente en el tono de los cómics del personaje. La serie fue la responsable de la creación de Barbara Gordon y Batgirl, personaje que se incluyó en los cómics sólo como excusa para su aparición posterior en televisión. Batman siguió apareciendo en todas sus series y en otra, The Brave and the Bold, donde compartía cabecera con otro héroe diferente de DC cada mes.

Carmine Infantino fue el máximo responsable de Batman en los sesenta. A finales de la década y principios de la siguiente, Neal Adams se hizo cargo de la parte gráfica del personaje. Con un estilo que marcó el futuro del cómic de superhéroes, Adams participó en una época de cambios para las aventuras de Batman. Bajo el amparo de Julius Schwartz, Robin se fue a la universidad y Bruce Wayne abandonó la mansión para mudarse a un piso en el centro de Gotham. En los setenta, Batman vivió épocas memorables con dibujantes como el propio Adams y Dick Giordano y escritores como Denny O'Neil. Fueron O'Neil y Adams los creadores de los villanos R'as Al Ghul y Man-Bat.

A finales de los setenta y principios de los ochenta, Schwartz comenzó a dedicarse sólo a Superman, y fue Paul Levitz el encargado de las series de Batman. Tanto él como sus sucesores, Dick Giordano y Len Wein, fueron conscientes de que los lectores de Batman habían crecido y que su personaje debía madurar en consecuencia. En esa etapa, Dick Grayson dejó de ser Robin y apareció Jason Todd sólo porque Batman quedaba cojo sin un Robin a su lado, pero el personaje no cuajó entre los aficionados. Batman protagonizó una quinta serie, Batman and the Outsiders junto con otros superhéroes mucho menos conocidos que él.

La batmanía

En 1986, se publicó una de las obras maestras de la década y del género, The Dark Knight Returns de Frank Miller. La miniserie se convirtió en el desenlace natural de la línea tenebrosa de los ochenta y sirvió como plataforma para el relanzamiento de Batman tras Crisis en tierras infinitas. El personaje y toda su ambientación volvían a empezar desde cero con la saga "Batman: Año uno" que se desarolló en la serie Batman. La escribió el mismo Miller y la dibujó, con un tono sombrío y decadente, David Mazzuchelli. El "Año Dos" corrió a cargo de Mike W. Barr y los dibujantes Alan Davis y Todd McFarlane.

Batman era más popular que nunca en los cómics, y proliferaron prestigios, especiales y novelas gráficas entre los que destacaron Batman: The Cult y The Killing Joke, donde el Joker dejaba paralítica a Barbara Gordon. Mientras, Jim Starlin y Jim Aparo se encargaron de una etapa memorable y larga de la serie madre. Entre sus muchos méritos, destacó la saga "Una muerte en la familia", en la que Denny O'Neil, editor de las series de Batman desde entonces hasta casi el presente, ofreció a los lectores matar o no a Jason Todd por medio de una votación telefónica. Los lectores quisieron que Robin desapareciera en Batman nº428, y Starlin y Aparo lo plasmaron de forma inmejorable.

Pero, por mucho éxito que estuviera teniendo Batman, no era comparable al fenómeno de masas internacional conocido como batmanía que desató el filme Batman de Tim Burton en 1989. Protagonizado por Michael Keaton, Jack Nicholson y Kim Basinger, se convirtió en el más taquillero hasta la fecha y generó una secuela en 1992 en la que repetían Burton y Keaton secundados por Danny DeVito y Michelle Pfeiffer. Burton siguió la estética oscura de Miller y creó una Gotham City tenebrosa en la que interactuaban personajes para cuya interpretación los actores parecían haber nacido.

Los noventa fueron muy irregulares para las series de Batman. El éxito de las películas se desvaneció ante el avance imparable de los mutantes de Marvel y los cómics de Image, pero la franquicia siguió aumentando, en parte gracias a dos películas más, dirigidas por Joel Schumacher, y a buenas adaptaciones animadas. El tercer Robin tuvo serie propia en 1993, igual que Nightwing (Dick Grayson, el Robin original) en 1996. Batman protagonizaba Batman, Detective Comics, Shadow of the Bat y Legends of the Dark Knight. Incluso Catwoman consiguió su propio título. Denny O'Neil estuvo al frente de todo como editor, y a él debemos sagas memorables y perfectamente coordinadas, si bien algo pretenciosas, como "La caída del murciélago" y "Tierra de nadie", que destacaron entre la mediocridad que caracterizaba, en general, a todos los cómics DC de la época.

(ILUSTRACIÓN: Portada de Batman nº 440, el segundo episodio de "Batman Año Uno", por David Mazzuchelli.)

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