28.2.06

FLASH: CINCO AÑOS CON GEOFF JOHNS (1 DE 2)

La andadura de Geoff Johns en The Flash comenzó en el número 164 (septiembre de 2000) con un encargo temporal de seis entregas y terminó cinco años después en el número 225 (octubre de 2005). Hablamos en este texto de las principales sagas de esta larga etapa y también de la situación actual del Velocista Escarlata, cuyo destino tras Infinite Crisis está bastante en el aire.

"Wonderland"



Mientras estaba escribiendo JSA junto con David S. Goyer, Geoff Johns se enteró de que el puesto de guionista en The Flash estaba vacante y lo solicitó al editor Joey Cavalieri. El resultado fue "Wonderland", una saga de seis números que abarcó los números 164 a 169 de la serie. Aunque sólo tenía veintiocho años cuando comenzó a escribir The Flash, Johns es un seguidor confeso de la edad de plata gracias a los cómics de su tío que leía en casa de su abuela. El personaje de Flash siempre fue uno de sus favoritos, sobre todo por villanos como el Capitán Frío. El amigo Snart fue un personaje importante de la primera historia, y ha estado presente durante toda la estancia de Johns de una forma en que su importancia ha ido aumentando paulatinamente.

Dibujada por el español Ángel Unzueta, "Wonderland" comenzaba cuando Wally West se despertaba en la comisaría de un mundo que no era el suyo. En él, nunca había existido la fuerza de la velocidad ni Flash, y Barry Allen seguía vivo como policía científico. Tras recuperarse del impacto emocional que suponía ver a su tío, Wally era rescatado por el Capitán Frío y el Amo de los Espejos. Alguien los había contratado para sacar a Flash del mundo real, pero se habían quedado atrapados ellos también. Johns aprovechaba la ocasión para repasar las diversas encarnaciones del Velocista Escarlata y el impacto que tenía en los demás héroes su ausencia en batallas importantes. Tras deshacerse del Pensador y de Saqueador, un villano que daría mucho juego en el futuro, Flash y sus dos enemigos volvían a Keystone City. Pero no era la ciudad que conocían. Aprovechando la ausencia de Wally, un tarado llamado Hermano Grimm había convertido Keystone en un siniestro cuento de hadas en que él era el rey y Linda West, su prometida. Junto con Jay Garrick, Wally liberaba a su ciudad de tan extrañas circunstancias.

Según el propio Johns, "Wonderland" continuaba en cierto modo el tipo de historias que Mark Waid, el guionista anterior, había llevado a cabo. Cuando Cavalieri le propuso convertirse een escritor fijo, uno de sus primeros objetivos fue buscar su propio tono. La influencia de Waid en las aventuras de Wally West sería difícil de superar y, para conseguirlo, Johns se propuso abordar los aspectos de Flash que aún no se habían tocado. Uno de ellos era Keystone City, a la que quería convertir en un personaje más. La creación de Iron Heights fue fundamental para conseguirlo. La presencia constante de Goldface y su Sindicato 242 dio a Keystone un trasfondo obrero que necesitaba por ser la capital industrial del Medio Oeste. Otra dirección que había que seguir era la de Wally y Linda como recién casados. Y, por último, optó por utilizar a la Familia Flash lo menos posible, porque Waid ya había insistido bastante en personajes como Jesse Quick o Impulso. Por supuesto, aparecerían de vez en cuando, pero el protagonista de la serie iba a ser Wally y sólo Wally. Y por último, para enganchar a los lectores, Johns empleó desde el principio sus mejores armas; se trataba de los cliffhangers y de su habilidad para manejar subtramas.

"Que corra la sangre"



La primera historia de Johns como escritor regular de la colección coincidió con la llegada del nuevo dibujante, Scott Kolins. Tras varios trabajos de poca monta, el artista evolucionó su estilo hasta hacerlo idóneo para un personaje que se mueve a la velocidad de la luz. Kolins dio un aspecto único a Flash por la ausencia de sombreados que, por otra parte, le permitió fallar entrega en muy pocas ocasiones desde su incorporación hasta el número 200, el último que ilustró antes de marcharse en exclusiva a Marvel Comics.

Esta saga, que abarcó los números 170 a 173, fue la que ayudó a definir a Keystone City. Goldface, un antiguo villano retirado, se presentaba aquí como un líder sindical tan popular como intransigente. También supuso la primera aparición del agente Fred Chyre y el detective Morillo, dos carácteres muy dispares que, tras su colaboración en esta historia, pasarían a formar parte del Departamento de Hostilidad Metahumana de la policía local. Y también supuso el primer paso en la relación de Linda y Wally como familia. Por si fuera poco, también sirvió para presentar a un villano nuevo llamado Cícada, muy alejado de los habituales chorizos que conformaban la galería de villanos clásica. Pero vayamos por partes.

Wally y Linda asistían a un partido de hockey sobre hielo, el deporte rey de la ciudad, al que debía acompañarlos Jesse Quick. Johns nos mostraba a la joven heroína como una adicta al trabajo que antemponía su empresa a su vida disfrazada. Con esto, ya se dejaba entrever que poco íbamos a verla en futuras entregas de la serie. La velada quedaba interrumpida cuando Wally captaba un aviso de la policía: Magenta había regresado. Se trataba de una antigua novia del protagonista que enloqueció al utilizar sus vastos poderes magnéticos. La podréis ver en Clásicos DC: Nuevos Titanes nº 5, por cierto. Flash conseguía detenerla, pero se metía sin querer en una trampa.

Y es que Magenta se había metido en una secta liderada por Cícada que estaba asesinando a todas las personas a las que Wally había salvado durante su carrera superheroica. El objetivo era robar su fuerza vital para resucitar a la esposa de Cícada, a la que él mismo había asesinado. La adoración enfermiza del villano por Flash le llevó a la cárcel sin más, pero la saga tuvo una consecuencia a corto plazo bastante curiosa. Una de las víctimas de la secta había sido la agente Julie Jackham, una antigua novia de Wally que tenía un bebé cuyos ojos despedían relámpagos. ¿Acaso sería un hijo ilegítimo de Flash? La pregunta estaría en el aire durante unos pocos meses más pero, mientras, Linda y Wally se encuentran con otro problema: los acólitos de Cícada han volado su casa por los aires.

"El primogénito"



The Flash nº 174 fue un número de transición en el que pasaron cosas bastante importantes. Una de ellas fue la mudanza de los West, que a partir de entonces vivirían en pleno centro de Keystone. La otra sería el asesinato de los Rathaway, los padres del Flautista Moteado o, simplemente, Flautista. Recordemos que este villano se había reformado largo tiempo atrás y que, en este punto, era uno de los mejores amigos de Wally. El asesinato de sus padres era parte de un plan bastante retorcido que empezó a gestarse a partir de este momento, y que nos conduciría a uno de los puntos culminantes del Flash de Geoff Johns. Pero habrá que esperar un poco para esto.

Los dos números siguientes englobaron la saga corta "El primogénito", en la que se supo la identidad del padre del bebé de Julie Jackham. Contra todo pronóstico, no se trataba de Wally sino de uno de sus peores enemigos, que se había aprovechado de la situación cuando la difunta agente rompió con el superhéroe. Se trataba de Weather Wizard (Amo del Tiempo en la edición de Norma, Hechicero del Clima en la edición de Planeta). El bebé había sacado sus poderes de la varita de papá, y éste quería matarlo para ser más fuerte. No hace falta decir que Flash lo impedía heroicamente y que los West se quedaban con el pequeño durante unos días. No obstante, su hogar temporal fue el del detective Morillo.

Cronológicamente, después de "El primogénito" tocaba el especial Flash: Our Worlds at War, el inevitable cruce con el macroevento de 2000. No se puede decir que tuviera mucha importancia para la serie regular; de hecho, lo único destacable es la incorporación de Cyborg como secundario habitual. Lo demás, y me refiero a la carrera entre Flash y Black Racer, no es como para recordarlo. Dibujó el especial Ángel Unzueta.

Iron Heights



En agosto de 2001, se editó un especial titulado The Flash: Iron Heights que servía como presentación por todo lo alto de la prisión de Keystone City. Concebida como el centro del que nadie podía escapar, Iron Heights está gobernada por el alcaide Gregory Wolve, un sádico individuo con poderes telepáticos que es capaz de aplicar los métodos más expeditivos para aplacar a sus internos. Cuando funcionarios y presos empezaron a morir debido a una desagradable enfermedad de la laringe, Flash y Jay Garrick se adentraron en la cárcel con ayuda del único interno que había logrado huir, esto es, el Flautista. El viaje del trío hasta la fuente de la enfermedad era terrorífico, algo a lo que contribuyó de forma decisiva el dibujo de Ethan Van Sciver. Oscuro, tenebroso e incluso feísta cuando era necesario, su estilo encajó a la perfección, algo que el de Scott Kolins no podría haber hecho. Especialmente tétrica resultó la escena en que Flash y compañía se encontraban con Apagón, el villano con poderes energéticos que alimentaba las necesidades de la prisión en contra de su voluntad.

Aunque se tratara de un número único, Iron Heights no estaba apartado de los acontecimientos de la serie central sino todo lo contrario. Como supimos al final del cómic, el virus había sido liberado por un grupo de villanos cuyo objetivo era aprovechar la confusión para una fuga en masa. Del mismo modo, Johns también sacó partido a la situación para presentar a enemigos clásicos de Flash casi olvidados y para sacarse de la manga algunos nuevos como Viga o el inquietante Murmullo.

Preparando la gran saga

En la última página de Iron Heights, conocimos la composición de la nueva Galería de Villanos. Este grupo, que siempre ha consistido en la unión de enemigos habituales de Barry Allen, tendría por fin una versión moderna y con mucha mala idea. Liderada por la misteriosa Blacksmith, estaba compuesta por el Amo del Tiempo, Magenta, el Amo de los Espejos, Murmullo, Viga, Saqueador de la dimensión espejo y un nuevo personaje al que no tardaríamos en conocer. El ataque a gran escala contra el Velocista Escarlata aún se haría de rogar siete meses; sin embargo, a través de números autoconclusivos, Johns fue haciendo que los villanos minasen las fuerzas de Flash atacando a sus amigos y aliados.

La primera víctima fue Chunk. En The Flash nº 177, Saqueador le disparaba una bala que hacía que su control sobre el agujero negro que lleva dentro desapareciera. Toda Central City empezó a ser consumida por este entrañable personaje. Flash lo impedía arriesgando su propia vida, pero la cosa no había hecho más que comenzar. Antes de pasar al siguiente número, Johns y Kolins se encargaron de la historia central de The Flash Secret Files and Origins nº 3, en la que conocíamos a un nuevo miembro de la Unidad de Hostilidad Metahumana. Se trataba de Hunter Zolomon, el encargado de analizar psicológicamente a los villanos para predecir sus actividades y motivaciones. El recién llegado arrastraba un pasado trágico en el que había perdido a su suegro y casi a su esposa debido a un error suyo. Era un personaje emocionalmente inestable que, al cabo de un par de años, iba a dar mucho juego.

En el número 178, una empresa de jaulas llamada Cage Factory transportaba a Gorilla Grodd a Iron Heights cuando Magenta liberó al temible villano. Se producía en aquel momento una batalla memorable desde un punto de vista gráfico en la que Grodd arrasaba medio centro de la ciudad. Como en tantas otras ocasiones, el gorila no iba a ser un enemigo fácil de vencer pero, por el momento, Flash lograba meterlo en prisión. En el mismo número, Wally descubría a la siguiente víctima de la Galería de Villanos. La policía detenía al Flautista por el asesinato de sus padres. En realidad, el culpable era el Amo de los Espejos disfrazado, pero aparecía disfrazado en el vídeo de seguridad de la mansión de los Rathaway. Allí, su vida cambiaría para siempre debido a los abusos de Wolve y sus agentes, pero no estaría encerrado mucho tiempo. El número 179 fue un cruce forzoso con la saga "La última risa del Joker". Varios villanos, entre ellos Merlyn y Deathlock, irrumpían en Iron Heights y liberaban a buena parte de los reclusos. Uno de los que consiguió escapar fue el Flautista, pero aún tardaríamos un poco en conocer su destino.

Los dos episodios siguientes dieron algo de tregua a la trama de la Galería para presentarnos a Escondite, convertida en criminal debido a circunstancias personales, y profundizar en Apagón, que también había escapado de Iron Heights. Al mismo tiempo, se producían interesantes revelaciones sobre el entorno de Wally. Iris Allen, su tía y viuda del difunto Barry, regresaba al siglo XX y se hacía cargo del bebé de Julie Jackham. Por otra parte, descubríamos que Saqueador era la réplica del "mundo espejo" de un personaje muy familiar. Se trataba del detective Morillo, al que suplantaba después de raptarlo.



El número 182 sería un momento memorable por tratarse del primer "Rogue Profile", esto es, números en los que Johns profundizaba en las vidas de los enemigos de Flash. Como ya hemos comentado en alguna ocasión por aquí, los villanos clásicos de la colección, en su mayoría heredados de Barry Allen, eran algo absurdos e incluso ridículos. Con estos episodios, Johns consiguió dar motivaciones plausibles a las ajetreadas vidas de personajes como el Capitán Frío, al que trató de forma magistral en este episodio. Leonard Snart era hijo de un policía que se dio a la bebida tras la muerte de su compañero. Su madre escapó de casa tras recibir muchas palizas, que desde entonces recayeron en Leonard y su hermana pequeña. En cuanto pudo, se largó también y se metió en una banda de ladrones cuyo intento de atraco a un banco fue frustrado por Barry Allen. Snart pasó todo el tiempo que estuvo en la cárcel acumulando rencor contra Flash y diseñando su pistola de frío. A pesar de su carácter superficialmente curtido, Snart no pudo descansar hasta vengar la muerte violenta de Golden Glider, su hermana.

El siguiente episodio, The Flash nº 183, fue el prólogo oficial a la primera gran saga de Johns. Con aliados como Chunk, el Flautista o Morillo fuera de circulación, el guionista quiso evitar que Flash recibiera ayuda en lo que iba a venir. Jesse Quick tuvo que hacer frente a serios problemas empresariales y los Garrick se marcharon una temporada de Keystone porque Joan estaba muy enferma. A esto, se le añadió el último miembro de la Galería de Villanos, el nuevo e insoportable Trickster, y ya estuvo todo preparado para "Fuego cruzado".

"Fuego cruzado"



La saga en cuestión, publicada en los números 184 a 188, no decepcionó a nadie. Los preparativos habían sido muchos, y había llegado el momento de poner a Flash contra las cuerdas. Por una parte, el Amo del Tiempo y sus compañeros de la Galería de Villanos estaban arrasando Central City. Por otra, como éramos pocos, parió la abuela. El Pensador, al que Johns ya había tocado en JSA, se apoderó de Keystone a través de una especie de virus informático que atacaba las neuronas de los humanos. Una de las víctimas era Linda, claro, porque aún se podía jorobar un poquito más a Flash. Por cierto, que su único aliado sano antes de la saga, Cyborg, acabó atrapado en un espejo junto con el grueso de la policía local.

Con semejante panorama, Flash tenía que elegir qué ciudad salvar. Al final pudo con las dos amenazas, pero el camino no fue nada fácil. Para detener al Pensador, tuvo que dejar que controlase su mente con la esperanza de usar la fuerza de la velocidad para pensar más rápido que él. Con respecto a los villanos, todo se fue al garete en cuanto Viga empezó a acosar sexualmente a Magenta. Al fin y al cabo, los grupos de villanos nunca triunfan porque no tienen espíritu de compañerismo ¿no?

En la saga tuvieron bastante importancia Zolomon, Chyre y Morillo, que tuvo que hacer frente al Saqueador y descubrió que tenía factor de curación. También tuvo su minuto de gloria Goldface, que resultó ser el ex marido de Blacksmith. Ésta había robado y manipulado el suero original de este villano reformado, y se había convertido en aspirante a reina de los bajos fondos de Keystone. Sin embargo, con la derrota de su Galería de Villanos, todo quedó en un simple intento. Fue detenida, claro, pero no todos sus socios compartieron esa suerte. Y es que Johns, lejos de cerrar la saga sin más, ya se preparó otros tres añitos de subtramas. Por una parte, el Capitán Frío, que había ayudado a liberar a la policía del Amo de los Espejos, reclutó a éste, a Trickster y al Amo del Tiempo, que no habían sido capturados, para fundar un nuevo grupo. Y por otra, Johns terminó "Fuego cruzado" con una gran sorpresa. Linda estaba embarazada.

THE FLASH AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

27.2.06

ERA DC (8): WHIZ COMICS Nº 2

"Introducing Captain Marvel" (13 páginas).
Fecha de portada: Febrero de 1940.
Editor: Bill Parker.
Portada: C. C. Beck (dibujo y entintado).
Créditos: Bill Parker (guión), C.C. Beck (dibujo y entintado).
Recopilado en: Shazam! Archives nº 1 HC
Edición española: Inédito.

Whiz Comics nº 2 no fue una publicación de DC sino de Fawcett Comics. Si hablamos de este cómic en Era DC es porque contiene la primera aparición del Capitán Marvel, personaje al que DC asimilaría en los años setenta. Pero ¿fue en realidad la primera aparición? No del todo. Cuando Bill Parker recibió el encargo de crear una línea de superhéroes, tituló a esta revista Flash Comics con la mala suerte que DC sacó antes una con el mismo título. No obstante, ya era tarde para detener la edición y Fawcett sacó un número de promoción llamado Flash Comics nº 1 donde se anunciaba a un tal Captain Thunder. Al final, el héroe se llamó Capitán Marvel y nació oficialmente en Whiz Comics nº 2. Lo de Whiz fue el tercer nombre de la revista, que iba a llamarse Thrill Comics, título que se desechó por ser demasiado similar al Thrilling Comics de Better Publications. Todos estos cambios reflejan la premura con que los editores de cómics en 1940 pretendían emular el éxito de Superman y Batman. Pocos personajes ajenos a DC lo consiguieron, y el Capitán Marvel fue uno de ellos debido al cariño que Parker y, sobre todo, C.C. Beck, pusieron en su principal creación. De hecho, hubo meses en que sus aventuras vendían más que las de Superman y DC denunció a Fawcett por un plagio ciertamente discutible. La historia de presentación contaba cómo el pequeño Billy Batson subía a un tren fantasma que lo llevaba hasta Shazam, el mago que le dio poderes sobrehumanos. Para acceder a ellos, se convertía en adulto gritando el nombre del hechicero. Ya en su primera aparición, debutó la némesis por excelencia del Big Red Cheese: el Doctor Sivana.

24.2.06

ERA DC (7): MORE FUN COMICS Nº 52

"The Spectre" (10 páginas).
Fecha de portada: Febrero de 1940.
Editor: Whitney Ellsworth.
Portada: Bernard Baily (dibujo y entintado).
Créditos: Jerry Siegel (guión), Bernard Baily (dibujo y entintado).
Recopilado en: Golden Age Spectre Archives nº 1 HC.
Edición española: Inédito.

No habían pasado ni dos años desde la creación de Superman cuando su co-creador Jerry Siegel lanzó un nuevo personaje tan poderoso como él o incluso más. Se trataba del Espectro, cuyo origen relató con el dibujante Bernard Baily en dos partes. De hecho, estrictamente hablando, la primera aparición del Espectro sería More Fun Comics nº 53. En este número, aparecía Jim Corrigan, un policía bastante desagradable que se metía con el mafioso Gat Benson y acababa metido en un barril en el fondo del río. Mientras "iba hacia la luz", una voz le dijo que volviera a la Tierra a impartir justicia, y descubrió que, como fantasma, tenía superpoderes. Sin embargo, no fue hasta el final del número siguiente cuando Corrigan adoptaba la identidad del Espectro.

23.2.06

LOS TITANES MÍTICOS (2 DE 2)

Las semillas de los Titanes

La versión post Crisis de los Titanes Míticos es diferente a la original, aunque sus creadores fueron los mismos Marv Wolfman y George Pérez. Estos dioses se convirtieron en una forma de mantener las raíces mitológicas en el origen de una Donna Troy que ya no podía ser la hermana de Wonder Woman por una simple cuestión cronológica. En The New Titans nº 50 (noviembre de 1988), la titánida Febe, diosa de la luna, llegó a la Tierra en busca de Donna. El esfuerzo le costó la vida, pero consiguió relatar a la heroína su origen y su relación con los mitos griegos.




De nuevo, asistimos a la vieja leyenda que dice que al principio fue el Caos, luego llegó Gea... Y todo se mantiene fiel a la mitología, incluyendo el que Zeus mate a Cronos, hasta que termina la guerra entre los Titanes y los dioses del Olimpo. Es entonces cuando todo cambia. En lugar de desterrar a los Titanes al Tártaro, Zeus los exilió al espacio, concretamente a una luna desértica que se caía a pedazos. Allí, los antiguos dioses están condenados a morir.

Sin embargo, no estaban dispuestos a perecer y bautizaron su nuevo hogar como Nuevo Cronos, en honor a su difunto líder y hermano. Los once Titanes, cuya muerte era segura si nadie los adoraba como divinidades, llevaron Synriannaq, el planeta alrededor del cual orbitaba aquella luna, a una era dorada de prosperidad. Sus habitantes los amaban, y especialmente a Rea. La diosa de la tierra estaba muy sola desde la muerte de su esposo, y comenzó a aparearse con nativos de aquel planeta y a tener hijos. Esos semidioses, que fueron bastantes, entablaron una guerra por el poder que casi destruyó el planeta y dejó a los dioses deprimidos y olvidados de nuevo.

Rea se sentía responsable de lo sucedido, y sacrificó sus últimas fuerzas buscando por todo el universo a jóvenes huérfanos a los que los dioses podrían criar como sus herederos. Entre ellos, estaba Donna Troy, de la Tierra. Los bautizaron con nombres inspirados en ciudades helénicas, como Troy y Esparta. Cuando llegaron a la adolescencia, les borraron la memoria y los devolvieron a su planeta con recuerdos falsos para que se siguieran formando solos. Cuando llegase el momento, los reclamarían para convertirse en nuevos dioses. Sin embargo, Sparta de Synriannaq no olvidó quién era, y se dedicó a matar al resto de semillas hasta que sólo quedaron ella y otras tres: Donna Troy, Athyns de Karakann y Zanthi de Ozyron. Aunque este último murió, Athyns, Donna y el resto de los Nuevos Titanes derrotaron a Sparta.

Quedó así en suspenso el destino final de los Titanes Míticos. Al final de La guerra de los dioses (1991), sus hijos, los dioses del Olimpo, se iban con ellos al exilio en el espacio, si bien volverían un tiempo más tarde a la Tierra a fundirse con sus réplicas romanas. Los Titanes Míticos, o al menos sus voces, volvieron en Team Titans nº 3, que puso final a la saga "Caos Total". Bajo el mando de Marv Wolfman y Kevin Maguire, Donna pedía a sus dioses que le quitaran sus poderes tras el mucho mal que su hijo podría haber sido capaz de hacer.

Quien sí volvió físicamente y por todo lo alto fue Cronos. El antiguo rey de los dioses no estaba muerto tal como sus hermanos pensaban, y su regreso iba a ser toda una sorpresa.

Los nuevos Titanes de Cronos



Bueno, en realidad sí estaba muerto, pero resucitó cuando el hipertiempo sacudió la realidad en The Kingdom nº 2. Que sí. Su retorno se relató entre Wonder Woman nº 139 a 150, más Wonder Woman Secret Files nº 2. La larga trama, dividida en tres sagas ("Trinidad", "Devastación" y "Guerra divina") forma parte de la época oscura de la Asombrosa Amazona en España, pues permanece inédita a día de hoy. Tras las muchas tortas que John Byrne dio a la continuidad de Diana y su familia, Eric Luke y Yanick Paquette crearon una nueva generación de Titanes Míticos.

Cuando despertó, Cronos quiso recuperar la edad dorada que la humanidad había vivido con él y sus hermanos. Esto, recordemos, ya se había hecho años atrás. Sin embargo, las similitudes terminan ahí. Para lograrlo, Cronos debía apoderarse de toda la Onda Divina y, para ello, tenía que matar a todos los dioses de la Tierra incluidos sus hijos. Y ¿qué es la Onda Divina? Pues ha llegado el momento de hacer un pequeño inciso.

Para cuando se publicó esta saga, ya estaba asumido que el origen del universo no estaba en Caos ni en Gea ni nada de todo esto. Estaba en el entramado de algo llamado "El Cuarto Mundo" y que seguro que os suena. Según este nuevo origen, al principio sólo existía la Fuente o Primer Mundo. Cuando sus moradores quisieron hacer algo permanente con el universo, se creó un planeta llamado Segundo Mundo poblado por seres de gran poder. Vamos, que eran todos dioses. Sin embargo, debido a las muchas guerras, el planeta explotó y, como resultado, una Onda Divina recorrió el universo hasta llegar a la Tierra o Tercer Mundo. Una vez aquí, dio la vida a los dioses griegos y a todos los demás. El relato de todo esto se puede encontrar, por ejemplo, en Jack Kirby's Fourth World nº 1, de John Byrne.

Pues bien, Cronos no podía absorber él solo toda la Onda Divina. Necesitaba aliados. Y los encontró dentro de sí mismo. Rea y él habían tenido más hijos a los que Zeus no había sacado de su cuerpo después de que él se los tragara. Ni corto ni perezoso, Cronos los vomitó y moldeó unos nuevos Titanes Míticos. Se trataba de Arco, Lebrel, Desdén y Olvido. A ellos sumó dos de sus hermanos monstruosos, a los que Urano repudiase en sus días; eran Carnicero y Titán, el monstruo de cincuenta cabezas y cien brazos. A pesar del inmenso poder de estos Titanes, Crono necesitaba más, y se inspiró en Wonder Woman. Si la amazona era la enviada de los dioses del Olimpo y había recibido su bendición y su poder ¿por qué no hacer lo mismo?

Fue así como Crono viajó a Temiscira y moldeó a su hija en barro. Después, los siniestros Titanes le dieron poderes que la hacían rival para la propia Diana. Por supuesto, al final Wonder Woman fue ventilando a todos los Titanes y a la niña en cuestión, que se llamaba Devastación. Lo que no consiguió fue que Crono no entrase en contacto con la Presencia, que al fin y al cabo era uno de sus objetivos. Fue así como entró en razón, recuperó la cordura y abandonó su cuerpo. Su alma se fundió con Gea, su madre, y así terminó la odisea de Cronos. Pero aún nos faltaba algo por saber sobre sus hermanos, los Titanes Míticos originales.

En busca de un mundo mejor

Ojo, spoilers a partir de aquí.

Los Titanes Míticos volvieron en 2005 en DC Special: The Return of Donna Troy. Tenéis más información sobre la miniserie y su relación con Crisis infinita aquí .

Tras la muerte de Donna Troy a manos del Superman robot en Día de graduación, los Titanes acogieron su alma. No fue éste un gesto altruista, ya que le borraron los recuerdos y moldearon su mente para convertirla en esposa de Ceo; es decir, Donna se convirtió en diosa de la luna y en sustituta de la difunta Febe. Los Titanes utilizaron a Donna y a Sparta para conquistar Mynossis, un planeta que tenía dentro el portal que conduciría a los Titanes a un mundo mejor. Sólo Donna podía abrirlo y lo hizo, y los antiguos dioses consiguieron por fin volver a un mundo en el que eran amados y venerados y en el que disponían de todo su poder.

THE NEW TITANS, WONDER WOMAN SECRET FILES, AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

22.2.06

LOS TITANES MÍTICOS (1 DE 2)

Los cómics de todo el mundo han recurrido a la religión como tema en uno u otro momento. El cómic de superhéroes no es una excepción y, aunque al menos en el mainstream se tocan las actuales religiones mayoritarias con el respeto suficiente como para no despertar suspicacias, tanto Marvel como DC han integrado en sus universos compartidos antiguas religiones politeístas. El caso paradigmático es el Thor, el dios del trueno de los vikingos que ha protagonizado con mayor o menor éxito diversas colecciones desde 1963. Stan Lee y Jack Kirby unieron su ferviente creatividad al transfondo de personajes y escenarios aportados por la mitología nórdica y consiguieron que personajes como Odín o Loki y escenarios como Asgard fueran parte fundamental del Universo Marvel.

En DC, el panteón de dioses por excelencia es el aportado por la mitología griega. No en vano, durante más de sesenta años, los dioses del Olimpo han estado presentes en las aventuras de Wonder Woman, la heroína más famosa de la casa y miembro de las amazonas, una raza creada por estas deidades. Pero no hablamos hoy de estos dioses olímpicos sino de sus antecesores, los Titanes Míticos, parte fundamental de la biografía de un personaje tan importante para el Universo DC como es Donna Troy.
La Teogonía




Hesíodo fue un poeta que vivió presuntamente en el siglo VII a.C. Su existencia es tan discutida como la del propio Homero. Algunos lo consideran anterior al autor de la Ilíada; otros, posterior. Los hay incluso que afirman que fueron contemporáneos y que incluso compitieron en certámenes poéticos. En todo caso, a Hesíodo se le atribuye la autoría de la Teogonía. Sin ánimo de ser hereje, que yo tampoco quiero ofender a nadie, este poema épico se considera la Biblia de la mitología griega. Hesíodo recogió y aglutinó las historias sobre la creación del mundo, los dioses primigenios, sus hijos y los hijos de éstos para componer una historia coherente. Siendo los helenos un pueblo bastante disperso, los mitos variaban según la conveniencia de cada uno, pero Teogonía los simplificaba de forma que se pudiera establecer un orden "cronológico" a la aparición del mundo y sus dioses.

Los que hayáis leído recientemente Clásicos DC: Nuevos Titanes nº 3, habréis visto que Hiperión relata a Donna Troy la historia de los Titanes Míticos. En Teogonía (versión en prosa), Hesíodo cantaba a las Musas lo siguiente:

«Antes que todas las cosas fue Caos; y después Gea la de amplio seno, asiento siemple sólido de todos los inmortales que habitan las cumbres del nevado Olimpo. [...] Y primero parió Gea a su igual en grandeza, al Urano estrellado, con el fin de que la cubriese por entero y fuese una morada segura para los dioses dichosos. [...] Y, después, concubina de Urano, parió a Océano el de remolinos profundos, y a Coyo, y a Críos, y a Hiperión, y a Yapeto, y a Tea, y a Rea, y a Temis, y a Mnemosina, y a Feba coronada de oro, y a la amable Tetis. Y el último a quien parió fue el sagaz Cronos, el más terrible de sus hijos, que cobró odio a su padre vigoroso.»


Urano no vio con buenos ojos a ninguno de sus hijos, e intentó sacárselos de encima. Sin embargo, Cronos acabó con él y, junto con su hermana Rea, tuvo seis hijos. Según el Oráculo, uno de ellos acabaría con Cronos, así que se los comió a todos. Bueno, se comió cinco y una piedra (no tenía el paladar muy fino), porque Rea escondió a Zeus para que, cuando fuese mayor, derrocase a su padre. Así pues, volvió ya hecho un hombre y liberó a sus hermanos de la panza de su padre e intentó arrebatarle el poder. Y se montó así una guerra conocida como Titanomaquia que duró nueve años en los que Cronos y los Titanes Míticos (o Dioses Titanes, según Hesíodo) masculinos se enfrentaron a Zeus y sus hermanos. Los primeros estaban en el monte Otris y los segundos, en el Olimpo, y se iban tirando pedruscos los unos a los otros. Zeus, con ayuda de los gigantes, mató a Cronos, ganó la guerra y exilió a los titanes al Tártaro, pero no a las Titánidas, que no habían intervenido en el conflicto. Como premio, los tres hijos varones de Cronos, esto es, Zeus, Poseidón y Hades, se repartieron el cielo, el mar y el infierno respectivamente.

Volviendo al pijameo ¿cómo se aplicó esto al Universo DC? Pues a ello vamos.

"El Choque de los Titanes"




La primera aparición de los Titanes Míticos en el Universo DC tuvo lugar en septiembre de 1981 en The New Teen Titans (vol. I) nº 11 (Clásicos DC: Nuevos Titanes nº 3 en edición española reciente). Durante ese número y el siguiente, Marv Wolfman y George Pérez narraban una especie de Titanomaquia en la que se veían implicadas Wonder Girl, Starfire y Raven. Las chicas habían llevado a Changeling a Isla Paraíso para curarlo de las heridas infringidas por Deathstroke. Mientras estaban allí, apareció sobre la isla Hiperión, uno de los Titanes Míticos, que hizo que Wonder Girl se enamorase de ella y se marchara con él al Tártaro. Su objetivo era liberar a sus hermanos Titanes.

En la historia de estos dioses transplantada a los cómics, fueron encerrados todos en el Tártaro por Zeus. La primera en escapar fue Thia, esposa de Hiperión, pero nada más se supo de ella por el momento. Después, fue él quien se liberó gracias a la energía solar residual que absorbía de las almas que acababan de bajar al infierno. Una vez liberado, Hiperión adquirió el poder suficiente para sacar a sus hermanos del Tártaro. Como en los mitos griegos, los titanes eran doce: Cronos (que estaba vivo en los cómics) y Rea, dioses de la tierra; Hiperión y la ausente Thia, dioses del sol; Iapetus y Themis, dioses de la justicia; Crío y Mnemosine, dioses de la memoria; Océano y Tetis, dioses del mar; y Ceo y Febe, dioses de la luna. Los once Titanes y Wonder Girl atacaban el Olimpo para recuperar su puesto. Cronos quería reinstaurar la edad de oro que la humanidad había vivido con él. No obstante, tras una lucha tan cruenta como espectacular, Atenea le convenció de que lo único que conseguiría sería esclavizar a los hombres. Finalmente, los titanes volvieron al Tártaro pero no como prisioneros, sino como amigos de los dioses del Olimpo.

"La Saga de Thia"




La ausencia de Thia en "El choque de los Titanes" no fue azarosa. Wolfman y Pérez tenían en mente recuperarla a finales del segundo año de la colección, pero fueron desarrollando otras tramas que consideraban más importantes y la diosa del sol quedó algo apartada. Hubo lectores que especularon con que Thia era la madre de Donna Troy. Wolfman lo desmintió en The New Teen Titans nº 38, pero es posible que se quedase con la idea. En The New Teen Titans (vol. II) nº 7 a 9 (abril a junio de 1985), Thia salía a la luz para reclamar a su hija. No era Donna Troy, pero sí Lilith, antiguo miembro de los Titanes Oeste y secundaria ocasional de la colección.

En "La Saga de Thia", dibujada por el gran José Luis García-López, se descubrió qué había sido de la diosa. Llegó a Estados Unidos durante los años veinte y se casó con varios millonarios a los que asesinaba en la noche de bodas. Su última víctima era el dueño de Sun Publishing, un influyente magnate de la publicidad que era el padre de Lilith. La niñera raptó a la joven para apartarla de Thia, pero ella la acababa encontrando. Más poderosa que nunca, Thia conquistó el Olimpo, encarceló a sus habitantes y mantuvo entretenidos a sus hermanos titanes en el Tártaro.
Pero claro, Thia había cometido la torpeza de tocar las narices a los Nuevos Titanes por partida doble. Primero, raptando a Lilith; después, arrasando Isla Paraíso y secuestrando a las amazonas. En la colosal batalla contra la diosa del sol, murieron Crío y Tetis. Al final, Hiperión también se sacrificó para acabar con su esposa, y los Titanes Míticos que sobrevivieron, más Lilith, se instalaron en el Olimpo con todos los honores. Poco después llegó Crisis en tierras infinitas, y ni "El choque de los titanes" ni "La saga de Thia" siguieron vigentes en la continuidad. Sin embargo, a los Titanes Míticos les aguardaba un papel muy importante relacionado, una vez más, con Donna Troy.

Y mañana, las vicisitudes post Crisis de los Titanes Míticos.

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21.2.06

JSA: "UN FANTASMA EN LA CASA"

Guión: Paul Levitz.
Dibujo: George Pérez.
Publicado en JSA nº 82 USA.
DC Comics, 32 páginas, 2,50$.
Esta reseña contiene spoilers.

Simplemente, sublime. No se me ocurre otra forma de calificar este último número de JSA, que es en sí mismo una historia unitaria. Geoff Johns se ha ido aún no se sabe si para siempre, y Paul Levitz, jefazo de DC, se hace cargo de esta entrega y de la saga de cinco entregas que comienza el mes que viene. Los acontecimientos de Infinite Crisis suponen una ruptura total de este número con respecto a toda la etapa anterior. Se acabó el Universo DC. El multiverso ha vuelto, y Tierra-2 con él. ¿Será para siempre? ¿Durará sólo lo que tarde en acabar Infinite Crisis? Son dudas que aún no tienen respuesta, pero de momento no importan. Con que el evento haya propiciado un cómic como éste, me sobra.

Levitz conoce muy bien a la Sociedad de la Justicia y su antigua Tierra-2; de eso no me cabe ninguna duda. Ésta es una historia nostálgica que regresa al pasado de Tierra-2, pero no a la forma de contar los cómics de hace treinta años. Levitz se sabe adaptar al ritmo de la narración y los diálogos actuales, y la combinación es explosiva. JSA nº 82 nos traslada al año 1951 de Tierra-2. La Sociedad se acaba de disolver por imposición del gobierno, y Batman y Superman tienen que recuperar información importante que se guarda en el cuartel general del grupo. Con lo que no cuentan es con que el Caballero Fantasma se les ha adelantado y está robando cuanto puede. A la trama se unirán más adelante Wonder Woman y Jay Garrick, y todo en una historia que relataba Lois Lane en el diario que Superman le dio a Power Girl antes de la escisión dimensional. El número acaba con una Kara que duda sobre la conveniencia de sus acciones.

Y si la historia es buena y actual dentro de la nostalgia, el dibujo es para babear una página tras otra. Ya sabéis que siento cierta devoción hacia George Pérez (nunca lo he ocultado ni ganas), pero hacía tanto tiempo que no dibujaba un número entero que tenía mis reservas sobre el resultado. Y éste es, como el resto del episodio, redondo. El aspecto de Batman es el de los años cincuenta pero responde al estilo de Pérez. Superman y Wonder Woman son los de Tierra-2 hasta el último detalle de sus trajes, y el Caballero Fantasma le sale como si lo hubiera parido.

Viejos tiempos, nuevos, cruce con evento, personajes del pasado que no parecen rancios, ambientación impecable... ¿Se puede pedir más?
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20.2.06

ERA DC (6): FLASH COMICS Nº 1

(A) "Origin of the Flash".
(B) "Origin of the Hawkman".
Fecha de portada: Enero de 1940.
Editor: M.C. Gaines.
Portada: Sheldon Morloff (dibujo y entintado).
Créditos (A): Gardner Fox (guión), Harry Lampert (dibujo y entintado).
Créditos (B): Gardner Fox (guión), Dennis Neville (dibujo y entintado).
Recopilado en: (A) Golden Age Flash Archives nº 1 HC, (B) Golden Age Hawkman Archives nº 1.
Edición española: Inédito.

El primer número del Flash Comics de All-American supuso una mina en cuanto a primeras apariciones de personajes muy conocidos hoy en día. Entre ellos, destacan el primer Flash (Jay Garrick) y el Hawkman original (Carter Hall). En el origen de Flash, el joven estudiante de química Jay Garrick (que, por cierto, era fumador, algo impensable hoy) se dormía y derramaba algo llamado agua pesada cuyos gases le dieron supervelocidad tras pasar una temporada en coma. Flash fue el primero de estos héroes que no se preocupaba por mantener una identidad secreta. Por su parte, en el origen de Hawkman vimos cómo el arqueólogo millonario Carter Hall encontraba una daga egipcia. Al tocarla, supo que era la reencarnación del faraón Khufu, asesinado junto a su esposa por el malvado Hath-Set. Antes de morir, el faraón lanzó una maldición. Por toda la eternidad, su amada y él se reencarnarían para amarse y para hacer frente al vil sacerdote. Carter encontró en esta historia a su amada, Shiera Saunders, y a su némesis, el doctor Hastor. Aunque son Hawkman y Flash quienes destacan en este Flash Comics nº 1, en sus páginas debutaron también Johnny Thunder y el vaquero The Whip.

17.2.06

ERA DC (5): DETECTIVE COMICS Nº 33

"The Batman and how he Came to Be (2 páginas)".
Fecha de portada: Noviembre de 1939.
Editor: Vincent A. Sullivan.
Portada: Bob Kane (guión y dibujo).
Créditos: Bill Finger (guión), Bob Kane (dibujo y entintado), Sheldon Morloff (fondos).
Recopilado en: Batman in the Forties TP, Batman Archives nº 1 HC, Batman Chronicles nº 1 TP.
Edición española: Los archivos de Batman nº 1 (Norma Editorial).

En la historia protagonizada por el Señor de la Noche en Detective Comics nº 33, se incluyeron dos páginas que relataban el origen de Batman. En tan poco espacio, se marcó historia en el cómic de superhéroes. A la salida de un cine, los Wayne eran asesinados por un ladrón ante los ojos de su hijo Bruce, que a medida que crecía entrenaba cuerpo y mente para combatir el crimen. La irrupción de un murciélago en su salón le sugirió un aspecto que utilizó para infundir terror en sus enemigos. Tan brutal e impactante fue que casi todos los autores que se han encargado del personaje han querido contarla de nuevo con sus propias palabras hasta llegar a lo cansino. El resto de la historia, titulada "The Batman Wars against the Dirigible of Doom", estaba escrita por Gardner Fox.

16.2.06

HAWKMAN: COALLITION IN CRISIS

Guión: Justin Gray y Jimmy Palmiotti.
Dibujo: Chris Batista.
Portadas: Adam Kubert.
Saga publicada en Hawkman (vol. IV) nº 47 a 49 USA.
DC Comics, 32 páginas, 2,50$ c/u.


"Coallition in Crisis" es la saga con la que Gray y Palmiotti han metido a Hawkman y Hawkgirl en los acontecimientos de Crisis infinita. Tras una historia muy larga, "Adiós, enemigo mío", los protagonistas se sumergen por fin en los hechos recientes que están sacudiendo el Universo DC. La saga en cuestión es una continuación directa de la miniserie The Rann / Thanagar War y tiene lugar antes del especial del mismo nombre que ha puesto punto y final al conflicto.

Chris Batista se destapa dibujando a Hawkman, Hawkgirl, Adam Strange y un buen puñado de héroes cósmicos mientras luchan en Rann contra las hordas de Thanagar comandadas por Blackfire. Hasta aquí, todo parece muy metido en las Crisis y en el agujero negro que parece quererse tragar el universo. O eso piensan ellos, claro. Sin embargo, los guionistas saben seguir adelante con sus tramas. Y es que toca cerrarlas, porque a partir del número cincuenta hay nuevo equipo creativo (y nueva cabecera, ya puestos). Una de ellas es una subtrama propia, que es el destino final de Golden Eagle. Gray y Palmiotti insertan al amigo Charlie en las tropas de Thanagar de un modo algo forzado, pero no dejan el paradero del personaje como cabo suelto. No obstante, el subargumento más importante al que se da carpetazo viene de los primeros números de la colección, e incluso de su presentación en JSA. Se trata de la relación sentimental entre Carter y Kendra. Tras amagos, intentos y tensiones sexuales varias, por fin avanzan en el sentido en que están predestinados a hacerlo. El viejo tema del destino, sin ir más lejos, que ha sido tan importante en esta serie.

Y es que, aunque la numeración vaya a continuar en la inminente Hawkgirl, lo cierto es que la actual etapa del Hombre Halcón concluye con esta saga. Y ha sido una etapa caracterizada por la excelente calidad de sus escritores (el dúo Gray-Palmiotti y Geoff Johns antes que ellos) y, muchas veces, de sus dibujantes. Entre unos y otros, han conseguido devolver a Carter Hall a un lugar digno en el Universo DC. De momento, habrá que esperar para saber qué pasará con nuestro halcón favorito tras Crisis infinita y escisiones dimensionales varias.

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15.2.06

BULLETMAN

Seven Soldiers: Bulleteer es una de las mejores miniseries del evento que Grant Morrison lleva narrando desde hace un año en DC Comics. Este personaje está inspirado en Bulletman y su novia Bulletgirl, dos héroes creados en los años cuarenta por Fawcett Comics, la editorial responsable del Capitán Marvel y familia. En este artículo, hablamos de la trayectoria de este personaje tan secundario que ha desaparecido y ha vuelto al Universo DC con cierta frecuencia gracias a múltiples revisiones.

La edad de oro y Tierra-S


Bulletman, por Yanick Paquette,
en Seven Soldiers: Bulleteer nº 3.

Apenas dos años después de la llegada del Capitán Marvel, Bulletman debutó en Nickel Comics nº 1 (mayo de 1940, por Bill Parker y John Smalle). Esta publicación de Fawcett Comics pretendía innovar por su precio (cinco centavos, es decir, un nickel), su extensión y su periodicidad, pero fracasó estrepitosamente tras siete entregas. No ocurrió lo mismo con su principal reclamo, Bulletman, que se convirtió en el héroe más popular de la casa por detrás de los Marvel y que tuvo a su vez una familia propia.

Jim Barr era hijo del sargento Pat Barr, que fue asesinado cuando él era pequeño. Al contrario que un héroe de origen similar como puede ser Batman, Jim no era rico ni se dedicó a entrenar su cuerpo para luchar contra el crimen, pero su obsesión por esto último lo condujo a hacerse policía forense. Estaba especializado en balística, de ahí que sus compañeros lo apodaran Bulletman (Hombre Bala). Jim era un gran experto en química e inventó una fórmula que eliminaría, al loro con esto, las toxinas que hacían que la gente delinquiera. Fue él mismo quien probó el brebaje y, como resultado, obtuvo fuerza sobrehumana, creció y se hizo aún más listo. Por supuesto, se hizo un traje bonito, se hizo llamar Bulletman y se lanzó a combatir el crimen. Además de sus poderes propios, Jim ideó un casco antigravedad con forma de bala que le permitía volar lanzarse contra sus enemigos con un auténtico proyectil humano.

Tras la cancelación de Nickel Comics, las aventuras de Bulletman pasaron a Master Comics. En el número trece (abril de 1941, por Al Carreno), la novia de Jim, Susan, se convirtió en Bulletgirl tras averiguar a qué se dedicaba su prometido. La chica no tenía la fuerza de su novio, pero sí un casco igual al suyo. No fue el único miembro de la familia Bullet, porque en Master Comics nº 48 (marzo de 1944, por Jack Binder), debutó un Bulletboy poco después de que naciera un Bulletdog (Master Comics nº 39). Los Bullet también formaron parte del Club de Luchadores contra el Crimen, la réplica de la Fawcett a la Sociedad de la Justicia encabezada por el Capitán Marvel Junior. Este grupo sólo tuvo una aparición en Master Comics nº 41.

La popularidad de Bulletman y familia propició una serie propia de periodicidad extraña que duró dieciséis números entre 1941 y 1946. También salían regularmente en America's Greatest Comics. La última aparición de Bulletman durante la edad de oro fue en Master Comics nº 106 (agosto de 1949).


Los héroes de la Fawcett vuelven a Tierra-S.


Bulletman, como los demás héroes de Fawcett Comics, permaneció en el olvido hasta que, en octubre de 1976, DC Comics los recuperó en Justice League of America nº 135. Tras adquirir sus derechos, la editorial los ubicó en Tierra-S, escenario principal de la enésima "Crisis Múltiple" que reunía a la Liga y la Sociedad de la Justicia. En los números 135 a 137 de la colección, el dios Mercurio reunió al Escuadrón de la Justicia de Tierra-S. Este nombre no oficial aglutinaba a Bulletman, Bulletgirl, Spy Smasher, Mister Scarlet, Pinky the Whiz Kid e Ibis el Invencible. El Rey Kull y sus Hombres Bestias habían puesto fuera de combate a los dioses del Olimpo de Tierra-S y a Shazam, porque así los Marvel no podrían hacerles frente. Mercurio, sin embargo, reunió a su Escuadrón con la Liga y la Sociedad, y el resultado os lo podéis imaginar. Tras aquel encuentro, nada se supo de Bulletman hasta dos décadas más tarde.

Los héroes de Fawcett City

Después de Crisis en tierras infinitas, DC no tuvo en cuenta a ninguno de los personajes de la Fawcett con la excepción del Capitán Marvel; simplemente, ninguno de ellos había existido. Esta situación cambió en 1995 con la serie The Power of Shazam! escrita por Jerry Ordway y dibujada por Peter Krause. La colección fue la continuación lógica de la excelente novela gráfica del mismo nombre que había escrito y dibujado el propio Ordway dos años antes.

The Power of Shazam! rebobinó la continuidad del Capitán Marvel y la aproximó a lo que había sido la era Fawcett. Tras recuperar a Mary Marvel y al Capitán Marvel Junior, Ordway reinsertó en la continuidad a héroes ya olvidados, entre los cuales estaba Bulletman. En The Power of Shazam! nº 8 (octubre de 1995), se explicó que, en 1945, Bulletman y Minute-Man habían rescatado a Spy Smasher de las garras del Capitán Nazi. La historia era un flash-back que los propios protagonistas, ya ancianos, contaban en Whiz Radio. Billy Batson pedía un autógrado a Jim Barr, y se estableció que los tres eran famosos en la ciudad por sus logros durante la Segunda Guerra Mundial. Los llamados "héroes de la Fawcett" volvieron poco después, en los números once y doce, para ayudar a los Marvel a atrapar los siete pecados capitales.

De nuevo, Bulletman desapareció hasta 1998, año en que se publicó un cross-over entre Starman y The Power of Shazam! que amplió la presencia de Bulletman en los años cuarenta y lo estableció como miembro del All-Star Squadron. El nazi conocido como Eduard Laslo o Poser se hizo pasar por él para hundir el acorazado Normandía en 1942. Nada se supo de aquello hasta que, en los noventa, se hicieron públicas las imágenes de los hechos. Jim Barr fue acusado de traición, y sólo el Starman original tenía la clave para salvarlo de la cárcel. El mismo día en que se hundió el Normandía, Bulletman y él estaban en Alaska luchando contra unos nazis voladores.


Bulletman se convirtió así en un héroe muy secundario pero bien establecido en la continuidad oficial del Universo DC. Se ha modificado incluso levemente su origen, y ahora se supone que el caso estaba compuesto por una variación del metal nth y que la fórmula que le dio la fuerza estaba inspirada en la píldora Miraclo de Hourman. Su última aparición se produjo en el número 43 de la colección de los Marvel. Tras la muerte de Bullergirl en circunstancias no explicadas, su hija Deanna adoptaba su casco y sus poderes para combatir a Chain Lightning. Con los Marvel en el hospital, Fawcett City estaba indefensa ante el ataque de la villana, y Deanna, con el nombre de Windshearer, luchaba con su padre para detenerla.



Bulletman y Windshearer.


Con The Power of Shazam! cancelada, Bulletman volvió a caer en el olvido. Actualmente, Grant Morrison y Yanick Paquette han creado un personaje inspirado en él para el evento Seven Soldiers. Se trata de Bulleteer que, aunque no tiene nada que ver con los Barr, sí tiene un uniforme similar al suyo. En el primer número de la miniserie Bulleteer, se hacía referencia a los personajes originales y, en el tercero, ha hecho un cameo... Susan Barr. Morrison no ha tenido en cuenta que estaba muerta, y la ha presentado como viuda doliente en una convención de ciencia-ficción que está indignada con Bulleteer por utilizar la imagen de su marido. Que está muerto. Esta reciente circunstancia hace muy difícil que podamos ver a Bulletman próximamente, pero ya sabéis que en DC nunca se sabe lo que puede ocurrir.

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14.2.06

CLÁSICOS DC: LOS NUEVOS TITANES Nº 3

Guión: Marv Wolfman.
Dibujo: George Pérez, Carmine Infantino.
Contiene The New Teen Titans (vol. I) nº 9 a 12 USA y Best of DC nº 18 USA.
Planeta DeAgostini Comics, 128 páginas, 7,50€.

Dejando aparte precios, traducción, tamaño y demás aspectos de la edición española, objetivamente esta serie es uno de los mejores cómics de superhéroes de todos los tiempos. En este tomo, como en los anteriores, ya se puede apreciar esa calidad. Pero no os engañéis: todavía no ha empezado la mejor; Wolfman y Pérez no han hecho más que arrancar motores.

Tras una aventura que los enfrenta al Marionetista, los Nuevos Titanes tendrán que apechugar de nuevo contra el temible Exterminador. Este villano ya tiene a estas alturas todos los números para convertirse en la némesis del equipo y, de hecho, lo será durante mucho tiempo. Este combate supone la prolongación del primero, porque el amigo Slade sigue empeñado en cumplir su contrato con la Colmena cueste lo que cueste. Por supuesto, esta vez tampoco logrará matar a Robin y compañía, pero no tardará mucho en planear algo más elaborado que nos conducirá poco a poco al momento culminante de la colección.

Aunque no consiga su objetivo, el Exterminador hiere gravemente a Changeling. De hecho, están tan mal que sólo el rayo azul de Isla Paraíso podría curarlo. Wonder Girl, Starfire y Raven llevan a su amigo al país de las amazonas mientras los demás chicos del grupo se marchan a investigar el paradero de la Patrulla Condenada. No sabremos más de ellos hasta el próximo tomo (tomito), pero de ellas sí. Sin comerlo ni beberlo, Donna y compañía se meten en un berenjenal de mucho cuidado en que están implicados los dioses del Olimpo y los Titanes Míticos. (Por cierto, más información sobre las versiones deceeras de los mitos griegos próximamente aquí mismo).
De regalo, si se puede considerar así, esta tercera entrega de Nuevos Titanes contiene una historia corta de Best of DC en que aparecen Speedy y Aqualad luchando codo a codo con los Nuevos Titanes. Recordemos que estos personajes del grupo original fueron casi repudiados por Wolfman y Pérez porque no sabían qué hacer con ellos. La historia, a parte del cruel completismo, no tiene mayor importancia para la serie pero trata el tema de las drogas, que nunca está de más.
Batallas épicas entre superhéroes y dioses, supervillanos que tienen aún mucho que decir, regresos al pasado de los protagonistas... Estos son algunos de los ingredientes de este tomo que, si bien tiene algunas puntos discutibles sobre la edición, es un cómic muy recomendable.

THE NEW TEEN TITANS AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.

13.2.06

ERA DC (4): SUPERMAN Nº 1

"Superman, Champion of the Oppressed" (18 páginas).
Fecha de portada: Ninguna, pero se publicó en verano de 1939.
Editor: Vincent A. Sullivan.
Portada: Joe Shuster (dibujo y entintado).
Créditos: Jerry Siegel (guión) y Joe Shuster (dibujo y entintado).
Recopilado en: Superman Archives nº 1 HC, Superman Chronicles nº 1 TP, Superman in the Forties TP.
Edición española: Inédito.

El éxito de Superman en Action Comics (véase Era DC 1) animó al editor Vin Sullivan a lanzar un especial en verano de 1939 que recopilaba las primeras cuatro historias del Hombre de Acero en aquella revista. Ese especial tuvo tanto éxito a su vez que se convirtió en el primer número de una serie regular. Así pues, Superman fue en el primer personaje de cómic que obtenía su propia colección con cabecera homónima. Aunque aquel Superman nº 1 constaba básicamente de reediciones, tenía seis páginas de valioso material inédito. En "Superman, Champion of the Opressed" (título que se le dio en la edición de Archives), las dos primeras páginas ampliaban el origen del personaje visto en Action Comics nº 1 y nombraban a su planeta natal Krypton. También se explicaba allí que los Kent, los padres adoptivos del héroe, habían muerto. El resto del episodio era una reedición ampliada (o extendida, que se diría hoy) de la primera aventura de Superman. Curiosamente, poco después se volvió a ampliar el origen del Hombre de Acero en las tiras de prensa que protagonizó en los periódicos; fue en ellas donde apareció por primera vez su nombre kryptoniano, Kal-L, y donde Siegel dio nombre a sus padres biológicos, Jor-L y Lora.

10.2.06

ERA DC (3): ADVENTURE COMICS Nº 40

"The Tarantula Strikes" (6 páginas).
Fecha de portada: julio de 1939.
Editor: Vincent A. Sullivan.
Portada: Creig Flessel (guión y dibujo).
Créditos: Gardner Fox (guión, como Larry Dean) y Bert Christman (dibujo y entintado).
Recopilado en: Golden Age Sandman Archives nº 1 HC.
Edición española: Inédito.

Esta historia debería haber sido la primera aparición de Sandman, un nuevo héroe enmascarado que, como Batman, carecía de poderes sobrehumanos. Wesley Dodd (al que más adelante se apellidó "Dodds") resolvía el secuestro de su amiga Vivian Dale. El responsable era un tal Tarántula (nada que ver con el héroe de All-Star Squadron) al que Sandman vencía utilizando la pistola de gas somnífero del que él se protegía con su característica máscara. La historia estaba firmada sólo por un tal Larry Dean, seudónimo de Gardner Fox; el dibujante no aparecía en los créditos originales. Decía antes que "The Tarantula Strikes" debería haber sido la primera aparición del amigo Dodds, pero no lo fue. Un mes antes, apareció una historia de Sandman en New York's Fair World. Se trataba de un cómic que se vendía sólo en la Exposición Universal que se celebró en Nueva York entre 1939 y 1940; al parecer fue un error que Sandman estuviera presente un mes antes de su estreno oficial.

9.2.06

FÁBULAS: EL ÚLTIMO CASTILLO

Guión: Bill Willingham.
Dibujo: Lan Medina, P. Craig Russell y otros.
Contiene Fables nº 11 a 13 y Fables: The Last Castle USA.
Norma Editorial, 112 páginas, 12,00€.


La última entrega de Fábulas publicada en España contiene una historia autoconclusiva, una saga corta y un especial. Y no sabría con cuál de todas quedarme. Willingham sigue fresco y sorprendente, y los dibujantes, sobre todo Medina, le saben seguir sin problemas.

El tomo abre con la historia que cuenta las vicisitudes de Jack durante la Guerra de Secesión y... bueno, es una historia popular que tiene de todo porque, como bien dice el propio Willingham en la introducción, ha cogido lo que le ha dado la gana y lo ha manipulado según le ha convenido. Tiene momentos realmente hilarantes. La segunda historia nos cuenta cómo reaccionan las fábulas a que un periodista conozca su existencia. Bueno, no ha dado en la diana pero algo sospecha. De paso, se nos presenta a la Bella Durmienta, un personaje que espero que Willingham desarrolle en futuras entregas. Igual que su nueva relación con el Príncipe Azul, que promete mucho. Por último, vemos cómo fue la huida de las patrias de los últimos fábulas que resistieron a su invasor. De nuevo, esta historia protagonizada por Caperucita Roja y Azulejo tiene de todo y, encima, bueno.

Realmente, me cuesta encontrar algo reprochable a esta serie que no sea que ya va siendo hora de que podamos leer más entregas por aquí. Si no habéis leído nada de Fábulas todavía, no me cansaré de recomendarla.

FABLES AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) BILL WILLINGHAM AND DC COMICS.

8.2.06

ALL-STAR SQUADRON (2 DE 2)

Héroes en guerra

En agosto de 1981, se publicaba en Justice League of America nº 193 un avance de dieciséis páginas de la nueva colección All-Star Squadron. Escrito por Thomas y dibujado por Rich Buckler, el prólogo contaba cómo un grupo de villanos raptaba a varios miembros de la SJA excepto a Hawkman, Átomo y el Doctor Medianoche, que conseguían librarse de su enemigo. Un mes siguiente, el primer número de All-Star Squadron continuaba aquella historia con el mismo equipo creativo. Los tres héroes acudían a la llamada del presidente Roosevelt. Tras el ataque japonés a la base de Pearl Harbor, quería componer una organización que implicase a todos los campeones enmascarados de Estados Unidos. A aquellos tres se unían Johnny Quick, Liberty Belle y Robotman además de Plastic Man, que trabajaba para el FBI y serviría como enlace entre el grupo y esta agencia.


Portada de All-Star Squadron nº 1, por Rich Buckler.



El recién formado All-Star Squadron (ASS, en adelante) descubrió que quien estaba tras los secuestros de sus colegas era Per Degaton, que había reunido a un buen puñado de villanos entre los que estaban Solomon Grundy, Sky Pirate y el Profesor Zodiak. Aprovechando la confusión provocada por el ataque japonés, Degaton tenía la intención de conquistar la costa oeste de Estados Unidos, pero fracasó cuando se le vino encima un grupo formado por todos los héroes conocidos del país. El primer preisdente del equipo fue Hawkman.

Thomas se tomó en serio lo de plantear a los héroes conflictos relacionados con la Segunda Guerra Mundial. Ya había explicado por qué no evitaron el ataque a Pearl Harbor y llegaba el momento de saber por qué no atacaron Japón después. En el cuarto número, explicó cómo el Rey Dragón, un villano japonés, puso en poder de Tojo el Santo Grial con el que el país impedía la entrada de los superhéroes. Era un recurso similar al que establecía que Hitler utilizaba la Lanza del Destino para evitar que lo invadieran. El Rey Dragón fue uno de los muchos villanos fascistas a los que se enfrentó el grupo. Entre otros de este tipo, destacó también el Barón Blitzkrieg, el jefe de un campo de exterminio que fue rociado con ácido por los prisioneros durante un motín y al que, posteriormente, las SS convirtieron en una máquina humana de matar.


Portada de All-Star Squadron nº 13, por Joe Kubert.



Por otra parte, el escritor se hizo con un puñado de héroes poco conocidos para jugar con las historias retroactivas sin complicar demasiado las cosas al principio. A la altura del sexto número, la SJA se disolvía porque sus miembros se iban al frente en sus identidades secretas. El núcleo del ASS, al que acompañaban ocasionalmente otros héroes "mayores", estaba compuesto por:

. Hawkgirl I, o Shiera Saunders, era la futura esposa de Carter Hall, más conocido como Hawkman. Se unió al ASS casi para protestar porque no la habían dejado entrar oficialmente en la SJA.
. Liberty Belle sustituyó a Hawkman como presidente del ASS. En realidad, era la periodista Libby Lawrence, que se hizo popular cuando escapó nadando de Polonia tras la invasión nazi, si bien su padre, militar americano, no tuvo tanta suerte. Hacía unos años, Libby había ganado por sus méritos deportivos un diminuto fragmento de la Campana de la Libertad que hay en Filadelfia y que sirvió para anunciar a los americanos la Declaración de Independencia. Libby descubrió que cuando Tom Revere, el vigilante de la Campana, la tocaba, se transmitía a su fragmento una energía que estimulaba la adrenalina de la joven hasta darle fuerza sobrehumana por medio de vibraciones sónicas.
. Johnny Quick, o Johnny Chambers, también era periodista. Consiguió su poder gracias a la fórmula desarrollada por su amigo el profesor Gill. Cada vez que pronunciaba en voz alta «3X2(9YZ)4A», adquiría supervelocidad y sus poderes eran mayores. Hoy en día, sabemos que esa fórmula lo conectaba a la fuerza de la velocidad. Johnny se casaría con Liberty en el futuro y serían los padres de Jesse Quick, personaje secundario de las aventuras de Wally West en The Flash.
. Robotman, al que no hay que confundir con el de la Patrulla Condenada, nació como un experimento de Robert Crane y Chuck Grayson (primo del primer Robin según retcon del propio Roy Thomas). Querían crear un ser mecánico perfecto y, cuando unos delincuentes los atacaron y mataron a Crane, Grayson transplantó su cerebro al cuerpo artificial.
. Firebrand II, hermana del Firebrand original, era Danette Reilly, una geóloga que tuvo la mala suerte de estar en la isla donde Per Degaton y sus secuaces planeaban el ataque a San Francisco al principio de All-Star Squadron. Cuando la alcanzó un rayo de Wotan, adquirió el poder de generar y absorber fuego. Fue uno de los pocos héroes de los cuarenta creados originalmente para la serie. Curiosamente, esta mujer sería en el futuro la abuela de Albert Rothstein, más conocido como Nuklon o Atom-Smasher de la SJA.
. El Caballero Brillante, o Sir Justin de los Caballeros de la Tabla Redonda, llegó por accidente a 1941 durante una de sus muchas aventuras. Básicamente, un ogro lo sepultó en una montaña de hielo de la que lo rescató un arqueólogo en nuestro siglo.

Los anteriores fueron los primeros héroes menos populares del grupo, pero hubo otros de los que Thomas se rodeó durante la serie. Entre ellos, destacaron:

. Tarántula, no confundir con la enemiga de Nightwing, era un escritor llamado Jonathan Law que triunfaba con sus novelas de misterio y quería convertirse en superhéroe. Un día, utilizó un traje casi igual al de Sandman y una pistola que disparaba fluido arácnido y se convirtió en superhéroe. Con el tiempo, adoptó otro uniforme más diferente al de Wesley Dodds para diferenciarse, pero esto sucedió en All-Star Squadron, no en sus aventuras originales en Star-Spangled Comics. Tras la Segunda Guerra Mundial, publicó su mayor éxito, Altered Egos.
. El Comandante Steel, abuelo del malogrado miembro de la Liga de la Justicia de América, era una joven promesa de la biología llamado Hank Heywood que se alistó en el ejército como conejillo de indias del doctor Gilbert Gilles. El científico le inoculó una fórmula bioretardante que le dio habilidades físicas al límite de lo humano. Fue atrapado por el Barón Blitzkrieg, que lo utilizó para intentar acabar con Winston Churchill, si bien fue liberado por el ASS.

El cuartel general del ASS fue oficialmente el Perisferio, un monumento real que, junto con el Trylon, formaba la estructura central de la Exposición Universal de Nueva York que se celebró entre 1939 y 1940.

A parte de la fundación del grupo y la recuperación de héroes ya olvidados, All-Star Squadron tuvo algunos grandes momentos como cómic de superhéroes entretenido y hecho con mucho cariño. Por supuesto, también tuvo sus patinazos, pero los tres primeros años albergaron algunas historias excelentes que bien merecen mencionarse. La primera de ellas fue el retorno de Per Degaton, que robó unos misiles soviéticos de 1962 y se los llevó a 1942 para hacer chantaje a aliados y eje por igual. La trama fue un cross-over orquestado por Thomas y su amigo Gerry Conway en Justice League of America nº 207 a 209 y All-Star Squadron nº 14 y 15. Cross-over en toda regla, esta historia conocida como "Crisis Times Three" reunió al ASS, la Liga de la Justicia del futuro y la SJA, y de regalo estaba metido el Sindicato del Crimen de América de Tierra-3. En conjunto, fue una mezcla de épocas y dimensiones algo extraña, pero de lo más entretenida.


Portada de All-Star Squadron nº 22, por Jerry Ordway.



La época dorada de la colección llegó justo cuando Jerry Ordway, entintador habitual de Rich Buckler (cuando aún firmaba como Jeremiah Ordway) en los números 19 y 20. Tras meses en el ejército, los miembros de la SJA regresaban al ASS por la fuerza, y es que los secuestró el villano conocido como Brainwaive. Esta historia fue un prólogo del mejor momento de la serie, que cubrió los números 21 a 26, además del segundo anual. Thomas sustituyó a Len Wein como editor de la serie, y ya podía hacer lo que le viniera en gana. La historia supuso el retorno del Ultra Humanoide, un villano clásico del Superman de la edad de oro, que reunió un nutrido grupo de villanos de Tierra-2 para hacerse con tres objetos místicos. Esta saga fue muy densa porque reunió a todos los miembros del ASS habidos y casi por haber, porque también incluyó la primera aparición de Infinity Inc., que viajaban al pasado engañados por el villano. El ASS no supo que eran sus descendientes, pero se unieron para detener a su enemigo común. El número 29 supuso el retorno de los Siete Soldados de la Victoria, incluyendo a Green Arrow y Speedy de Tierra-2 y a Star-Spangled Kid, al que Thomas quería incorporar a Infinity Inc. Los números 31 a 35 incorporaron a Tierra-2 a los Freedom Fighters ya vistos años atrás en Justice League of America como habitantes de Tierra-X. Y, por último, la época dorada de la serie se cerró cuando, en los números 36 a 37, la Familia Marvel llegaba de Tierra-S engañada por Hitler. En total, fue año y medio de grandes historias y también de embrollos de continuidad que no dejaban de entretener.

En su afán por reunir a todos los héroes de la edad de oro, Thomas había convertido All-Star Squadron en un cajón de sastre donde se unían personajes de tierras y editoriales diversas. Ciertamente, su trabajo en la serie fue un grano muy grande para que existiera la necesidad de unas Crisis en Tierras Infinitas. Y eso que siempre se molestó en explicar los orígenes de todos los miembros del grupo. Por supuesto, la colección fue una de las más perjudicadas por el evento, que propició su cancelación en el número 67. Tras varios episodios cruzados con el evento, a Thomas le llegó el momento de dar paso a los cambios producidos por Crisis. Se resistió cuanto pudo, pero entre los números 58 y 60, dio paso a una trama realmente penosa con la que pasar de Tierra-2 al nuevo Universo DC. Una robot llamada Mekanique llegaba de su futuro (el del filme Metrópolis) porque necesitaba la ayuda del ASS para salvarlo. Tenía el poder de parar el efecto de la Crisis, y así lo hizo hasta que consiguió su objetivo. Al final del número 60, sabíamos por una foto que Tierra-2 había pasado a mejor vida, y es que faltaban Superman, Aquaman, Wonder Woman, Batman, Robin, Green Arrow...

La serie perdió la gracia una vez desaparecida Tierra-2. Esto, unido a que a partir del cuarto año su calidad fue un tanto mediocre, propició la cancelación en All-Star Squadron nº 67 (marzo de 1987). Los últimos números revisaron los orígenes post Crisis de Liberty Belle, Johnny Quick y compañía, los personajes a los que Thomas casi había hecho suyos. Al contrario que Infinity Inc, la otra serie de Tierra-2 que sí salió perjudicada por Crisis, las únicas modificaciones que sufrió la historia del ASS fue que había personajes que no habían sido miembros del grupo porque no existían en los años cuarenta. El siguiente paso de Thomas fue un nuevo grupo de héroes de la Segunda Guerra Mundial en el universo único; se trataba de Young All-Stars.

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7.2.06

ALL-STAR SQUADRON (1 DE 2)

Roy Thomas y la edad de oro

Tras casi veinte años, Roy Thomas abandonó Marvel Comics en 1980 debido a problemas con Jim Shooter y firmó un contrato con DC. Uno de los objetivos del popular escritor era Tierra-2, el universo alternativo en que la editorial había ubicado a sus héroes de los años cuarenta. Thomas es un amante confeso de aquella época, como había demostrado en varias ocasiones en La Casa de las Ideas. En 1972, recuperó a los héroes de la época en Avengers nº 97. Al final de la memorable "Guerra Kree-Skrull", Rick Jones utilizaba sus poderes latentes para recrear a sus ídolos de cómic. Con ese pretexto, Thomas jugó durante un número con las versiones originales de Namor, el Capitán América y la Antorcha Humana y recuperó de paso algunos héroes olvidados de la Timely. En 1975, se ocupó de The Invaders, la serie que revisaba las aventuras de estos personajes durante la Segunda Guerra Mundial, todo ello de modo retroactivo. Teniendo en cuenta que el patrimonio de héroes de la edad de oro de DC era muy superior al de Marvel, no es de extrañar que se lanzara de cabeza a por ellos. Y los cogió a todos.


La abrumadora alineación del All-Star Squadron: Bomba Humana, Manhunter I, Vigilante,
Green Arrow, Speedy, Wing, Crimson Avenger, Star-Spangled Kid, Abeja Roja, Cóndor Negro,
Dinamita,TNT, Tor Slade, Americomando, Sargon, Mister Terrific, Stripesy, Rayo, Firebrand,
Flash, Zatara, Comandante Steel y Manhunter II.

Durante una reunión con Jenette Kahn y Paul Levitz, Thomas acordó que se ocuparía de tres títulos mensuales. Uno debía ser una creación propia de espada y brujería inspirada en Conan El Bárbaro. El resultado fue Arak Son of Thunder, que aunque hoy en día no es muy recordada aguantó cinco años en el mercado con Ernie Colon a los lápices. El segundo encargo debía ser una serie de un personaje en solitario, y debía ser uno de los iconos de la casa. Aunque se pensó inicialmente en Batman, Thomas admiraba el trabajo de su amigo Gerry Conway en esa colección y no quiso meterse enmedio. En su lugar, se hizo cargo de Wonder Woman a partir del número 288. Con dibujos de Gene Colan, la amazona más popular de DC comenzó una nueva etapa con uniforme nuevo. Thomas sólo estuvo un año en la colección porque era un encargo algo forzado y, a partir del número 301, dejó a Diana en manos de Dan Mishkin, que ya le había escrito los diálogos en algunas ocasiones. El tercer encargo iba a ser una colección de la Sociedad de la Justicia de América (SJA, en adelante). Conway había recuperado en 1976 al grupo en All-Star Comics y, aunque pasó por diversos títulos, la editorial confiaba en que pudiera funcionar como serie regular. Además, sus apariciones en Justice League of America eran un acontecimiento que los lectores esperaban año tras año.

Sin embargo, Thomas no tenía suficiente con la SJA. Tenía en mente un proyecto mucho más ambicioso que resolviera un duda que como lector siempre había tenido. Con tantos héroes ¿por qué en la época no ganaron la Segunda Guerra Mundial de un plumazo? Según dice él mismo «Quería empezar All-Star Squadron con la noche anterior al ataque a Pearl Harbor para responder a lo que cualquiera que se tomara en serio los cómics en 1940 se habría preguntado. ¿Por qué los superhéroes americanos no defendieron nuestra base de Hawaii el 7 de diciembre de 1941? o ¿Por qué no lanzaron una venganza terrible contra Japón unas horas o unos días más tarde?» Con esta preocupación ciertamente friki, Thomas decidió que escribiría un cómic ambientado en la Segunda Guerra Mundial. Su tercera serie trataría de los héroes de los cuarenta pero no en la actualidad, sino en pleno conflicto.

Como decía antes, Thomas no tenía suficiente con la SJA porque el panteón de héroes de DC (tanto propios como comprados a editoriales en quiebra) era demasiado goloso. Sí, la Sociedad estaría en su serie, pero él quería a muchos más héroes. Quería a otros grupos, como los Siete Soldados de la Victoria y los Freedom Fighters que Len Wein había recuperado en 1973. También quería a héroes solitarios menos conocidos y a los grandes, Superman y Batman, que originalmente no salían en All-Star Comics con la SJA y cuya pertenencia al grupo se había confirmado de forma retroactivo. En total, cuarenta y ocho personajes en el número 31, y eso que aún no habían llegado los Freedom Fighters. Con esta verdadera legión de personajes, Thomas planteó un origen plausible y lo metió en la coctelera de la continuidad. All-Star Squadron no contaría qué había pasado tras la guerra sino durante, así que había que ir con pies de plomo a la hora de modificar aspectos. Cronológicamente, se calcula que la serie comienza allá por All-Star Comics nº 10, esto es, siete números después de la fundación de la SJA.


¡Anda, si aún me quedaba la mitad! Sandman, Sandy, Wildcat, Plastic Man, Air Wave I, Jester,
Hawkgirl, Hawkman, Espectro, Starman, Tarántula, Guardían, Batman, Robin, Superman,
Doctor Fate, Wonder Woman, el Doctor Medianoche, Johnny Quick, Green Lantern, Átomo,
Phantom Lady y Johnny Thunder. El que preside es Robotman.



El problema fue que lo de los pies de plomo no fue tan estricto como se esperaba al principio. Cuando ya estuvo constituido el grupo, Thomas se quedó con los héroes menos conocidos y recurrió a los "grandes" esporádicamente. De aquel modo, tenía mayor libertad para hacer y deshacer a su antojo. Hasta que, casi dos años más tarde, se convirtió en editor de la serie. Fue entonces cuando comenzó el despiporre de cambios y de confusiones. ¿Os suena eso de la retcon o "continuidad retroactiva"? Pues el término lo creó el propio Thomas en el correo de All-Star Squadron nº 20 contestando a un lector que había detectado ciertas meteduras de pata con el villano Per Degaton.

Los errores no impideron que la colección tuviera momentos brillantes, porque los tuvo, sobre todo mientras Rich Buckler y un novato pero genial Jerry Ordway se ocuparon de los lápices.. Thomas tenía un control absoluto sobre Tierra-2 y sus personajes. Además de All-Star Squadron, se ocupó de Infinity Inc., de America vs the Justice Society y The Last Days of the Justice Society. No obstante, la colección combinó momentos excelentes con otros más normalitos hasta el número 37, donde empezó la cuesta abajo.

Y mañana, la fundación del All-Star Squadron, los miembros principales y las sagas más importantes.

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6.2.06

GRACIAS

Con el trajín de la nueva sección, los últimos días he estado un poco desconectado y aún no he tenido tiempo de agradecer los cinco votos que recibí como mejor weblog en los premios de La Cárcel de Papel. Vale que no son muchos, pero son importantes y es bonito que alguien te vote. Muchas gracias a los que me hayáis votado y a los que, aunque no lo hayáis hecho, me leéis las paranoias deceeras todos los días. Un saludo para todos, majos, y mañana nos leemos para hablar del All-Star Squadron.

ERA DC (2): DETECTIVE COMICS Nº 27

"The Case of the Chemical Syndicate" (6 páginas).
Fecha de portada: mayo de 1939.
Editor: Vincent A. Sullivan.
Portada: Bob Kane (dibujo y entintado).
Créditos: Bill Finger (guión), Bob Kane (dibujo y entintado).
Recopilado en: Batman Archives nº 1 HC, Batman Chronicles nº 1 TP, Batman in the Forties TP.
Edición española: Los Archivos de Batman nº 1 (Norma Editorial).

Casi un año después de la primera aparición del Hombre de Acero, Bob Kane y Bill Finger publicaban en las páginas de Detective Comics la primera aventura del segundo héroe enmascarado. Aunque no tenía poderes sobrehumanos y estaba inspirado en diversos elementos de la cultura pulp, la popularidad de Superman propició que el nuevo héroe, llamado Bat-Man, luciera un uniforme con su capa y sus avalorios. En su primera historia, tuvo que resolver el asesinato de un tal Lampert, el Rey de la Química. También conocimos al comisario James Gordon y supimos que el millonario Bruce Wayne se disfrazaba de murciélago por la noche para combatir el crimen. Eso sí, aún no se sabía por qué lo hacía
.

3.2.06

ERA DC (1): ACTION COMICS Nº 1

"Origin of Superman" (1 página).
"Revolution in San Monte" (12 páginas).
Fecha de portada: Junio de 1938.
Editor: Vincent A. Sullivan.
Portada: Joe Shuster (dibujo y entintado).
Créditos: Jerry Siegel (guión), Joe Shuster (dibujo y entintado).
Recopilado en: Superman in the Forties TP, The Action Comics Archives nº 1 HC, Superman Chronicles nº 1 TP.
Edición española: Los archivos de Superman en Action Comics nº 1 (Norma Editorial). Superman: Especial Navidad 1988 (Ediciones Zinco).

Comienza esta nueva sección con el primer cómic de superhéroes que se publicó. Se trata de la primera aparición de Superman en Action Comics nº 1. Tras muchas idas y venidas, el personaje concebido por Jerry Siegel y Joe Shuster vio la luz y llegó para quedarse. Ya en la primera página se explicaba el origen alienígena del personaje sin nombrar a Krypton; también se hablaba de su adopción y de los poderes del Hombre de Acero, que eran más limitados que los que posteriormente tendría (por ejemplo, no podía volar sino saltar alturas de unos veinte pisos). Aunque hoy pueda resultar extraño, no había supervillanos en aquella historia. Superman salvaba de la silla eléctrica a una inocente llamada Evelyn Curry y destapaba un asunto de corrupción política; era el primer ejemplo del "enfoque social" que Siegel y Shuster dieron al personaje.

2.2.06

ERA DC: INTRODUCCIÓN

En esta nueva sección, comenzaremos hablando de los primeros cómics de superhéroes editados por la DC a finales de los años treinta. Es conveniente saber que, al hablar de "DC Comics" en aquella época, el objetivo es simplificar para entendernos todos mejor y no liarnos con All-American, National, Detective... Sin embargo, como introducción a "Era DC", me parece interesante hablar de cómo nació lo que hoy conocemos como DC.
En febrero de 1935, apareció el primer cómic que publicaba material inédito. Anteriormente, desde el Famous Funnies de Max Gaines, los "comic-books" eran reediciones de las tiras de prensa ("comic-strips") de los periódicos. La editorial que publicó ese primer cómic tal como lo conocemos, New Fun The Big Comic Magazine (o New Fun Comics) nº 1, era National Allied Publications. En marzo de 1937, un compañía recién llegada, Detective Comics Inc., lanzó la primera publicación de cómics especializada en un solo tema. Se trataba de la homónima Detective Comics.

En mayo de 1938, National Allied había quebrado y, durante una subasta, Detective Comics Inc. compró los derechos de New Fun Comics y New Adventure Comics. Al mes siguiente, la Detective publicó la primera aparición de Superman. Mientras, en enero de 1939 Sheldon Mayer fundó All-American Comics. Esta nueva editorial compartió oficinas con National Periodical Publications, que era el nombre que adoptó Detective Comics tras la compra de los derechos de National Allied. Finalmente, esta última compró All-American y, con ella, los derechos de personajes como Green Lantern o Wonder Woman.

Con el paso del tiempo, se fue conociendo a la National Periodical Publications como DC por el logo que aparecía en las portadas y que era el acrónimo de Detective Comics. No fue hasta los años setenta que la editorial se llamó oficialmente DC Comics.

NUEVA SECCIÓN: ERA DC

"Portadas DC", la sección más aperiódica de éste vuestro blog, ha pasado a mejor vida. La verdad es que nunca me gustó y llevo tiempo pensando en cómo sustituirla. La respuesta es "Era DC". Esta sección aparecerá en Héroe.Com los lunes y los viernes de forma fija como complemento a los habituales artículos y reseñas, y repasará cronológicamente los cómics más importantes de DC a lo largo de su historia. En forma de artículos breves, recorreremos las primeras apariciones de personajes importantes, las grandes sagas y todo aquello que ha tenido trascendencia para nuestros personajes preferidos.

Aunque la primera entrega de "Era DC" se publicará mañana (y ya os podréis imaginar de qué cómic hablará), hoy jueves saldrá de forma extraordinaria el "número cero". Nos leemos por la tarde.

1.2.06

RESEÑAS BREVES

OJO SPOILERS A CONTINUACIÓN.


Infinite Crisis nº 4
Por Geoff Johns, Phil Jiménez, George Pérez e Ivan Reis


Éste es el número con el que me han convencido. Por mucho que estuviera disfrutando de estas Crisis infinita, con los números anteriores tenía el miedo de no saber cómo iban a salir de un acontecimiento tan masivo. Ahora sigo sin saberlo pero veo que son capaces de hacerlo muy bien y con eso me basta. El cuarto número de la saga del año es, como los anteriores, un no parar de acontecimientos que te hacen pasar página tras página y con cada una te sorprenden y te hacen desear que el número no termine. Y ojo, eso no ocurre con todos los cómics. Además, Infinite Crisis rompe con la mecánica actual de historias minimalistas y es increíble cómo consigue Johns meter tantas tramas en un solo número sin que sature.

Lo mismo se puede elogiar de Phil Jiménez y de su forma de contar la historia sin agobiarnos con personajes y haciendo que todo sea espectacular. La pelea entre los dos Superboy, por ejemplo, es memorable por su espectacularidad, por lo bien contada que está y por su crudeza. La contribución de Ivan Reis y, sobre todo, del gran George Pérez, rompe un poco el aspecto del número, pero ojo cómo dibujan los dos. Además, a Pérez le han tocado algunas escenas de lo más dulce, de ésas que recordaremos durante mucho tiempo. Una de ellas es el final, uno de ésos a los que Johns ya nos tiene acostumbrados y que, como en tantas otras ocasiones nos hace asombrarnos de que se hayan atrevido a hacerlo.

All Star Superman nº 2
Por Grant Morrison y Frank Quitely

Al contrario que Infinite Crisis nº 4, esta segunda entrega de All Star Superman es un remanso de paz. Sin embargo, se disfruta igualmente porque Morrison demuestra que comprende cómo es la relación entre Superman y Lois Lane. Así mismo, el número contiene innumerables referencias a la mitología del Hombre de Acero metidas en una Fortaleza de la Soledad que recuerda a un museo. El dibujo de Quitely es inmenso, genial y estupendo, y su único defecto es ser tan lento que haya que esperar otros dos meses para ver otro número de esta excelente serie.

JSA Classified nº 7
Por Jan Van Meter y Patrick Oliffe


La saga protagonizada por un puñado de enemigos de la SJA termina cumpliendo con el que parecía su objetivo más evidente, esto es, la fundación de una nueva encarnación de la Sociedad de la Injusticia. No ha sido una historia especialmene destacable, la verdad, pero al menos nos ha devuelto a buenos personajes que estaban un poco perdidos últimamente, como el Caballero Fantasma o Johnny Sorrow.

Nightwing nº 117
Por Devin Grayson y Phil Hester


No hace mucho, decía que el número de Aquaman posterior a la destrucción de Atlantis me había parecido el mejor de esa serie en mucho tiempo. En el caso de Nightwing, sucede lo mismo. Los últimos meses han sido un poco aburridos, y la destrucción de Bludhaven en Infinite Crisis nº 4 da pie a un episodio emotivo y bien llevado en el que Dick asiste al dantesco espectáculo en que se ha convertido su ciudad. Por si fuera poco, tampoco puede acercarse a intentar salvar vidas porque la radiación podría matarlo. El único problema del número es que la trama de Bludhaven continuará en Adventures of Superman, pero es lo que tienen los cross-overs.

INFINITE CRISIS AND ALL RELATED INDICIA ARE (C) DC COMICS.