EL GRAN BATMITO
Es por aclamación popular que... Bueno, hay dos lectores que me han pedido que hable de Batmito, uno de los personajes de DC más pintorescos a la par que olvidables. El enanito en cuestión nació en los peculiares años cincuenta como parte de la Batfamilia que pretendía alejar a los padres de los lectores de cómics de la paranoia de Frederic Wertham. Los demás miembros fueron Batwoman, Ace el Batperro y la primera Batgirl; a todos ellos, los sacó de enmedio el editor Julius Schwartz en cuanto se hizo con el control de las series de Batman en 1963. Batmito y Mr. Mxyzptlk, tal para cual
La gloriosa primera aparición de Batmito se produjo en Detective
Comics nº267 de mayo de 1959. Los responsables de semejante creación fueron Bill Finger y Sheldon Morloff. La historia, titulada “Batman Meets Bat-Mite” comenzaba cuando Batman y Robin descubrían que alguien había estado trasteando con el laboratorio de la Batcueva. Resultó ser un duendecillo de piel amarilla vestido de Hombre Murciélago que tenía asombrosos poderes. Su nombre era Batmito, y no quería que lo llamasen “elfo” ni “duende” ni nada similar porque, en la dimensión donde vivía, todos tenían su tamaño. Él era el primero en llegar a la Tierra porque idolatraba a Batman y Robin y quería luchar contra el crimen junto a ellos. Batman le dijo que lo suyo era una cosa serie y que había que entrenarse mucho antes de salir a la calle, así que no podían aceptarlo en su Dúo Dinámico. Batmito no se dio por vencido y utilizó sus asombrosos poderes, que le permitían hacer de todo, para doblar un puente de hierro. Batman y Robin habían capturado en él a unos criminales demasiado pronto, así que el enanito quería que se lucieran un poco más. Su siguiente travesura se produciría en una exposición sobre alta fidelidad en la que animaría un disco de vinilo gigante para ayudar a sus héroes.
Por alguna siniestra razón, el personajillo debió de hacer gracia, así que hubo más apariciones hasta 1963; entre ellas, podríamos destacar dos. En agosto de 1960, Batmito se enamoraba de Batwoman y hacía todo lo posible para que destacase en su carrera contra el crimen; sucedía en Batman nº133, en la historia titulada “Batwoman’s Publicity Agent” realizada por Finger y Morloff. En noviembre del mismo año, Jerry Coleman y Dick Sprang publicaban en World’s Finest Comics nº113 “Bat-Mite Meets Mr. Mxyzptlk”. Se formaba así una suerte de antítesis del dúo formado por Batman y Superman en la que los dos h
ombrecillos molestaban a los héroes por diferentes motivos. Batmito incordiaba a Superman para que no destacara sobre Batman y Robin; Mxyzptlk fastidiaba al Hombre de Acero porque se divertía con ello. El tándem Mxyzptlk-Batmito dio bastante juego incluso después de que Schwartz echase a Batmito de las aventuras de Batman. Los encuentros se produjeron en World’s Finest Comics, pero el duendecillo vestido de Señor de la Noche no se prodigó mucho más. Donde sí apareció habitualmente fue una la serie animada de Batman de los sesenta (la de Bruno Díaz y Ricardo Tapia). Años más tarde, protagonizó una historia de complemento en Detective Comics nº479 (1979) en la que Bob Rozakis y Michael Golden lo presentaban en las oficinas de DC exigiendo a los editores que le diesen una serie propia. Este complemento se tituló “Bat-Mite’s New York Adventure” y se publicó hace la tira de años en España en el tomo Las mejores historias de Batman jamás contadas.
¿Hay Batmito después de Crisis?
Como tantos otros elementos del multiverso, Batmito desapareció en Crisis en las
tierras infinitas. Sin embargo, en 1992, Alan Grant y Kevin O’Neil contaron una historia muy curiosa en Batman: Legends of the Dark Knight nº38. Un drogadicto llamado Bob Overdog confesaba a Batman desde su encierro en el Asilo Arkham lo que le había pasado la noche anterior. Mientras el Señor de la Noche los perseguía a él y sus compañeros traficantes, se encontró en un callejón con un duendecillo llamado Batmito que le exigía que se entregara a la justicia. El misterioso ser incluso lo llevaba a su dimensión, donde vivían unas réplicas en miniatura de personajes como el Joker, Catwoman o la Liga de la Justicia. Teniendo en cuenta que Overdog iba de anfetaminas y speed hasta las cejas, Batman no creyó ni una palabra y lo consideró una alucinación. De hecho, Grant lo dejaba así para que los lectores se quedaran con la duda sobre si Batmito había vuelto o no. Tres años más tarde, Grant y O’Neill volvieron a tratar a Batmito en Batman: The Mitefall, una parodia tipo historia alternativa de “La Caída del Murciélago” con el enanito como protagonista. Volviendo a la estricta continuidad, Karl Kesel y Peter Doherty retomaron al personaje en Batman and Superman: World’s Finest nº6 (1999). Bob Overdog, que ya había salido de la cárcel,
se encontraba en un callejón (otra vez) a Mr. Mxyzptlk, a quien confundía con un Batmito sin el disfraz de Batman. El intrépido mago de la Quinta Dimensión se quedó con la idea y, de pronto, apareció Batmito a su lado. Ambos empezaron a discutir quién era mejor, si Superman o Batman, y se enfrascaron en una absurda (y divertida, lo admito)pelea en la que fastidiaron a ambos héroes además de a Lois Lane y un Robin llegado del pasado. Al final, Overdog volvía a la cárcel y, según pudo saber Batman, confesó haber encontrado a Mxyzptlk. Los héroes se quedaban así con la duda de si Batmito era real o era un invento del travieso mago. Los lectores interesados en el personaje se quedaron igual de en ascuas que los Mejores del Mundo. Sin embargo, no hay que perder la esperanza. Desde Crisis hasta hoy, han sido muchos los elementos que han regresado porque algún autor siente cariño por ellos. Ahí tenemos a Krypto, por ejemplo. En pocas palabras, Batmito podría aparecer en cualquier momento, y de hecho ya ha regresado en un reciente número americano de cierta colección de mucho éxito.
“The Boy of Steel vs. the Thing of Steel” (24 páginas).




























La serie Robin, que aún se sigue publicando en la actualidad, comenzó en noviembre de 1993 con guiones de Chuck Dixon y dibujos de Tom Grummett. El escritor basó la colección en una premisa muy clara, que consistió en que Tim Drake debería estar en un punto medio entre Dick Grayson, que era perfecto, y Jason Todd, que era un desastre. Con bastantes altibajos pero siempre entretenida, Robin pasó de las manos de Dixon a las de Jon Lewis. Pete Woods ya había sustituido a Grummett para entonces. Más adelante, serían Bill Willingham y Scott McDaniel los encargados del personaje.
Los dos jóvenes comenzaron a gustarse y su vínculo se estrechó cuando Stephanie dio en adopción al hijo que había tenido con un novio que la había dejado tirada. Robin estuvo allí para consolarla, pero en ningún momento le reveló su identidad.
serie, titulada “Unmasked”, Tim dejaba de ser Robin porque su padre lo había descubierto. El hombre estaba muy preocupado por las correrías nocturnas de su hijo, y éste renunció. Batman, que valoraba mucho a Stephanie, la acogió como nueva Chica Maravilla hasta que, en la mencionada “Juegos de Guerra”, fue torturada y asesinada por Máscara Negra. Tim recuperó el disfraz poco después y a su padre no le quedó más remedio que aceptarlo. 
propuso al joven detective como nuevo Robin. El héroe no estaba en absoluto de acuerdo, pero al final accedió con una condición: debería entrenarse durante mucho tiempo antes de ponerse el disfraz y salir a combatir delincuentes. En otras palabras, no estaba dispuesto a cometer los mismos errores que llevaron a Jason a la muerte.
tenía miedo de que Tim se volviera violento y frenó un poco su entrenamiento. No obstante, a finales de 1990, el joven rescató a su mentor y a Vicki Vale del Espantapájaros en Batman nº457; llevaba para la ocasión un nuevo uniforme de Robin más práctico que el original (y que, por cierto, diseñó Neal Adams). 

La tercera parte de la saga sobre el hijo de Batman y Talia Al’Ghul nos presenta a uno de los peores villanos a los que el Señor de la Noche deberá enfrentarse. No es El Fantasma, no, sino su propio hijo. Apropiadamente llamado Damien, el muchacho tiene las cosas muy claras: se apropiará de todo lo de su padre aunque tenga que quitarse de encima a Tim Drake si es necesario. Grant Morrison nos ofrece una historia sobre un niño cruel y manipulador, bien adiestrado por su madre para conseguir lo que se proponga a cualquier precio. Y qué final, oigan, qué final. Andy Kubert, mi menos favorito de la familia, continúa con una excelente labor en este título a la espera de lo que su tete sea capaz de realizar en Action Comics, que de buen seguro será canela fina.
Decía el mes pasado que esta es la peor colección que DC publica actualmente, y poco a poco me voy reafirmando en mi opinión. El dibujo de Ken Lashley en este número es posiblemente el mejor de toda la serie, pero sigue estando muy lejos de ser capaz de captar el dinamismo que un personaje como Flash exige. En todo caso, el punto flaco de Flash The Fastest Man Alive siguen siendo los guionistas, Danny Bilson y Paul Demeo. Después de cuatro números, parece que no saben qué demonios hacer con el pobre Bart. El anteriormente entrañable Impulso, el anteriormente interesante Kid Flash de Jóvenes Titanes demostró en su día que es capaz de mantener una serie propia durante cierto tiempo porque los autores lo supieron caracterizar. Aquí tenemos un villano trillado como amigo del héroe, un Jay Garrick que parece algo inútil y una relación amorosa que no va por buen camino. Al fin y al cabo, Bart se ha pasado dos años aislado en la fuerza de la velocidad, ha crecido deprisa sin experimentar muchas de las cosas de la vida y su reacción a veces puede parecer lógica, pero todo se va al traste con cierta rapidez. Lo curioso es que esta serie se vende bien, al menos de momento. 


impulsivo, lo rompió en pedazos y sólo podía acceder a sus poderes una hora de cada día. De ese modo, pudo empezar a adaptarse mejor al entorno y se convirtió en algo más parecido a los Hourmen anteriores. Tuvo también una crisis existencial al encontrarse con Amazo y considerarlo el androide primigenio, algo que provocó una curiosa saga en la que revivió a la Mujer del Mañana, creada por T.O. Morrow y el Profesor Ivo para traicionar a la LJA en la época de Morrison.
la SJA. El grupo intentó detener al antiguo villano y a sus sorprendentes secuaces, pero la batalla causó muchos heridos. Uno de ellos, Rick, quedó en un estado lamentables tras luchar contra Némesis. Para salvarle la vida, sus amigos lo trasladaron al Timepoint, donde sustituyó a su padre, que regresó al mundo de los vivos. Incapaz de retomar una relación normal con su esposa, cuyos sentimientos no quería herir, Rex se refugió en la SJA y en sus viejos amigos. Sin embargo, llegó un momento en que el Doctor Medianoche y Míster Terrific tuvieron que operar a Rick y consumieron todo la hora de que los Hourmen disponían. Fundamental en la intervención resultó la ayuda de Tyler, que regresó para ayudar a su amigo. La saga “Sin tiempo”, publicada en JSA nº65 y 66 (2004, por Geoff Johns y Don Kramer), guardaba aún más sorpresas. 

